Capítulo 26

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Sólo respira y tranquilizate Katherine. Me digo una vez más

Tyler aún no sube a la habitación, me siento nerviosa se que el me dirá algo respecto a Christopher es por eso que intentó con todas mi fuerzas poder conciliar mi sueño. Pero todos mis esfuerzos son en vano.

Escucho pasos que provienen del pasillo y es ahí donde mi corazón comienza a palpitar tan rápido como si hubiera corrido, mi piel se eriza ante la idea que el se vuelva loco.

En cuanto abre la puerta cierro mis ojos y me obligo a permanecer en esta posición. No lo escucho moverse y eso me inquieta mucho más no necesito mirarlo para saber que esta viendo en mi dirección.

—Katherine se que estas despierta

Mierda, mierda, mierda. Mis ojos me pican debido a las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos, le tengo tanto miedo desde el día regrese nuevamente aqui. Un miedo que quema, esto esta destrozandome por dentro quiero gritar y alejarme de todos, quiero que el se aleje de mi que deje de hacerme daño deseo que esto sea una tonta pesadilla despertar y que todo sea como antes. Pero esta es la absurda y cruel realidad.

—Cielo, no quiero que me tengas miedo no voy a hacerte nada

Y yo no voy a caer en tu trampa otra vez. Dice una voz en mi cabeza y me quedo en la misma posición.

De pronto el sonido de algo rompiéndose hace que me sobre salte. Me incorporó de tal manera que quedó sentada viendo en dirección a Tyler.

—Joder Katherine todo lo quieres hacer por las malas— comienza a acercarse de forma intimidante— que más quieres que haga para que me ames— inhalo el olor a licor que desprende de el—

—S-sólo d-déjame

—NO, mierda no me alejes por favor no

Sus ojos comenzaban a cristalizarse pero aunque fuera así, aunque me prometiera que cambiaría había perdido las esperanzas en el. Intento tomar mi mano pero lo esquivé.

—Joder, yo... Yo de verdad que intentó cambiar pero luego tu me esquivas y me hieres. Tu tienes la culpa de que yo sea así, los hombres te coquetean y muero de los celos sabes

Quería creerle de verdad que si, pero el día en que me lastimó tan profundamente dejo una gran marca. Sin duda va a ser difícil perdonarlo. Estaba temblando, puede que suene exagerado pero es difícil no tenerle miedo a una persona que te ha hecho tanto daño.

Al no contestar me miró directo a los ojos y yo de inmediato aparte la mirada. Sin darme tiempo de si quiera gritar tomo mi rostro en un movimiento brusco y me beso, yo simplemente no podía moverme. De un momento a otro estaba encima de mi quería gritar que se alejara pero era demaciado fuerte a comparación de mi.

—Me vuelves tan jodidamente loco— dijo cuando finalmente se apartó de mis labios—

—DEJAME, NO QUIERO QUE ME TOQUES— lloriqueaba como una niña pequeña pero no me importaba—

—Mierda Katherine, porque siempre quieres que las cosas sean así

Tomo mis muñecas con una sola mano mientras que la otra descendía por mis pechos hasta llegar a el pantalón que tenía como pijama. Mi corazon latía que temía que se fuera a salir de mi pecho y yo sólo podía gritar e intentar patalear; poco a poco fue bajando mi pantalón junto son mis bragas.

—Porfavor, porfavor no lo hagas porfavor... — susurraba con la esperanza de que el me dejará pero al parecer mis palabras no tenían ningún efecto en el—

Cuando terminó de bajarlo subió mi blusa para así dejarme completamente desnuda y expuesta. Tenía tanto asco de el quería gritarle lo sucio y horrible que era pero me volvió a besar de una manera desesperada y sin previo aviso se adentró en mi. No era una manera placentera me dolía tanto pero no podía gritar ya que el aún estaba basándome torpemente.

Al soltarme yo no podía parar de llorar, me casé imaginandome que algún día podría enamorarme de el pero esto no siempre es un cuento de hadas donde llega tu príncipe ideal, se casan y tienen un hijo.

Sin embargo esto no es un cuento de hadas, esto es más que un infierno con el que tengo que vivir. Tenía que irme de aqui no tenía idea del como pero lo haría. Tyler se acostó a un lado de mi diciéndome cuán hermosa era y que no debía llorar.

Me levanté aún sintiendo las lágrimas descender por mis mejillas tomó mi ropa y comencé a ponermela, sin más preámbulo me dirigí al baño. Entre cerré la puerta y sin nada más que perder  abrí la llave del la regadera con o sin agua caliente deje que el agua cayera sobre mi dolorido cuerpo aún con la ropa puesta.

Era consciente de que era de madrugada, me sentía cansada. Pensaba que en cualquier momento me caería del sueño -literalmente- pero realmente quería terminar con todo, conmigo con la vida de mierda que llevaba.

Estaba siendo pisoteada por Tyler, no tenía a nadie cerca de mi ni siquiera a Marisa, al parecer Tyler la despidió de una manera horrible o eso fue lo que las demás chicas me habían dicho. Ya no la tenía a ella quien era la única persona que estaba cerca y en quien podía confiar, la quería demaciado.

Sentía ese estúpido nudo en la garganta pero estaba harta de llorar por cualquier cosa me senté de modo que el agua caía por mi cabeza. Me decía una y mil veces que tenía que ser valiente salir adelante e intentar de algún modo irme.

Pero mientras más lo pensaba más se me hacía imposible, estaba mi padre, Ivonne pero tenía que admitirlo no tenía a nadie cerca de mi que me ayudase. Christopher había llegado a mi vida de una manera inesperada pero ya no podía continuar con esto.

Me levanté cerrando así la llave de la ducha abrí la puerta y gracias a los cielos Tyler estaba en un profundo sueño. Abrí la puerta siendo consciente de el desastre de agua que dejaba a mi paso. Tome un gran suspiro y baje las escaleras tomando mi tiempo ya que todos estarían dormidos.

Entre a la cocina en busca de un poco de licor, lo que fuera. Cuando finalmente lo encontré fui directo al baño donde busque algunas cápsulas hecho eso lo mezcle con el licor y lo tome antes de siquiera arrepentirme. Estaba harta de todo y puede que suene cobarde pero no me importa...nada importa ya

Me senté en el piso con la ligera esperanza de ya no despertar sintiéndome cobarde y valiente al mismo tiempo. Cerré mis ojos pensando en todas esas veces que fui feliz y mi último recuerdo fueron esos lindos ojos azules.

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