Llegó a su casa, caminando rápido para llegar a su cuarto lo antes posible y encerrarse ahí.
Abriendo la puerta, una mano tocó su hombro.
"Mierda" pensó.
- Pensé que había dejado las cosas claras, Langa - la mano apretó sobre su hombro, tanto que empezó a doler.
- No lo volveré a ver - nada más salió de su boca, estaba asustado.
- Mírame cuando te hablo -.
Langa se dió la vuelta rápida mirándolo a los ojos, estaba temblando, tenía miedo de que le hiciera daño a Reki.
- Ya te dije que no lo volveré a ver... -.
- ¿Y como sé que no me vas a mentir? Tal vez si le hago un poco de daño al chico te quede claro todo - su mano bajo por todo su brazo.
- ¡No! ¡Por favor no! ¡Lo bloquearé para que no me hable más! - lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos - perderé todo contacto con el... Así que por favor, déjalo en paz -.
- Bueno, supongo que me convenciste... Pero este ha sido mi último aviso, espero que cumplas con tu palabra - se dió la vuelta, desapareciendo por una puerta.
Langa entró en su cuarto, ya con varias lágrimas cayendo por sus mejillas. Sacó su móvil, no quería, pero tenía que hacerlo.
Le escribió un pequeño mensaje, disculpándose, y finalmente lo bloqueó, no hablaría más con el, era lo mejor.
Dejó su móvil en la mesilla de noche y se tiró a la cama, sollozando.
Sabía que Reki lo buscaría, pero tendría que ignorarle.
El sonido de la puerta abriéndose se hizo presente.
- Te lo advertí, ¿o no? -.
- Déjame en paz, Tadashi -.
El hombre se sentó en la cama, apartando suavemente los pelos que tenía Langa por la cara.
- Quiero lo mejor para tí, lo sabes -.
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Llegando a mi casa, mi teléfono sonó, era Langa.
Entré en el chat, solo encontré un mensaje de él disculpándose, ¿por qué? No lo entendía.
Empecé a mandarle mensajes preguntándole a que se refería, pero no le llegaban. Era muy confuso.
Abrí la puerta de casa y giré hacia el salón, Koyomi estaba peinando a las gemelas.
- Hola - saludé.
- Hola, ¿que tal con tu noviecito? - mi hermana sonrió.
- ¿¡Reki tiene novio!? - preguntaron las gemelas.
- No, no tengo - suspiré - Koyomi, ¿te puedo contar algo? -.
- Si, claro. Ya he terminado con vosotras, id a enseñárselo a mamá -.
Nanaka y Chihiro se levantaron y se dirigieron hacia el piso de arriba.
- Bueno - me senté - Langa me ha escrito un mensaje disculpándose, no entiendo por qué, no ha hecho nada que me moleste, y los mensajes que le mando no le llegan, ¿eso es raro? -.
- Oh, quizás te ha bloqueado -.
- ¿Qué? ¿Por qué haría eso? Aunque... - Ainosuke me vino a la mente - se puede dar el caso... -.
- Pero no te preocupes, también puede ser que esté sin batería o sin cobertura -.
- Ya, bueno - me levanté - podría ser cualquiera de esas cosas, gracias por las ideas -.
Subí al piso de arriba y encontré a mi madre en el pasillo sosteniendo a las gemelas.
- Vaya, ya llegaste, cariño, ¿que tal te fue? Tu hermana me dijo que estabas con el violinista - sonrió.
- Maldita chivata... - susurré - bien, me fue bien, mamá -.
Bajó al piso de arriba y yo entré en mi habitación, mañana iría a casa de Langa para arreglarlo.
