Abrí los ojos y vi el sol entrando por la puerta del balcón, suspiré y me estire para quitar el poco sueño que tenía recordando aún en la noche anterior.
Era un poco infantil de mi parte seguir pensando el aquel muchacho con el que había intercambiado unas pocas palabras, pero había algo que lo hacía diferente al resto de los chicos que solía invitarme a salir, ya que ellos solo quería una cosa de mi, coger.
Si bien, en algún punto de mi vida llegué a ser alguien a quien solía gustarle salir con los chicos y disfrutar de su vida sexual, no era algo que en este punto de mi vida quisiera, porque no solo era tener sexo y ya, quería a alguien que me amara. Quería tener el amor que no tuve con mi familia. Era algo que añoraba.Me levanté de la cama y me dirigí al baño a lavar mis dientes para así poder bajar a desayunar. Generalmente como mi padre no solía estar en casa, me sentaba en la cocina en compañía de todo el personal que se encargaba de mantener en buenas condiciones la casa, éramos personas con suerte, mi padre podía darse el lujo de pagarle a 15 personas para que cuidarán su casa, y de alguna forma esas 15 personas eran las que se habían convertido en mi familia.
-Hola Mar- le sonreí- buenos días.
-Tu padre está aquí- mi cara de confusión le dió risa.
-¿Y qué hace aquí? Bueno, el generalmente nunca está en casa, es raro que esté aquí para algo que no sea dormir.
Se encogió de hombros y me hizo una seña para que fuera al comedor, suspiré con resignación pero me dirigí a dónde estaba mi padre, el cual estaba sentado con sus lentes de lectura y su libro, ya que todas las mañanas le agradaba leer un poco.
-Buenos días- dijo sin apartar la mirada de su libro
-Buenos días- mordi mi labio inferior- ¿que haces aquí? ¿No tienes que ir a trabajar?
-Aunque no lo creas sigo viviendo aquí- dijo con seriedad y un poco de molestia.
-No, no me refería a eso, es que casi nunca estás y es extraño.
Aparto la mirada de su libro y me vio fijamente como si yo hubiese dicho algo muy estúpido. Marisa entro con la cafetera y un plato de fruta en sus manos.
-¿Más café señor?
-Si- dijo de forma tosca y aparto la mirada de mi.
Tomé asiento en el otro extremo de la mesa donde ya había un plato y una taza de café lista para mí, el cual solo endulce y puse un poco de crema, tome una rebanada de pan y unté mantequilla.
Era incómodo el ambiente ahí, había mucho silencio y realmente ninguno de los dos estaba pensando en hacer algo al respecto. Procure comer un poco más rápido de lo normal porque ni siquiera había tomado mi teléfono ya que creí que sería una mañana normal.-Ayer noté que Tyler Smith hablaba contigo- su declaración me tomó por sorpresa.
-Uh... Si, intercambiamos un par de palabras.
-Él es una persona muy importante, apenas se graduó, pero su padre es uno de los abogados más reconocidos, un colega bastante agradable. Como sea él ha demostrado que es un muy buen litigante.
-Uh, vale.
-Sería algo bueno si tú lo llamaras.
Hasta ese momento caí en cuenta que ninguno de los dos habíamos pedido nuestro número, eso era una pena.
-No intercambiamos números. Como dije, solo fueron unas cuántas palabras.
-Entiendo...- el silencio volvió a reinar el lugar hasta que el se levantó de la mesa y salió del comedor sin decir nada.
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CRIMINAL
RomansaMalas decisiones, malos caminos. Uno nunca sabe lo que puede pasar, pensamos 'las cosas pasan por algo' pero ¿también es justo sufrir tanto? La vida es difícil lo se, pero aún no comprendo lo que hice para merecer todo esto. Dañada, humillada y sin...