Capítulo 14

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¿Alguna vez te has sentido... Vacío? Como si algo te faltara, sintiendo todo pero al mismo nada porque no sabes lo que es, no sabes que es lo que pasa. Solo eres una espectadora hasta de tu propia vida.  

Suspiré tratando de alejar esos pensamientos, Tyler estaba a mi lado durmiendo, mientras tanto yo me perdía en el paisaje oscuro que me ofrecía el cielo nocturno, tenía un extraño nudo en mi garganta que se instaló en mi desde que vi la casa en la que crecí irse desapareciendo de mi campo de visión. Suspiré y tomé la pastilla que me ayudaría a conciliar el sueño, la cual me había dado una muy amable azafata. Solo así los pensamientos de mi mente se fueron despejando. 

Sentí un ligero cosquilleo en mi nariz, traté de quitarlo pero era algo persistente hasta que escuché una risa que reconocía a la perfección.

-Vamos cariño, despierta- abrí mis ojos para ver a Tyler con una sonrisa burlona. 

-¿Ya llegamos?

-Si, vamos que nos espera el chófer.

Asentí y me estiré en el muy cómodo asiento, el padre de Tyler tenía un gusto exquisito al juzgar por el tipo de jet en el cual nos habíamos ido. Me levanté y vi el sol resplandeciente por la ventanilla, no tenía ni idea de la hora que era pero parecía que era la tarde. Sonreí sin ganas porque, a pesar de dormir unas cuantas hora en el avión me sentía cansada y un poco desubicada, aún no podía creer que estaba en Italia con mi esposo. El tomo mi rostro con sus grandes manos y me acerco a el, besándome con ternura pero todo me estaba siendo tan extraño, aún había un vacío.

- ¿Qué quieres hacer primero linda?- dijo él una vez que bajamos del avión.

-Realmente no tengo idea, nunca había venido aquí y no se que puede haber... Solo se que tengo hambre- dije con un poco de pena. La verdad no había puesto atención de cuánto tiempo nos habíamos hecho de viaje, sin embargo no quise preguntar.

-La verdad si había dado un pequeño recorrido por Italia cuando el bufete había tenido tratos con una cadena de hoteles el cual tenía un dueño norteamericano.

-Vaya, tu haz tenido un montón de trabajo- dije mientras nos dirigíamos al auto. 

-En ese entonces yo era más como el aprendiz de mi padre, pase mucho tiempo a su lado, aprendiendo de la profesión. Siempre me gusto más el derecho empresarial que cualquier otro, la verdad no me gusta lidiar tanto con asuntos familiares o de índole penal... Así que mi padre siempre fue mi maestro... Como sea, el punto es que el antiguo dueño buscaba vender, por alguna extraña razón se quería deshacer de estas instalaciones, como te digo, solo era un aprendiz y vi algunas cosas pero no el caso a fondo. 

-Entiendo.

-Así que ahora nos dirigimos a una de las instalaciones que vendió, conocí al hijo del dueño, Giovanni y habíamos tenido cordiales saludos hasta que le dije que quería venir contigo por nuestra luna de miel. Así que nos hizo una reservación en una de sus villas privadas. 

-¿Exactamente en donde estamos?- nos subimos al auto que esperaba por nosotros.

-Estamos en Nápoles, el plan es dar un pequeño recorrido por los lugares más emblemáticos de Italia y finalizar en Venecia.

-Uh, ese plan me encanta. 

-Yo sabía que te encantaría- me sonrió al tiempo que me daba un corto beso-. Así que ahora nos dirigimos directo al hotel,  para ponernos algo de ropa más acorde con el lugar. Después de eso vamos por ahí a comer. Contraté a un guía para que nos lleve a los mejores lugares.  

Asentí y al ver las calles del bonito país, por lo que mi emoción comenzó a sentirse cada vez más; era como algo irreal, yo quería pensar que este sería un paso más para encontrar ese algo que sentía me faltaba. Giré mi rostro para ver a Tyler y decir algo sobre nuestro comienzo, pero observé como estaba atento a su celular, tecleaba con rapidez algún mensaje que yo suponía era importante. Lo dejé seguir con lo suyo porque pese a todo, consideraba que aún con la distancia, tenía trabajo por hacer. 

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