Sus decisiones la llevaron a ese punto crítico, donde nunca pensó que estaría.
Era solo una serie para niños ¿no?
Si era así, entonces porque el joven de cabellos castaños estaba en la sala de su casa.
- Ya empezaste de dramática- dijo Gustavo entre risas-, se que Daniel se va a enojar pero no es como para que te mate.
A Aghata no le parecio que estuviera hablando de ese tal Daniel, se acercó a la adolescente y agachándose un poco para estar a su altura le preguntó:
-¿Que tienes?
Fue entonces que ___ empezó a tartamudear sabiendo que probablemente todos la odiarian por haber hecho lo que hizo, pero era algo muy serio y no podía mantenerlo en secreto, hacerlo podría significar matar a todos en esa sala incluyendo la a ella, temblorosa, logró articular sus palabras:
- Y-yo lo...lo siento, esto es un grave error, lo lamento de verdad.
-¿Que sucede?, sabes que puedes confiar en nosotros verdad- Kaleb le dirigía una mirada compasiva.
-No es que no lo entienden- se alejo mucho mas-, no tendrían que ser reales esto no tendría que estar pasando, ¡verga se supone que solo era una serie!
- Lenguaje por favor- su tío se acercó un poco-, mira ahora mismo estas alterada a sido un día difícil es mejor que vallas a descansar y después...
- No hay un después o un antes, decidí mal, esto no era lo correcto- la voz de ___ se quebraba al pronunciar cada palabra.
-¡Solo dilo de una vez no estoy para juegos!- grito la otra chica
-¡Sam!- regaño su hermano
- Yo- miro a Kaleb y le dolió en el Alma lo que iba a decir-...soy parte de Black Hat Organización.
Un silencio pesado se apoderó del ambiente y la expresión del agente cambió a una de absoluta incredulidad, no lo a aceptaba no era posible, no quería que fuera real.
-¿Tanto drama por una serie para niños?, realmente necesito aquí a Daniel- el rockero salió de la sala para hacer una llamada.
-¿Eso es verdad?¿Me mentiste?- el joven le miraba como a una desconocida.
- No era mi intencion- ___ estaba igual de decepcionada-, yo no sabia que fueran reales.
- Pues no somos de chocolate - Aghata estaba perdiendo su paciencia-, estando aquí contigo corremos peligro, no podemos quedarnos más tiempo.
- Es que no lo entienden- ella saco su celular y rápidamente busco lo que necesitaba-, ustedes no deberían ser reales, ni Black Hat ni P.E.A.C.E. ni podemos bailar, todo esto no tendría que ser real.
Les mostró una publicación de Twitter del año 2021.
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Los presentes se quedaron helados y la joven les enseñó otra publicación, de diferente fecha pero del mismo usuario:
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Kaleb retrocedió asustado y shockeado, las manos le temblaron y estas abrazaron su cuerpo en busca de alguna clase de consuelo para su alma después de su epifanía, no era real, no tendría que serlo, el era solo un personaje ficticio en un libro infantil, un cruel libro infantil, uno que lo había hecho sufrir, que le había arrebatado su vida, que le había quitado la memoria.
- No fue mi intención mentirte- le hablo con sinceridad ___-, no lo sabia, se suponía que solo era una serie animada, pensé que yo no afectaría en nada- se acercó al joven y posó su mano en el hombro de este-, lo lamento tanto Kaleb, lo siento.
Este no dijo nada, los demás presentes se habían quedado sin palabras y se limitaban a ver a la nada mientras filosofaban sobre su revelación.
___ no pensaba decir nada más, con lo que había hecho era suficiente, habría cosas que se quedarían en secreto, solo para ella, por el bien de sus protegidos y tal vez por el bien de ella.
- Se que es mucho pedir- volvió a hablar, está vez dirigiéndose a todos-, pero les ruego que confíen en mí, no volveré a cometer el mismo error se los juro.
En medio del abrumador silencio se escuchó el asentir de las cabezas, la muchacha sintió como se le agregaba peso en el hombro, miró la cabellera castaña de su amigo recargada en su cuerpo, él temblaba y ella lo abrazó para intentar calmarlo, pareció funcionar y en un susurro ___ le pregunto:
-¿Puedo seguir guíandote?
Aunque la respuesta tardó un poco, llegó certera como una flecha.
- No podría hacerlo sin ti.
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El cielo nublado con la contaminación de la isla tronaba con efusión y entusiasmo, Black Hat se alzaba en una recóndita parte del bosque a la orilla del mar envenenado con H3-X, un cúmulo de nubes carmín como la sangre se ciñó sobre el y los relámpagos salían de ellas con saña, el ente alzó la mano y con un chasquido atrajo a esta un rayo que empezó a formar una figura conocida, al poco tiempo este se disipó y en la mano del amo de la maldad se encontraba una de sus más preciadas reliquias, un libro de pasta gruesa forrada por seda negra con el título y el número 106 bordados con hilo del oro más exquisito.
Una vez conseguido de vuelta su tesoro volvió sobre sus pasos directo a la mansión en forma de sombrero en la cual habitaba. Una vez en esta camino hasta lo más profundo de su hogar y abrio una puerta color dorado con su llave de plata, única en su tipo causante de pesadillas y malestares, dentro del cuarto solo se hallaba una sencilla mesita de madera de roble, sobre ella se encontraba un soporte de libros de cristal, en este, posó su libro de maldades y lo encerro con una cúpula de vidrio hecha a la medida con tintes carmín en su parte inferior.
Salio de su pequeña salita cerrando con llave, era uno de sus tantos secretos que nadie debía conocer. Sonrió y río inevitablemente al saber que su nuevo programa estaba a punto de empezar.
Se sentó en su sillón negro y prendió el televisor, sintonizó en el canal 666 y presenció como una jovencita a abrazaba con fuerza a un desorientado agente poco inteligente.
Disfrutaba mucho de ver programas así, ma si el era el productor.
