Jessy se había marchado del departamento hace una hora, el haber hablado con ella le había ayudado mucho, ambas prometieron no volver a mantener distancia. Mc también le había prometido que le presentaría a Jake, siempre y cuando éste estuviera de acuerdo.
Cuando terminó de cenar recibió un mensaje, pensó que podría ser Jake o Jessy, pero se extrañó al ver al remitente.
Al despedirse de Lilly, muchas dudas y preguntas comenzaron a indagarse en la mente de Mc, ¿de qué querría hablar Lilly con ella? Muy probablemente algo respecto a Hannah, ¿para qué otra cosa sería?
No estaba segura, decidió dormir de una vez para que el día siguiente llegará rápido. Al tener su alarma lista, se arropó con las mantas de su cama y cerró sus ojos dejándose llevar por los brazos de Morfeo.
Esperaba pacientemente en la recepción del edificio, sus ojos estaban enfocados en mirar del otro lado de la puerta con tal de divisar la motocicleta de Jake, ésta vez traía unos guantes ya que el día anterior no se lo mencionó a Jake, pero sus manos se habían congelado un poco y no quiso darle molestias.
Sonrió cuando lo vio estacionarse frente al edificio, salió por la puerta mientras el guardia le deseaba un buen día, le regresó el gesto con amabilidad.
Jake apagó el motor y levantó el visor del casco, Mc admiró aquellos ojos azules.
—Tengo algo para ti.
—¿Para mí? —ladeó la cabeza.
Jake ladeó la cabeza por igual, siguiéndole el pequeño juego.
—Sí, ayer no me dijiste nada, pero cuando llegue a mi casa me di cuenta —de su mochila sacó unos guantes de cuero, los cuales le extendió a Mc.
—No, no, ya tengo unos —alzó sus manos para que viera los guantes de tela que tenía.
—No estoy de acuerdo, yo te invite a subir a mi moto, y si ahora estaré viniendo por ti, lo menos que puedo hacer por ti es ofrecerte el equipo necesario para que estés cómoda durante el viaje, no quiero que te lastimes Mc.
Mc tomó los guantes de cuero, un pequeño sonrojo invadió sus mejillas, Jake tenía pequeños detalles con ella que la hacían avivar ese sentimiento que estaba en su pecho constantemente cada que estaba junto a Jake.
Se dio un golpe internamente y se colocó el casco que Jake le había dado, ahora con un poco más de experiencia, guardó sus guantes de tela y se puso los que Jake le había entregado. Una vez con el equipo puesto, se subió detrás de Jake, pero antes de abrazarlo observó como Jake sacaba otra cosa de su mochila.
Cuando lo sacó se lo extendió, quedando perpleja por lo que le estaba ofreciendo.
Era un Pollito Cuerda de color amarillo.
—¿Y eso?
—Un pollito.
Mc soltó una pequeña risa.
—Sé que es un pollito, ¿pero por qué me lo das?
—Lo compre para ti, para que juegues con él mientras estamos en la motocicleta —al decir eso rascó su nuca, demostrando que estaba nervioso.
Mc sonrió cálidamente, desde que conoció a Jake, este solo se ha empeñado en hacerla sentir bien y segura, pensó en alguna manera de que no se aburriera mientras él conducía.
Admitía que lo único que podía hacer al estar de pasajera, era admirar la belleza del cielo; fuera de eso no había mucho que hacer.
Tomó con delicadeza el pollito y lo acarició, como si se tratase de un pollito real.
Abrazó a Jake con todas sus fuerzas.
—Gracias, por todo lo que haces por mí —sonrió por debajo del casco.
Jake correspondió el abrazo.
—Gracias a ti, por dejarme estar a tu lado.
Después de unos segundos ambos se separaron y emprendieron camino hacia la universidad, teniendo ambos un pequeño sonrojo en sus mejillas y los dos corazones saltando a la par con frenesí.
En el camino, Mc jugaba con el pollito, simulaba que los hombros de Jake eran montañas y el pollito tenía que escalarlas, siendo ella quien movía el pollito. Mientras que Jake al escuchar sus pequeñas risas, a cada momento se enamoraba más y más de su princesa pecosa.
Hacía mucho que una sonrisa no se quedaba plasmada en sus labios a causa de alguien más.
Y le encantaba que la responsable de eso, fuera Mc.
Cuando llegaron al estacionamiento, Mc se bajó primero desabrochándose el casco y colocándolo en donde antes estaba sentada, le quiso dar el pollito, pero Jake la detuvo.
—Quédatelo, es tuyo. Lo compre para ti Mc.
Mc sonrió y le volvió a dar un abrazo. Ésta vez se separó de él, quedando en un abrazo asimétrico.
—¿Pasaras el almuerzo con tus amigos?
—Bueno, Jessy me avisó que no vendría hoy por algo de su familia, y Ricardo, no sé, pero probablemente no, hoy tiene taller de carpintería. Aunque una amiga quiere hablar conmigo sobre algo.
—¿Te tomará mucho tiempo?
—No lo creo, tal vez quince minutos.
—Bien, entonces, ¿te molestaría pasar el almuerzo conmigo?
—Claro, solo que, tendría que pasar antes a la cafetería a comprar algo, normalmente nunca traigo algo para comer.
—Lo supuse, pero no te preocupes. Ésta vez no lleves nada, confía en mi.
Mc asintió simplemente, tenía toda su confianza puesta en él.
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Se escuchaban constantemente los tonos de llamada, suspiró molesta. Desde ayer por la noche estaba tratando de comunicarse con los dueños de aquel número.
Deseaba con todas sus fuerzas que respondieran, por fin tenía el arma para deshacerse por completo de Mc, pero mientras aquellas personas no respondieran, no podría hacer más.
Y para poder conseguir ese numero tuvo que recurrir a otros métodos, pero no le importaba, haría cualquier cosa con tal de ver destruida a Mc.
Esa era su última carta, si fallaba otra vez, enloquecería.
—¿Diga?
Su corazón brincó de felicidad.
—Si, ¿señor Oberlin?
—Él habla, ¿quién es?
—No soy nadie en particular, pero me enteré que están buscando a Mc Oberlin, ¿o estoy mal?
—¡Así es, es mi hija!, ¿sabe donde esta? Estamos realmente preocupados por ella, hace varios meses que se fue de casa y queremos saber donde esta.
Hannah sonrió con malicia.
—Claro que sé, ¿tiene donde anotar?
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𝑴𝒊 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 ||𝑫𝒖𝒔𝒌𝒘𝒐𝒐𝒅||
FanficMc es una chica común y corriente como cualquier otra, con unos grandes amigos que la quieren, todo parecía ir normal en su vida; hasta que los ataques iniciaron. Nunca se había sentido tan insegura en su vida, hasta que llegó él. Aquel hacker que s...