Me dirigía hacia la casa de Langa, como todos los días, decidido a entrar.
Sabía que en una semana podría verlo pero tendría que seguir insistiendo en entrar a la casa.
Cuando estaba en frente del edificio, miré hacia una ventana en el segundo piso, el estaba ahí, mirándome con una sonrisa.
Mis ojos se iluminaron y le sonreí.
Después de eso me hizo un pequeño gesto con la mano, indicándome que me fuera de aquí.
Mi sonrisa se desvaneció, sin embargo, la suya seguía allí, pero no era una sonrisa alegre, si no una triste.
Lágrimas empezaron a caer por sus mejillas mientras me seguía mirando fijamente.
Se despidió de mi con la mano, agitándola rápidamente. Después se dió la vuelta y desapareció de la ventana.
¿Eso significaba que el no quería verme más? ¿Eso significaba que no lo volvería a ver? Eso no podía ser así.
Entré y llamé al timbre, nadie respondió, así que seguí tocando y tocando.
Finalmente alguien abrió la puerta pero... No era Tadashi.
Era ese hombre, ese maldito hombre.
Me miraba intimidante, me escaneó de abajo arriba sin decir nada.
Hizo una mueca dejando claro que no le agradaba que yo estuviera aquí.
Me armé de valor y hablé.
- ¿Dónde está Langa? -.
- Eso a tí no te importa, fuera de aquí si no quieres problemas -.
No dije nada, simplemente lo empujé para que se hiciera hacia un lado y poder pasar a la casa.
Entre caminando rápidamente dirigiéndome hacia las escaleras para subir al cuarto de Langa, pero una mano me lo impidió.
La mano me empujó hacia atrás y caí al suelo.
- Auch... - me quejé.
- ¿A dónde crees que vas? - Ainosuke me preguntó parándose frente a mí.
- ¿¡Por qué no me dejas ver a Langa!? - le grité enfadado.
- Langa me pertenece, yo decido con quién se junta y con quién no, y tú solo eres un pobre, una mala influencia -.
- ¿Que pasa aquí? - una voz se escuchó.
Era su voz, su suave voz que tanto me gustaba, esa voz que me hacía sentir tranquilidad.
Hacía tanto que no la escuchaba.
- Langa, vete a tu cuarto - le ordenó Ainosuke.
Langa se quedó mirándome en silencio. Parecía estar molesto.
- Te dije que te fueras - susurró.
Me quedé mirándolo fijamente, ¿por qué me miraba de esa forma? ¿Era verdad que estaba mejor sin mi? ¿Era eso?
Comencé a sentir que mi garganta picaba y mis ojos se humedecían.
- Langa, te dije que te fueras a tu cuarto - Ainosuke volvió a hablar, con un tono más alta.
El lo ignoró, sólo seguía mirándome. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
No quería que Langa me odiara.
- Reki - habló bajo pero lo suficientemente alto para que yo lo escuchara - vete de Okinawa - se dió la vuelta y empezó a caminar.
- ¿Eh...? - fue lo único que logré decir.
Volví mi atención hacia Ainosuke, quién me miraba como si quisiera matarme.
Me levanté del suelo y salí corriendo hacia dónde se había ido Langa.
- ¡Oye! - escuché gritar a Ainosuke detrás de mí.
Lo ignoré, en este momento lo único que me importaba era Langa.
Al fin logré ver su silueta, vi como se daba la vuelta para mirarme sorprendido.
Me tiré sobre el, abrazándolo fuerte, no iba a soltarlo.
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Ya no creo que falte mucho para acabar 🙊🙊
Renga canon 😻
