Capítulo 30

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Sentía el aire frío golpear mi rostro, a pesar de que mi mejilla aún ardía me sentía entusiasmada. Sentía un gran alivio dejar a Tyler, fue como si me quitaran un gran peso de encima.

Ian no tenía cascos lo cual no me molestó ya que así me podía sentir un poco más libre de alguna manera. Inhale el olor masculino que el desprendía, algo en el llamaba mi atención.

Aprecie la gran ciudad de Nueva York, habíamos dejado atrás la gran casa, ni horrible vida a Tyler. Poco a poco los grandes edificios fueron reemplazados por casas humildes y otras más antiguas y descuidadas.

—Llegamos— frente a nosotros había una pequeña casa, tenía un pórtico muy descuidado— se que no es mucho y no estas acostumbrada a esto pero es lo que tengo

Tomo las llaves y abrió la puerta, tenía una pequeña sala donde había basura y restos de comida por doquier, a un lado había una mesa para cuatro personas junto a la cocina donde se podía ver los platos sucios que se acumulaban. Había unas escaleras a la derecha.

—Mañana te llevaré a donde tu quieras ahora lo que tenemos que hacer es ver ese golpe— asenti y nos dirigimos a la parte de arriba—

Había sólo tres puertas me llevó a una donde estaba el baño, era sencillo pero a diferencia de toda la casa este estaba limpio.

—¿Te duele?— tocó mi mejilla pero aparte mi rostro— te arde cierto

—Si— asintió y saco una pomada de un mueble que había ahí—

—Puede que te duela, pero mañana estarás mejor

—Gracias... Por todo

—No lo hagas, el no tenía porque hacerlo

—Pero si no lo hubieras hecho estoy segura de que estaría peor

—Oh... Bueno pues que bueno que llegue— sonrió mientras tomaba un poco de pomada y la coloco en mi mejilla lo cual me hizo sentir algo que jamás había sentido — como sea, a donde te llevaré— me saco de mis pensamientos—

—Con respecto a eso yo... Yo no— suspire con pesadez—

—¿No tienes a nadie?— baje mi mirada— no tienes porque avergonzarte yo tampoco tengo a nadie

Tenía el impulso de preguntar el porque pero decidí no hacerlo.

—Yo quería... Sólo su tu puedes... O quieres... Esto es difícil— sonrió de manera adorable— no te burles

—Sólo me parece tierno como te sonrojas— volví a bajar la mirada— si, si puedes— lo vi un poco curiosa— si te puedes quedar

—Gracias

—Entonces ven, tengo una habitación de más, mañana puedes bañarte— entramos a una habitación pequeña, tenia una cama individual, el papel tapiz era azul con franjas blancas y tenía un pequeño baúl enfrente de la cama— en ese baúl hay ropa que puedes usar

—¿Tu novia no se molestará?— por un momento temí la respuesta—

—Si revive yo creo que si

Sonrió con melancolía y salió de ahí no sin antes cerrar la puerta

Ahora que pensaba todo detenidamente no lo conocía, no sabía a que más podría dedicarse, sus apellidos. Estaba con un completo extraño pero no podía irme de todos modos, no tenía a nadie de confianza y de ser así Tyler me buscaría.

Me acerqué a la puerta para ponerle seguro, hecho eso abrí el baúl en donde encontré blusas, vestidos, jeans, pijamas, shorts de todo. Opte por tomar un short y blusa de pijama, deshice el peinado que tenía para poder descansar mejor.

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