CRIMINAL

Capítulo 34

Sólo tienes que bajar Katherine, no es igual a Tyler, no lo es

Intentaba convencerme a mi misma pero por más que quería no lo lograba. Estaba aterrada, el me había besado y no era eso lo que me tenía así, era la idea de volver a creer en alguien.

¿Confío en el? Si pero no lo suficiente, se que el me ayudó pero aún así tengo miedo que me lastime. No me gusta esta sensación pero que más podía esperar después de todo el infierno que viví. Inhalé y me acurruque aún más en la cama, las lágrimas amenazaban con salir, quería llorar, gritar y borrar todo lo que pase. Escuché ruidos abajo pero no tome mucha importancia porque sabía que el se iría en cualquier momento.

Cerré mis ojos para poder dormir un poco ya que lo que restaba de la madrugada no pude dormir muy bien.

-Hola cariño ¿Me extrañaste?

-Tu... Tu no puedes

-Yo no puedo ¿que? Estar aqui- sonrió de una manera cínica- cielo, creí que eras más inteligente

Mi corazón latía con fuerza no sabía en donde estaba, era sólo una habitación fría, pequeña con un aroma peculiar, estaba alumbrado por tan sólo un pequeño y viejo foco y al parecer no había muebles.

-Te has portado muy mal, sabes lo que hice para poder encontrarte y ahora que estamos juntos hay que recuperar el tiempo perdido

Intente correr pero no podía mis piernas no respondían, es como si me hubiera congelado en este lugar. Cuando el estaba cerca de mi comenzó a golpearme, lloraba y gritaba que me dejará en paz pero al parecer a el le gustaba mi sufrimiento.

Abrí mis ojos de golpe sentía que me faltaba aire así que me levanté lo más rápido posible intentando alejar de mi mente esa abrumadora pesadilla. Toque mi frente sintiendo una fina capa de sudor en ella, no importaba. Habían pasado meses desde que me fui de ahí no había tenido una pesadilla como esta.

Tome mis toallas para así poder darme un baño e intentar relajarme. Pero no funcionó no podía dejar de pensar en Tyler, en lo que viví, en el beso con Ian. No es como si el lo fuese a recordar pero tenía una pequeña esperanza aunque no quisiera admitirlo. Tome algunas prendas sin importar el color baje ya que mi cuerpo pedía algo de comida.

Al bajar tome algunas cosas para preparar algo rápido. Una vez que estuvo todo listo me senté a comer pero mi estómago comenzó a revolverse, sentía unas náuseas horribles así que corrí al baño al abrir la puerta me puse a arcadas y vacie mi estómago hasta que sentí que alguien tomaba mi cabello. Sabía que era el pero ahora no tenía tiempo de decir algo.

-Tranquila, ya pasará- acarició mi espalda

Cuando termine me senté en el piso y jale la palanca.

-Siento que hayas visto eso

-No te preocupes, eso es lo de menos en este momento. ¿Ya habías comido?

-Uhum...

-¿Crees que te haya hecho daño algo que comiste?

-No lo se

-¿Quieres... Quieres algo? No se un...

-No te preocupes, sólo iré a dormir- me levanté y enjuague mi boca, lo último que quería es tener esa horrible sensación.

Subí las escaleras aún sabiendo que Ian me miraba; no estaba bien, el quiso ser amable conmigo y yo ni siquiera le dije gracias. No habría nada que hacer de todos modos, el seguía molesto conmigo. Entre a la habitación sintiéndome terrible por todo, me recoste en la cama viendo el techo.

-Katherine, tienes que comer algo

Abrí mis ojos viendo así su cara preocupada, tenía un plato de lo que yo supuse que era sopa. Fue un lindo gesto por parte de el pero ahora lo que menos quería saber era sobre comida.

-Gracias pero ahora lo que menos quiero es comer

-Lo se cari.... Katherine, Katherine- su mirada demostraba dolor

-¿Estas bien?

-Si, lo siento.... Sólo come ¿si? Por favor

Dejo el plato en la mesita de noche y salió; el me confundía esta bien que se preocupe por mi pero el tambien se cierra demasiado y es por eso que tengo miedo el que sean lindo conmigo y después se vuelva frío. Suspire sin saber que hacer, hasta que recordé que cuando me sentía mal Marisa me preparaba algo para así compensar lo que había perdido.

Como un poco de el caldo de pollo que había traído Ian y volví a acurrucarme en la cama sintiéndome un poco mejor. Eran las 8 más o menos así que decidí bajar para beber un poco de agua, las luces estaban apagadas pero gracias a la luz de la luna podía distinguir bien las cosas. Tome un vaso y serví un poco de agua y comencé a beber el contenido, cuando termine deje el vaso en el fregadero y me dirigí a las escaleras.

-¿Ya te sientes mejor?- di un pequeño salto pero vi directamente a donde el estaba, el sofá

-Me asustaste

-Lo siento

-Pero si, ya estoy mucho mejor

-Me alegro- iba a irme pero no podía, mejor dicho no quería. Me acerqué a el- gracias

-¿Eh?

-Por preocuparte por mi

-No tienes porque hacerlo, me agradas ¿sabes? Tiene mucho que no me siento así de bien

-Pero no he hecho nada

-Lo haces, pero no te das cuenta- sonreí, gire sin sin saber que más decir a pesar de no querer irme- ¡oye!

Gire antes de subir las escaleras para poder verlo.

-¿Si?

-Aún no olvido la promesa

-¿Promesa?- se levantó y se puso a un lado de mi

-En la madrugada tu me dijiste que volveríamos a ser como antes

Abrí mis ojos con sorpresa porque si el recordaba eso era obvio que recordaría el beso. Me asuste por un momento porque ahora no sabía que hacer, el sonrió de una manera linda.

-Creo que si lo recuerdas... Como sea yo iré a dormir descansa, mañana haré el desayuno ¿vale?

-Hum... Si

-Entonces, linda noche descansa

Se acercó a mi tanto que su aliento y el mío chocaban, sus labios estaban a milímetros de los míos y lo que hizo fue darme un pequeño beso en la comisura de mis labios. Se separó de mi sonrió y subió las escaleras.