Capítulo 44

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Reí, me dolía el estómago por hacerlo. El también lo hizo pero sabía el porque precisamente, de cierta forma, sabía que el buscaba no hacerme recordar todo lo ocurrido. Se acercó mas a mi y quede con mi cabeza en su pecho mis manos en su torso desnudo, mientras que el tenía una mano en mi espalda y la otra detrás de su cabeza.
Escuchaba el latir de su corazón, era reconfortante.

-¿Podríamos salir a algún lado? Aunque sea lejos- dije después de algún tiempo.

-¿Algún lado? ¿Como cuál?

-No se, a comer algo, dar un paseo con Samm, algo como eso.

-No estaría nada mal, además no has salido mucho. Te haría bien.

-Genial. Entonces voy a bañarme- me levanté de la cama y sentí el frío piso, observé a Ian quien sonreía de forma burlona.

-Deberías, estas toda apestosa- comenzó a reír.

-Aqui el único apestoso eres tu- tome una almohada y la lancé. Generalmente el era rápido pero esta vez no logró esquivar el golpe.

-Oh, eso es injusto.

Entre rápido al baño y cerré la puerta antes de que a el se le ocurriera lanzar algo. Tenía esa sonrisa boba en mi cara, estaba feliz de tenerlo a mi lado.
Abrí la llave y espere a que el agua se calentara; me despoje de mi ropa, entre a la regadera y sentí el agua tibia por todo mi cuerpo, no lo había notado hasta entonces pero estaba algo tensa, esto me relajó.

Tome el shampoo y el jabón, entonces note la cicatriz que quedaba cerca de mi costilla derecha. En un momento llegó a doler pero saber que Joseph lo provocó dolía. Dolía saber que nunca me amó.
Salí de la ducha y tome una toalla que estaban cerca de ahí, enrolle una en mi cuerpo, salí de la habitación, Ian tenía una taza en su mano y estaba en la ventana viendo el exterior.

-¿Que haces?

-Nada, no me había dado cuenta que los vecinos de enfrente habían puesto a la venta su casa.

-¿Lo conocías?

-No mucho- se encogió de hombros- sólo se que eran una pareja, nunca supe si tuvieron un hijo, eran reservados.

Me acerqué a el y bese su hombro de manera distraída. Había mucha gente por las calles, tal vez no eran tantas pero aún me sorprendía ver la calle en donde iban y venían.
Me aleje de la ventana y comencé a buscar ropa, estaba mojando el piso con mi cabello el cual aún estaba mojado.

-Oye, ¿me pasas otra toalla? Estoy haciendo un desastre- el asíntio y tardó unos segundos en voltear.

-¿Porque se supone que las personas se mudan?- me gire para observarlo. Me tendió otra toalla y la tomé.

-Gracias- la enrolle en mi cabello y volví a observar a Ian-. Supongo que se mudan para comenzar de nuevo en otro lugar, tal vez haya mejores cosas o tal vez no.

-Buena respuesta- observó la cama con detenimiento y después sacudió su cabeza- iré a hacer el desayuno.

Se acercó a mi y me dio un pequeño beso en los labios, después salió. Comencé a cantar pequeñas partes de una cancion antigua que solía gustarme mucho y comencé a cambiarme.

***

-¿No le dará miedo?- pregunté mientras subía a la parte de atrás de la moto.

-No creo- se encogió de hombros y me dio a Samm.

-Bien Sammy. Aqui vamos.

Lo tome con una mano y lo pase hacia mi estómago. Ian no tardó en acomodarse, pase una mano por su cintura y con la otra me asegure de que Samm no se cayera.

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