Mis manos sudaban, estaba nerviosa. Tome una bolsa de papas que estaba cercana a mi, ni siquiera sabía de que marca o sabor era, sólo sabía que tenía un propósito, uno no muy bueno. Ajuste los lentes que tenía puestos, y observé mi alrededor algunas personas salieron. Sólo éramos Ian, el vendedor y yo. La idea no era muy buena, pero Ian entendía el riesgo de buscar nuevamente un trabajo, el nos encontraría auque esto tambien era arriesgado.
Suspire y comencé a caminar hacia la caja, mi corazón latía con fuerza y deje las papas junto al hombre que estaba atendiendo.
-¿Sólo eso?
-Dame una botella de whisky- asintió y se giró
Es el el momento.
-¡DAME TODO EL DINERO QUE HAY EN LA CAJA!- gritó Ian de forma fría- el hombre se giró alarmado e intento presionar el botón de emergencia
-Ni se te ocurra hacer algo estúpido- añadí tomando el arma en mis manos tal y como me había enseñado Ian
El hombre alzó sus manos en forma de rendición y comenzó a moverse torpemente. Era razonable que eso pasará, dos personas, ambos con una arma apuntandole, estaba nervioso, yo tambien lo estaba. Comenzó a sacar el dinero de la caja, Ian le tendió una mochila y lo metió ahí.
-¡RAPIDO!
Asintió varias veces y después Ian le arrebató la mochila que contenía billetes de valoes diferentes. No se como pasó exactamente pero subimos a la moto.
-Tapa las placas- me dijo Ian, el me tendió la mochila y de inmediato tape las placas.
Mi corazón aún latía con fueza, estaba temblando. El encendió el motor de la motocicleta y nos fuimos.
-Sigue corriendo niña tonta, de nada te servirá- corrí directamente a los baños y me metí a un cubículo. Mala idea
-Katherine- habló con voz aguda- se que estas aqui.
Cerré mis ojos para intentar no pensar en el pasado.
-Sólo queremos divertirnos, no seas aguafiestas- escuché como abrían las puertas
-Sal de ahí. Ohh, ya entiendo estamos jugando a las escondidas- rió- bien hay que jugar
Se escuchaba como pateaban las puertas, me sobresalte y mis lágrimas cayeron, estaba tan harta de llorar. Era casi imposible no hacerlo. Empujaron la puerta del cubículo, estaba sentada sobre el retrete con mis pies arriba pues este tenía tapa.
-Abre la puerta Katherine- no lo hice y abracé mis piernas. Comenzaron a pegar en la puerta hasta que después de varios minutos abrieron la puerta
-Te encontre- sonrio de manera malvada.
-¡Katherine!- abrí mis ojos regresando a la realidad, ya no tenía mi gorra. Ian detuvo la moto y bajo de ella- ¿estas bien?
Sus ojos demostraban preocupación, todos loa recuerdos me bombardeaban y no podía detenerlos. Tenía un remolino de emociones, felicidad, tristeza, pero sobre rodó enojo hacia todas esas personas que me trataron mal.
Ian me abrazó y yo lo rodee con mis brazos, se sentía bien estar con el, se sentía como lo correcto. Estar con el era como lo mejor de mi vida hasta ahora, suena exagerado pero era real, mis sentimientos hacia el eran reales, pero más que eso me hacía sentir especial y feliz conmigo misma. Me permiti llorar en sus brazos mientras el se limitaba a acariciar mi cabello, ya no lloraba tanto como lo hacía antes pero eso no quitaba que odiaba llorar.-¿Mejor?
-Si, gracias- murmure. Beso mi cabeza y me soltó para así poder irnos.
**
-¿Estas bien?
-Si, sólo... Nada- frunci el ceño, el definitivamente tenía algo y me preocupaba el hecho de no me decía el porque
-Ian, estas siendo distante y raro desde hace días, dime que es lo que tienes
-No soy bueno para ti, Kathe- susurro y bajó la mirada
-¿Esta es la parte en donde se supone que me rompes el corazón? Ian sinceramente no se que esta preocupándote
-Es que en verdad no soy bueno para ti. Hice que me ayudarás a asaltar a una persona
-Si no fueras bueno para mi yo tal vez no estaría aqui, contigo
-Pero yo no te hago bien
-¿Es encerio?- no dijo nada. Tome su rostro en mis manos y prácticamente lo obligue a verme a los ojos- Ian por favor, no digas algo como eso. Gracias a ti estoy saliendo adelante, estoy progresando de alguna forma, haces que mi vida tenga algo se sentido, haces que quiera tenerte siempre a mi lado. Haces tantas jodidas cosas por mi que ahora ya no me da miedo decirte que te amo- abrió sus ojos con sorpresa- no me da miedo nada si tu estas conmigo. Eres lo que quiero, lo que necesito y sobre todo eres la persona que me hace querer ser mejor.
»Se que robar no es la mejor opción, te sientes culpable por ello al igual que yo pero, tu no me obligaste a hacerlo. No vuelvas a decir que no eres bueno para mi porque si lo eres, más que eso, eres lo mejor que me ha dado la vida y yo agradezco eso
Sonreí, al fin le había dicho que lo amaba. Nunca lo había dicho, puede que yo no sepa con exactitud que es el amor, pero seamos sinceros, nadie lo sabe. Ahora se que no es el tiempo que se conocen, si tienen o no los mismo gustos, todo eso mo importa mucho porque sabes que hay algo diferente, sientes cosas por esa persona, quieres y piensas sólo en el, siempre sonríes si el esta pero sobre todo, hace que todo tu pequeño mundo sea mejor.
-Tu... Tu me amas
-Definitivamente lo hago- no dijo nada durante varios minutos, poco a poco su sonrisa creció.
-Tu me amas
-Si- me miró directamente a los ojos, no sabía en que momento había apartado la vista
-Dios, yo...- suspiro y me abrazó, yo lo correspondi
Sonreí aún más, y lo abracé con fuerza, me levantó y di un pequeño grito pero de igual forma reí. Comenzó a girar, al parecer se sentía feliz, yo estaba feliz. Corrección, yo siempre estaba feliz si el me acompañaba. Se detuvo y me bajo al suelo nuevamente, me observó por largos minutos, sentía que mi corazón se saldría de mi pecho creo que nunca me había sentido tan feliz en mi vida.
Tomo mi rostro con suma delicadeza, suspire, era inevitable no hacerlo, si sus ojos azules estaban viéndome fijamente-Te amo
Entonces todo se detuvo, sólo éramos el y yo, diciendo una gran palabra que significaba todo para ambos, un te amo, uno verdadero al que yo podía corresponder porque en verdad lo sentía.
-Joder, me quieres matar- sonreí tímidamente porque el siempre me ponía nerviosa
-Al contrario, tu me vas a matar a mi
Acaricie su mejilla, se había afeitado en la mañana por lo cual aún se sentía ligeramente suave. Me levanté de puntas para así darle un pequeño beso en los labios.
Lo que me encantaba de el era que en verdad sentía algo por mi, a pesar de sólo darnos pequeños besos la atracción estaba ahí, así como el y mi amor por el. El me ha enseñado tantas cosas que, nunca me cansaré de agradecer porque este hombre me ha enseñado algo importante. El sentimiento del amor.
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CRIMINAL
RomanceMalas decisiones, malos caminos. Uno nunca sabe lo que puede pasar, pensamos 'las cosas pasan por algo' pero ¿también es justo sufrir tanto? La vida es difícil lo se, pero aún no comprendo lo que hice para merecer todo esto. Dañada, humillada y sin...