Capítulo 3

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En la casa de los Shindo...

- ¡Muy bien, Langa! ¡No esperaba menos de tí! - Ainosuke, el padrino de Langa, corrió a abrazarlo cuando lo vio entrar por la puerta.

- Gracias..., supongo - correspondió el abrazo de maka gana.

- ¡Mucha gente pagó por ver el espectáculo! ¡Tienes talento! - lo agarró por los hombros haciendo un poco de fuerza mientras lo miraba sonriendo maliciosamente. Langa apartaba la mirada para evitar verlo a la cara - no me decepciones - puso su boca cerca del oído de Langa para después besar su cuello.

Ainosuke subió las escaleras para subir a su cuarto dejando a Langa sólo en la entrada, este solo cayó de rodillas al suelo intentando no llorar. Ainosuke solo lo utilizaba, jamás sintió algo por él, solo lo quería por su físico y para ganar dinero. A Langa no le gustaba tocar el violín, a su madre le gustaba mucho tocarlo y por eso le traía malos recuerdos, solo podía recordar a su madre tumbada en esa camilla, tosiendo y luchando contra su enfermedad.

Subió a su cuarto evitando hacer ruido, ya era tarde y todos los sirvientes de Ainosuke estarían durmiendo. Se quitó el traje que tanto lo molestaba y se puso algo cómodo. Ya echado en la cama solo podía recordar a ese pelirrojo con el que había hablado, le pareció lindo y muy amable, las demás personas que se acercaban a él solo era por su físico, pero aquel chico... el era diferente a los demás. Sonreía pensando en él, ese chico lo había tratado bien y lo había halagado por como tocaba el violín, no por su físico o cualquier otra cosa, eso lo había hecho feliz, le alegraba saber que todavía había personas que no se fijaban solo en el aspecto de una persona.

Se acomodó bien y se durmió sin quitar la sonrisa de su rostro, ¿cómo dijo que se llamaba, Reki, verdad?

Ya era por la mañana, me daba mucha pereza levantarme, por más que gritara mi madre no me iba a levantar

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Ya era por la mañana, me daba mucha pereza levantarme, por más que gritara mi madre no me iba a levantar.

- ¡Reki! ¿¡Me estás escuchando!? - escuchaba gritar desde la cocina, mamá gritaba mucho, se escuchaba fuerte cuando ella estaba en el primer piso y yo en el segundo.

- ¡Si! ¡Ya voy! - al final me rendí.

Bajé corriendo para que no se quejara más y me senté en la mesa junto a mis hermanas.

- Hasta que bajas, hijo - me sirvió el desayuno suspirando, ignoré lo que dijo y comencé a comer.

- Déjalo, seguro estaba soñando con el violinista de ayer - mi hermana me sonrió.

- ¡Koyomi! - grité.

- ¡No se habla con comida en la boca! ¡Primero tragar y luego hablar! - respondió mi madre dándome un pequeño golpe en la cabeza, lo que hizo que yo me quejara y mis hermanas se rieran de mí.

- ¿Y que si soñé con el? Su música era genial - hice un puchero sintiendo como mis mejillas se calentaban.

- Uyyy, a Reki le gusta alguien - se burló.

- ¿¡Que!? ¡No me gusta! - me sonrojé más.

Toda se rieron y yo bajé mi mirada intentando tapar mi cara.

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No sé, renga canon 😻💗

𝑻𝒉𝒆 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒊𝒏𝒊𝒔𝒕 // 𝒓𝒆𝒏𝒈𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora