Desperté e hice mi rutina, nunca me gustó hacerlo pero ahora no tenía opción. Por la tarde comencé a hacer unos CupCakes para Christopher, no estaba segura de que tenía que hacer o que decirle.
Cuando termine de adornarlos subí a la habitación para poder darme un baño y arreglarme. Opte por unos jeans claros, una blusa coral y unos zapatos de piso al color de la blusa. Até mi cabello en una coleta alta y no preocupe en maquillarme. Baje y comencé a ver un poco de televisión no estoy segura de cuanto tiempo estuve ahí hasta que tocaron el timbre.
Me levanté porque supuse que era Christopher.
-Hola Kathe ¿si puedo llamarte así?
-Hola y si, si puedes suelen llamarme así. Pero pasa por favor, Tyler aún no llega
-Eso es precisamente lo que quería
-Q-quieres ir a la sala o prefieres ir afuera
-Me sentiría más cómodo afuera- asenti y nos dirigimos a una mesa-
-¿Quieres algo de tomar?
-No, prefiero hablar contigo antes de que llegue- suspire- ¿Te ha hecho algo?
Los recuerdos comenzaron a inundar mi mente, me sentía mal no quería que supiera que tan jodida estaba pero el me ayudaría, de eso estaba segura.
-S-si- susurre y baje mi cabeza-
-Que te ha hecho- tomo mi mano y su mirada tenía una mezcla de furia y lástima-
-El... El me golpea y...- las lágrimas cayeron por mis mejillas y agradecí el no haberme maquillado-
-Ese idiota- su respiración comenzó a ser irregular-
-No importa supongo que yo tuve la culpa al no detenerlo cuando todo empezó
-No te preocupes Kathe, esto ya había pasado...
-¿Que?- tomo una respiración larga-
-Fue cuando teníamos 15, éramos unos chicos desmadrosos y muy mujeriegos. Un día Tyler conoció a una chica su nombre era Carrie, recuerdo que los primeros días hacian todo juntos sus miradas demostraban amor. Pasó un mes y no dejaba que Carrie saliera con nadie, a menos que fuera con el. Se volvió un tipo aterrador hasta que un día ella llegó con algunos golpes y marcas en sus brazos
-Dios...
-Le preguntamos que le había pasado pero ella se negó a decirnos, pasaron los meses, ella adelgazo, estaba pálida y casi siempre tenía golpes. Un día llegó a mi casa tenía un poco de sangre, estaba llorando- el pánico comenzaba a apoderarse de mi- fue ahí donde me dijo que el la golpeaba y quería alejarse de el pero no podía estaba harta de el, de lo que le hacía. Hasta que un día desapareció, ni sus padres sabían donde estaba; Tyler estaba destrozado de verdad la quería pero nunca supo como hacerlo, su inseguridad es más grande que el. Pero terminó lastimandola física y psicológicamente.
-Y nunca se lo dijiste a nadie
Negó con la cabeza- Ella me juro que no le dijera nada a nadie o le iría peor... Dos días después desapareció
-Chris...- me miro con atención- Tengo miedo
-Lo se linda y es por eso que quiero ayudarte. No pude hacer nada por Carrie pero si puedo hacerlo por ti- sonrió un poco- aún no se como te sacaré de aqui pero ideare algo lo prometo
-Gracias, de verdad gracias
-No lo hagas- me regaló una sonrisa cálida- ¿que haces en tu tiempo libre?- dijo pasando a un tema más casual-
-Leer o pintar
-Woah tu pintas- asenti- tendré que ver algunas pinturas tuyas
-Tengo mi estudio si quieres puedo enseñarte algo
-Por supuesto, ¿vamos?-asentí y nos fuimos directo a mi pequeño estudio-
Estaba asustada, no por el simple hecho de lo que Christopher me dijo era el miedo a lo que Tyler podría hacerme. Intentaba ponerle atención a lo que Chris me decía pero mi mente sólo imaginaba diferentes escenarios donde Tyler me hacía daño.
-Entonces si- me sacó de mis pensamientos-
-Perdón que decías- sonrió mostrando sus perfectos dientes blancos-
-Que si me vendes esta asombrosa pintura
-No tienes porque comprarla, te la regalo
-¿De verdad?- asenti- muchas gracias
Tocaron la puerta, de repente sentí un escalofrío.
-A-adelante
-Señora ha llegado su esposo, esta abajo en la estancia
-Gracias Elle ahora vamos- mi piel comenzó a ponerse de gallina- v-vamos
Bajamos en silencio, no quería hablar con Tyler quería huir, irme lejos donde ni el ni nadie pudiera hacerme daño.
-Hola cariño- dijo Tyler acercándose a mi y dándome un beso en la mejilla- Hola Chris, Katherine te mostro la casa?
-Sólo su estudio, pinta genial de hecho me regaló una de sus pinturas
-Tiene un don genuino- me sonrió- bueno, que les parece si pasamos al comedor
-Sería estupendo, muero de hambre
Y con eso nos dirigimos al comedor para así tener una larga y cómoda conversación con Christopher.
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CRIMINAL
RomanceMalas decisiones, malos caminos. Uno nunca sabe lo que puede pasar, pensamos 'las cosas pasan por algo' pero ¿también es justo sufrir tanto? La vida es difícil lo se, pero aún no comprendo lo que hice para merecer todo esto. Dañada, humillada y sin...