𝑴𝒊 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 ||𝑫𝒖𝒔𝒌𝒘𝒐𝒐𝒅||

𝑽𝒊𝒆𝒓𝒛𝒆𝒉𝒏

         Después de unas horas, la chica pelirroja se había unido a ellos aprovechando su tiempo de descanso. Hablaron sobre cosas de la universidad y días que podían usar para salir de paseo.

Mc amaba ese tiempo de calidad que tenía con ambos, en su antiguo hogar no podía darse esos lujos gracias a sus padres.

Realmente, nunca supo ni comprendió la idea de la amistad.

Hasta que conoció a Jessy, aquella chica de personalidad tan extrovertida. Desde que llegó a la universidad, fue la primera en recibirla e incluirla en su grupo de amigos, donde conoció a todos los que fueron sus amigos en algún momento.

Pero al menos agradecía, que a pesar de las circunstancias, Jessy se mantuviera leal a su lado.

Todo era risas y un rato ameno, hasta que al rubio se le ocurrió romper aquello, para pasar a un ambiente tenso.

—Bueno ahora sí Mc, cuéntanos sobre ese chico misterioso que te trae en las nubes —le causó gracia ver como la chica se ahogaba con su bebida, más cuando también se dio cuenta que Jessy los observaba de manera interrogante.

—Eres una perra desgraciada —respondió con odio mientras limpiaba los rastros de la bebida que habían quedado esparcidos en sus labios.

—Oye no seas grosera —le dijo el rubio ofendido mientras se llevaba una mano al pecho.

—Explícate Mc —mantuvo su vista fija en la chica, ya que ahora tenía una inmensa curiosidad de saber lo que estaba pasando.

Mc le dio un último sorbo a su bebida antes de hablar, esto con una postura pacifica, ya que sabía la reacción que tendría aquel dúo.

 —Antes que nada quiero decir que no quiero que se espanten ni se pongan histericos, primero dejenme contar todo y después me cuestionan.

Ambos asintieron intrigados, puesto que las palabras que había usado la chica eran meramente curiosas, y eso despertaba aún más la curiosidad que ambos tenían en ese momento.

Mc sabía que ambos comenzarían a cuestionarla una vez que terminara su curiosa historia con Jake, pero sí por equis o ye razón, tenía una pelea con ambos por estarse relacionando con desconocidos; entonces habrían muchos más problemas.

—Hace unos días recibí el mensaje de un desconocido, este desconocido me dijo que me iba a ayudar a eliminar la publicación de Hannah y cualquier otra cosa que perjudicará mi identidad o integridad. Este desconocido se llama Jake y he estado manteniendo contacto con él desde entonces, resulta que es un hacker y también me ayudo a eliminar y privar los mensajes de los hombres precoces de la universidad —llevó su mirada hacia ambos chicos los cuales escuchaban de manera silenciosa, tal como ella lo había pedido, pero eso significaba una señal de alerta y ya estaba preparada para ello. —Tengo una amistad con él, si lo podríamos llamar de cierta manera.

Jessy permanecía callada, analizando a detalle lo que su mejor amiga les había dicho, mientras que Richy, oh Richy; él ya estaba preparado para darle el sermón de su vida a la chica.

—¿Qué hemos hablado sobre mantener contacto con desconocidos? Tú misma lo has dicho Mc, es un hacker, tal vez y solamente quiere sacarte provecho de algo.

Ambos se sorprendieron ya que la que había dicho eso, fue nada mas y nada menos que Jessy.

—No me lo esperaba, pero concuerdo con Jessy.

Mc no esperaba mucho sinceramente, pero igual tenía la leve esperanza de que sus amigos la apoyaran o estuvieran agradecidos de que existiera alguien que sin conocerla, la quería ayudar.

"Te quiero proteger" fue el mensaje que recordó, que en algún momento Jake le había mandado.

Y no se dejaría guiar por los comentarios de sus amigos, los quería mucho, pero no iba a permitir que le levantaran falsos a Jake.

A él no.

—Créanme que no quiero sonar grosera, pero Jake ha sido el único que ha hecho algo con tal de parar todo lo que me está pasando.

Sonó cruda y ruda, pero no iba a dejar que hablaran mal del chico que ha hecho mucho por ella sin siquiera conocerla a fondo.

—Por lo que les pido de todo corazón, que no se dejen guiar por la manera en la que apareció en mi vida, sino por la que ha hecho un impacto en ella.

Ambos se quedaron callados, y al ver que no iban a decir nada más, se levantó tomando su mochila y colgándosela en uno de sus hombros.

—Nos vemos mañana, hasta luego —se despidió para después salir del Aurora.