Por accidente.

Capítulo 20.

Después de dejar a Ginny en la sala común de Gryffindor, Hermione se dirigió a hablar con Pansy. De pronto, sentía una necesidad muy fuerte de hablar con la Slytherin. Aquella conversación con Ginny la había dejado muy afectada y le había ayudado a darse cuenta de cosas que no había notado antes, como el beso que estuvo a punto de darse con Pansy. Mientras pensaba, se tocaba los labios, ¿cómo se sentiría besar a Pansy Parkinson? Siempre pensó que sería como dejar que un basilisco te mordiera, pero después de ver el cambio de actitud de Pansy de las últimas semanas, quizás no estaría tan mal...

Hermione ahora pensaba esas cosas sin ponerse nerviosa. Parecía que muchas cosas comenzaban a aclararse en su mente. Ya no estaba enamorada de Ginny Weasley. En su lugar, se había enamorado de alguien más, alguien que nunca pensó que estaría en sus planes. Alguien que siempre la hizo sentir miserable, que no valía nada, que la hizo llorar en incontables ocasiones y que la hizo rezar todas las noches y todas las mañanas para que ya la dejara en paz.

Pero que al mismo tiempo, era alguien que en poco tiempo había demostrado que podía ser una persona bondadosa, amable, respetuosa. Pero no sólo eso, sino que también era una persona que había sufrido mucho más que ella, y que no usaba sus tragedias como una excusa por todo el dolor que había causado sino que reconocía sus errores y pedía perdón casi de rodillas. Una persona que siempre estuvo ahí para ella y que no había notado hasta ese momento.

HERMIONE GRANGER ESTABA ENAMORADA DE PANSY PARKINSON.

Ya, no lo podía negar. Ahora sabía de quien era la voz que había escuchado en sueños. O mejor dicho, siempre lo supo. Siempre supo que era Pansy, pero estaba tan confundida y tenía tanto miedo, que no quería reconocerlo. Pero ya no tenía miedo. Ahora estaba segura de lo que quería. Se acabaron los juegos amorosos y las dudas. Ella y Pansy estaban hechas una para la otra. Una princesa de Gryffindor para una reina de Slytherin. Lo sentía así en lo más profundo de su corazón.

Con ese firme pensamiento, avanzó más rápido por todo el castillo buscando a Pansy. Por suerte, no tuvo que buscar mucho, porque se encontró con Cho y Luna.

-¡Chicas! ¿Han visto a Pansy por aquí?

-De hecho sí-respondió Cho-. Está ahora mismo en la torre de Astronomía.

-Y te está esperando.

-Gracias.

Pero antes de irse, Hermione volteo hacia Cho.

-¡Cho!

La asiática se dio la vuelta.

-Lo siento.

-¿Lo sientes? ¿Qué cosa?

-Sé que siempre soy grosera contigo, que no te trató bien, que no te doy ni la hora, que me portó como una...

-Ya-interrumpió Cho-. No hace falta que sigas.

-Sí, sí hace falta-dijo Hermione-. La verdad es que, estaba celosa de ti.

Cho se sorprendió mucho.

-¿De mí? ¿Por qué?-preguntó confundida-¿Te gusta Harry?

-¡No, claro que no! ¡No es eso! Lo que pasa es que... me dio miedo, ¿vale? Me dio miedo ver que Harry te prestaba más atención a ti que a mi, y me da miedo pensar que si Ron encuentra novia, entonces me dejarán sola, que dejarán de quererme, que me abandonarán.