CAPITULO 45

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-¿Ya podemos volver a la casa?- pregunto un adormilado Jeremy sobre los hombros de Aghata.

- No, estamos cerca- ___ caminaba descalza y en pijama por las calles, dirigiéndose directamente a la costa del puerto.

-¿Que le picó a tu novia?- reclamo Sam a Kaleb.

Este se encogió de hombros, era poco más de las 12 de la noche cuando ___ fue a buscar al agente para levantar a todos los demás, que se vistieran con las ropas con las que salieron del libro, tomarán sus cosas y salir, no le explico nada, ni siquiera le dirigió la mirada, estaba actuando muy extraño, se adelantó un poco y caminó a su lado.

-¿ Que pasa ___?¿Es algo malo?- pregunto el chico.

Ella nuevamente no le miró, pero tampoco contestó, le ignoró y siguió su camino, eso fue como clavar una daga en el corazón de Kaleb, le había ignorado, nunca antes había hecho eso, ¿acaso el hizo algo mal?, no lo recordaba.

Llegaron a la orilla del mar, la luna se veía gigante en el cielo azulado, tan brillante y tan hermosa, al agente la aprecio un poco hasta que vio como ___ retrocedía de a poco de la orilla.

- ___, ya enserio- hablo Aghata un poco molesta-¿qué hacemos...?

La joven no la dejó continuar ya que empezó a correr y saltó a las aguas, un escalofrío recorrió a Kaleb, quie  intentó evitar que cayera sin conseguirlo, pero tampoco fue necesario, sus pies se pararon firmemente sobre el agua, como si esta fuera sólida, los presentes quedaron impactados, ella los miró y les dijo:

- Salten, no tenemos toda la noche- y como si fuera lo más normal del mundo comenzó a caminar sobre el agua helada del mar.

Los demás le hicieron caso, y sorpresivamente también lograron que el agua los sostuviera, como si de cemento se tratase.

Siguieron caminando sobre las aguas, empezaban a entender lo que estaban a punto de hacer, o al menos el agente se lo imaginaba, iba a devolverlos a su dimensión, pero...el, no quería hacerlo, se sentía bien en ese lugar, estaba tranquilo, había sido feliz por primera vez en muchos años, desde ese día en el que decidió hacer esa estupidez nunca había sido tan afortunado, tener amigos, una mujer a la cual adorar, tener una familia, acelero el paso para ir a la par de ___ pero esta caminaba mucho más rápido, el solo miró su silueta siendo iluminada por la radiante luna, era tan elegante, tan hermosa, no quería separarse de su lado, tenía que decirle que se quedaría y que no estaba a discusión.

Hubo un momento en el que ___ paro, estaban ya muy lejos de la costa, adentrados en el mar, miro a la luna, que sería su único testigo, sacó de su bolsillo una moneda de plata con las letras Be y Hache grabadas de forma garigoleada, esta tintineo a la luz blanca y la joven la dejó caer sobre el agua.

- Con permiso del Lord de la maldad- empezó a conjurar-, le ofrezco este pago al barquero que los ha de llevar de mi dimensión a la suya, donde mi Lord reina en absoluto con su maldad.

La moneda se desintegró de apoco en el agua y cuando los demás estaban cerca y su pareja le tomó el hombro, frente a ellos emergió un enorme portal negro del cual salían lamentos como una sinfonía de dolor exquisita, Aghata sintió un cosquilleo en su estómago.

Sam y Jeremy también quedaron anonadados, una réplica de sus ciudades, eso era el libro, y ahora, viajarían al mundo "real" de donde salió.

- Entren- hablo la joven-, el barquero los espera a todos del otro lado.

La primera en cruzar fue Walton, quien se despidió con un abrazo de ___ agradeciéndole por todo.

Le siguieron ambos hermanos quienes también se despidieron de la joven, solo quedaron ella y el agente que la había traicionado.

- No volvere- sentencio Kaleb-, voy a quedarme aquí, contigo- el se acerco más y tomo con delicadeza ambas manos de su novia.

___ lo vio a los ojos, esos lindos ojos negros que le habían robado el corazón, pero los mismos que le traicionaron ofreciéndole por su decepción solo su tristeza.

Aún así, ella se había enamorado completamente de el, lo menos que quería era verlo dañado, quería mantenerlo a salvo de todo, pero muy en el fondo lo odiaba, por haber vendido su alma, por hacerla jugar a la ruleta rusa con el mismísimo señor del mal.

Era algo complicado, muy complicado.

- Kaleb- dijo por fin ___-, te amo.

Tomo la barbilla del agente y la alzo para darle un dulce beso, el chico le siguió, pensó que sería más difícil convencerla de que se quedaría, pero no se quejaba, ___ hizo que cambiaran de posición, el chico dando la espalda al portal mientras ella lo besaba.

Cuando se separaron, el chico abrazó fuertemente a su amada, estarían juntos, el sería feliz, tendría la paz que tanto había anhelado.

Pero sus crueles palabras lo cambiaron todo.

- Te llamaré siempre que pueda Kaleb, debes volver, te voy a extrañar, mi lindo tamagochi- ella le dio otro beso, uno fugaz en los labios y antes de que el pudiera decir algo más.

___ lo empujó.

El joven vio los ojos llenos de lágrimas de la chica, su cuerpo temblaba de miedo, y aunque se sentía traicionado quería saber porque ella lloraba, cual era el motivo de su llanto, ese rostro inundado de incertidumbre y terror fue lo último que vio antes de entrar por completo al portal.

Cayo de espaldas al líquido negro que inundaba el interior de ese lugar, miró frente suyo, el portal iluminado de luz blanca se cerró por completo, Kaleb sintió un vacío inmenso en su pecho, ahora debía volver, ahora su paz se había ido y con ella su felicidad tan larga.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y hubiera llorado de no ser porque la voz de Aghata le llamó:

- Kaleb, sube- le tendió su mano, ella ya estaba sobre una barca junto a los hermanos y un hombre encapuchado de negro.

El joven volteó a verla y con la poca fuerza que le quedaba tomó la mano de la mujer y subió al barco, el encapuchado empezó a remar, como si se tratara de una góndola italiana, Sam se le acercó al ver su mirada de tristeza.

- Oye, ¿ estás bien?- pregunto ella.

- No- respondió y se desplomó en llanto.

No quería volver, no quería estar ahí, quería estar volviendo con ___ a la casa de Amanda, comenzar de nuevo, recuperar lo que perdió.

Pero desgraciadamente, ese no era su destino.

La dimensión equivocada// Kaleb x lectora//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora