CAPITULO 1

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-¡Y por eso esperaba con la carita empapada que llegaras con rosas!¡Con mil rosas para mi!- cantaba la joven mientras salía de casa.

Cerro la puerta con doble llave y poniéndose sus audífonos comenzó a caminar a la parada de autobús, vivía en un pequeño pueblo olvidado por Dios en el estado de Morelos, si había unos 100 habitantes era demasiado y la mayoría se trataba de ancianos que ya se habían retirado desde hacía mucho, por eso mismo y por la inexplicable elección de vivienda de sus tíos tenía que tomar un camión a las 5 y media de la mañana para llegar a la escuela, que encantador.

-¡___!,¿ya tan temprano?- pregunto un hombre en bicicleta que bajo el ritmo para saludar.

- Ai señor Carmelo, es que hoy toca exponer, ya me voy que si no me deja el camion- aceleró el paso y subió el volumen a los auriculares.

Corrió mientras de fondo sonaba una de sus canciones favoritas de Manëskin.

Bla bla bla bla bla bla bla bla.

Subio al camion saludando al chófer de todos los días y se sentó al fondo del autobús vacío.

I wanna fuck, let's go to my spot.

De su mochila sacó un libro de portada negra y letras en oro y empezó a leer, recostandose en tres asientos para estar más cómoda, se había quedado en una parte muy interesante.

But i'm too drunk and I can't get hard.

Ha

Ha

Ha

Ha

Ha

Hard.

Cuando menos se dio cuenta ya tenía que bajar y maldijo el tener que ir a su escuela, pidió la parada y en menos de 5 minutos ya había tomado otro camión, solo que en este se encontró a su amiga, Alexis le saludó desde su lugar y señaló el asiento vacío que tanto se había esmerado en conseguirle, ___ le sonrió y se fue a sentar junto a ella.

- Buenos días, ¿cómo amaneció mi foránea favorita?- bromeo esta.

- Ja ja, muy graciosa- esta vez la chica sacó un pan que no había comido aun-, amanecí con hambre, ¿y tú?

- Con flojera como siempre- respondió la castaña.

- No me sorprende realmente.

Siguieron hablando durante un buen rato hasta llegar a dos calles antes de la escuela, ambas bajaron y siguieron su plática, pararon en una papelería ya que a Alexis se le había olvidado sacar unas copias, una vez hecho lo necesario entraron a la preparatoria, último semestre, a nada de la recta final, la universidad, aunque a la castaña no le interesaba en lo más mínimo, a ___ si, eso podría marcar toda la diferencia en su vida y le provocaba demasiado estrés, ya había ido al médico varias veces por enfermedades y alergias provocadas por los nervios y vivía a base de medicamentos, pero claro, ella también tenía sus gustos.

Su amiga le abrazó del hombro y le enseñó algo en su celular, se trataba de un lindo dibujo de una chica de tez Blanca con cabello verde y fleco rosa entallada en un vestido rojo de bodas.

- Esta lindisimo- reconoció ___.

- Si, está artista tiene mucho talento, pienso que hasta debería trabajar en la serie.

-¿Tu crees?

- Por supuesto que sí.

En eso, el timbre tocó y ambas corrieron para llegar a su aula. Normalmente, Alexis llegaba como a la segunda hora de clases y eso si tenía ganas de ir, pero ese día era diferente, a primera hora tenían clase con el profesor Vicente, un hombre alto y robusto que era calvo y contaba con una barba poco larga y tupida, sus ojos marrones penetrantes como una daga hacían que todos los estudiantes que lo vieran quisieran pedirle perdón por hacerlo, era profesor de matemáticas y ciencias y ahora mismo tenian que exponer de ese tema con el.

Mientras pasaba lista los temblores se hacían más evidentes y a ___ también empezó a darle miedo, quiso sacar sus pastillas para el estrés pero en su clase no se permitía eso.

- Muy bien jovenes- hablo el profesor dejando de lado la lista-, empezemos las exposiciones, primero pasa el equipo de Mariana por favor.

Los integrantes se levantaron con los nervios a flor de piel y durante toda su explicación la lengua se les trababa y los conceptos eran confundidos regularmente, no habían ni terminado cuando el maestro los quitó de enfrente y les puso un 5 a cada uno por no estar preparados, el estrés aumemto y deseo volver a su libro.

Por suerte, Vicente dejaba libres a los chicos 15 minutos entre hora y hora, lo suficiente para terminar su libro mientras Alexis y su equipo hacían una lámina improvisada en medio pasillo. Volvió a leer, se quedó en medio del bosque, acompañándolo en una camioneta robada a punto de tomar una importante decisión.

Decirle, o no decirle, esa era la cuestión.

Al final decidió confiar en ella y el castaño confesó lo de su conexión, emocionada la mujer pidió unas coordenadas, sin pensarlo mucho ___ le dijo el primer número que se le vino a la mente: 106.

De inmediato y sin vacilaciones se movió a esa página y por fin hallaron el final del libro, aquel chico que empezó siendo un desconocido escapó siendo un amigo más para ella.

"Espero poder conocerte algún dia"

"Gracias por todo"

Fue lo último entendible que leyó antes del anuncio del inevitable: Fin.

Cerro el libro y ni siquiera había procesado bien lo ocurrido cuando les llamaron de nuevo a la entrada, entraron incluso más nerviosos de lo que habían salido, pero ___ se sentía extraña, le empezó a doler la cabeza y las náuseas llegaron como un relámpago, se sentía azotada por un impensable malestar que le hizo hacer muecas en su asiento, Alexis la vio desde su lugar y le hizo señas para preguntarle si estaba bien.

" Como te digo que me siento como bicho aplastado" pensó ella, estaba a punto de pedir permiso al profesor de ir al intento de enfermería que tenían pero justo en ese momento le llamaron para exponer. Se levantó y puso la lámina junto a su equipo, se presentaron y empezaron a explicar su tema, pero ella no podía concentrarse, lo que era realmente extraño, ahora sentía escalofríos y su vista era borrosa, quiso hablar pero si abría la boca lo mas probable es que vomitara, entonces, entre la inquietud de sus sentidos, escuchó que entre susurros le llamaban.

___

___

Era una voz que no conocía, pero se le hacía macabramente familiar.

-____- susurro José tratando de llamar su atención pero esta no hacía caso.

- Bueno, como les decía- Juan trataba de hacer tiempo con su parte.

Entonces y sin previo aviso, la joven calló desmayada al suelo y fue llevada a enfermería por Alexis y José.

Mientras que, en la mochila de la chica, del libro salía una cosa viscosa de color negruzco que no reflejaba la luz.

En la casa de ___ empezó a temblar, la estructura se tambaleaba de un lado a otro y de su interior comenzó a emanar una sustancia parecida a la tinta aunque siendo más acuosa de lo normal, cubrió las paredes, el techo y el suelo, entonces, de la sala, surgió una bestia inofensiva, un gusano interdimensional. Este se arqueó y abrió sus fauces para dejar salir a sus pasajeros.

- Hay no, hay no, hay no, es el mismo lugar - la adolescente estaba un tanto histérica.

El gusano se fue dejando a todos en ese vacío de oscuridad.

- Llegamos al mismo lugar, en la misma cárcel- la adulta se arrodilló por completo rendida.

- No, no no puede ser, no la veo, no esta- el joven miraba a lo más parecido a un cielo en ese lugar de oscuridad-, no la veo, este no es el libro.

La sustancia comenzó a diluirse en la nada dejando al descubierto los pisos y paredes para escapar por el techo. Estaban en una casa, por su cuenta.

La dimensión equivocada// Kaleb x lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora