CAPITULO 20

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- Oye no creo que...

- Hay vamos Daniel, diviértete de vez en cuando.

Gustavo y Daniel caminaban por entre la multitud del concierto hasta llegar al límite de la verja de metal atrás de los lugares más privilegiados, el joven Dani estaba nervioso, nunca había ido a uno de esos eventos, ni menos a escondidas de sus padres, si se enteraban lo matarían y cortarían su cuerpo en pedacitos para hacerlo en pozole, ni siquiera quería estar realmente ahí, su amigo lo había arrastrado casi a fuerzas, era casi porque el aceptó en cuanto Tavo le puso sus ojos de tlacuache aplastado.

De repente los gritos le rodearon, la banda había subido al escenario y un acorde de guitarra acompañado de un violín provocó un estruendo en la techumbre que resonó en los oídos del miope durante un rato, sintió que le tocaron el hombro y vio a su amigo que le sonreía.

-¡Oye!- le gritó por sobre la música y los gritos-, ¡te la dedico cerebrito!

Justo en ese momento se escuchó la voz del vocalista.

Si acaso tu no ves.

Más haya de tu nariz.

No oyes a una flor reír.

¿Se la dedicaba?, eso era bueno ¿no?, pero ni siquiera sabía que decía la canción.

Amigo Sancho escúchame, no todo tiene aquí un porque.

Un camino lo hacen los pies.

No entendía el porqué Tavo se la dedicaria, la letra en sí parecía pura absurda poesia, tal vez barroca o romántica. No lo comprendio del todo hasta que escuchó lo siguiente:

Si puedes definir.

El odio o el amor.

Amigo que desilusión.

Su padre, Armando, solía definir todo lo que veía y obligarlo a que el también lo hiciera, encerrando lo en un cuadrado de pensamiento donde lo único válido que existía eran los hechos que escritos estaban en el papel y las palabras de los profesores de su escuela. Entonces comenzó a entender las demás metáforas, no sabía si había comprendido del todo la intención de su amigo al dedicarle esa canción.

-¡¿Porque?!- preguntó cuando comenzo de nuevo la instrumental.

-¡¿Que?!

-¡¿Por que me la dedicas?!- sentía lágrimas comenzar a salir de sus ojos.

-¡Aprende a vivir Dani, no siempre serás la sombra de tu padre!- Tavo lo abrazo-,¡si tu marcas tu propio camino Miguel también lo hará!¡Solo se tu, no te cierres!

Se separaron un poco y Daniel dirigio su mirada en los orbes marrones que lo miraban con ternura, compasión, cariño.

A veces siento al despertar.

Al verlos era como si se le quitara un peso de encima, como si aquellos iris tan adorables y juveniles fuesen la solución a todos sus problemas y la respuesta a cualquier pregunta.

Que el sueño es la realidad.

Esos ojos que eran como un sueño hecho realidad.

Ambos jóvenes corrían por la terminal de autobuses teniendo aún la toga y el birrete de su graduación de la universidad, el de lentes veía una y otra vez en su bolsa mientras intentaba no chocar con nadie ni pegar con su maleta.

- No nos hace falta nada, Dani, vámonos que nos va a dejar el camion- Gustavo tomo de la mano a su aún amigo y lo obligó a correr a su ritmo.

Así como lo había dicho el rockero apenas llegaron a tiempo y fueron los últimos en subir al camión Oro con dirección a Yucatan, se sentaron juntos y al salir de la estación Tavo abrio la ventana y sacó un papel de su mochila, en este se podía leer la advertencia de Armando, con su impecable letra cursiva hecha con un bolígrafo de punta fina.

-¿Que es lo que el gran contador Daniel Jimenez Argon hará con la carta de su padre?- dijo el chico como si fuese un presentador de televisión.

El licenciado tomó la hoja y la arrugó por completo para después votarla por la ventana, viendo como caía a la carretera y era aplastada por los automóviles que por ahí pasaban.

- Que se vaya a la chingada- respondió.

El de cabellos largos se río y abrazó a su amigo.

- Te enseñaré todo el mundo, Daniel, te lo prometo.

Este sonrio y acaricio la cabeza de Gustavo.

- Y yo lo disfrutaré mucho, Tavo.

Así fue que empezó la travesía de ambos atrás vez de países y continentes, paisajes y experiencias donde eventualmente, y con mucha razón, descubrirían que no solo sentían amistad.

La dimensión equivocada// Kaleb x lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora