CONTRAST (Markhyuck)

Capítulo 15 (Informativo)

— Lamentamos decirle que sí la niña no recibe los cuidados necesarios, deberá ser enviada a China con un pariente de su padre— informo la trabajadora social.

— ¿Yo también podré regresar a China?

— Lamento informarle, pero la respuesta es no. Si usted desea regresar a China deberá hacerlo por sus medios, ya que ante la ley de Corea del Sur usted ya es un ciudadano independiente y adulto. La custodia total de la niña recaerá en aquel pariente lejano de su padre, si usted no consigue trabajo y demuestra que es capaz de cuidar a su hermana.

— No quiero perder a mi hermana, es lo único que me queda. — susurró Renjun. La trabajadora social le dio una sonrisa compasiva.

— Primero que nada, necesita conseguir un lugar donde vivir.

Renjun se despertó bastante temprano esa mañana, casi no pudo dormir y preparó el desayuno para Mei, como siempre, pero a diferencia de otras veces, ahora sí había mucha comida en su refrigerador.

— Gracias hermano — dijo la niña, masticaba y agitaba sus pies con alegría mientras terminaba de comer su sustentoso desayuno.

Renjun sonrió y se apoyó en el marco de la puerta.

— ¿Puedo ver algo en la tele antes de irme? — Renjun levantó una ceja y vio al reloj en la pared, le hizo recordar que tenía diez minutos retrasados y tenía que arreglar eso.

— De acuerdo, pero sabes a la hora que nos tenemos que ir. Quiero que te peines bien y que cepilles tus dientes.

Mei asintió con fuerza, tomó su plato y corrió a la sala, pasando a lado de Renjun.

Renjun sonrió y permaneció un momento en el marco de la puerta, simplemente viendo al suelo con una mirada suave, repentinamente se dio cuenta de cómo se vería y cambió de posición. Escucho a Mei gritar desde la sala a unos metros, no encontraba el control remoto.

— A ver... volviste a perder el control remoto.

Mei se quejó y buscó desesperadamente bajo los almohadones del sofá. Renjun sintió la vena de su cien latir un poco, pero sin hacer mala cara le ayudó en su búsqueda.

— ¿Sabes qué? Mientras yo busco el control, tú vas a terminar de prepararte, así cuando se haga la hora de irnos, no tienes que correr. — sugirió Renjun.

— De acuerdo. — Mei Ling abandonó la habitación en un abrir y cerrar de ojos. Renjun inhaló y exhaló, y continuó buscando.

Finalmente lo encontró, bajo uno de los muebles y sonrió un poco. Luego se dejó caer sobre el viejo sofá y abrazo uno de los almohadones, mientras prendía el televisor.

— ¿Lo encontraste? — gritó la niña desde el baño, su voz se escuchaba un poco ahogada, probablemente estaba cepillando sus dientes.

Renjun hizo un sonido con su garganta de afirmación, y cambió los canales sin pensarlo. Hace años que no veía televisión, mejor dicho, hace años que no se sentaba en el sofá a descansar. De pronto uno de los canales le llamó la atención, las imágenes transmitidas eran de un lugar muy familiar, demasiado familiar.

Era el lugar de Jungmo.

La reportera hablaba con voz firme y clara, los detalles de lo sucedido. Aparentemente la policía ya era conocedora de la actividad sospechosa en ese barrio lejano de la ciudad, pero no habían tenido pruebas suficientes para tomar acción, hasta ayer por la noche. Renjun miraba las imágenes con sumo cuidado, ni siquiera sabía que habían llegado periodistas y camarógrafos a la escena. Ahora que lo recuerda, ni siquiera sabe si Haechan había logrado salir de ahí, ya que simplemente huyó sin mirar atrás, Renjun en ese momento solo pensó en que si terminaba preso, perdería la custodia de Mei.