Cómo se supone que unos jóvenes sepan cómo criar niños, es casi seguro que cometieran algunos errores por no decir muchos, pero para eso está para intentar aprender y superar.
☞ one-shot de la vida diaria de estas familias o cituacion inventadas.s
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Roier a sus cinco años se enfermo de bronquitis, parecía un resfriado común pero Luzu y Quackity se preocuparon ya que a pesar de "vivir" juntos dormían en cuartos separados, normalmente en las mañanas Roier corría al cuarto de alguno para despertarlo con un ataque de besitos endulzando su mañana.
Pero hoy fue la diferencia a las 8 de la mañana ambos preocupados fueron al cuarto de Roier, el pobre niño estaba tapado hasta la garganta con todas sus cobijas, rojo con un tomate y jadeando.
Quackity corrió a tomar a su hijo en brazos, causando lágrimas en Roier el cual a duras penas dijo en muy bajito
-me duele-
Dijo tomando su garganta, ninguno de los dos necesito más para que Quackity cargará a Roier, mientras Luzu le ponía una cobija encima, nisiquiera se molestaron en ponerle calzado ya que Quackity lo llevaría y trairia de vuelta en brazos.
Ambos fueron al pediatra como si sus vidas dependieran de eso sin importarle empujar a alguien o llegar agotados, al final su prioridad sería Roier a ser hijo del alcalde.
Una vez que lo atendieron y tuvieron que inyectarlo, Quackity y Luzu sufrieron más de lo que sufrieron cuando lo vacunan, Luzu en algún punto empezó a liberar su aroma para tranquilizar a su hijo y a Quackity lograndolo y que Roier terminará Dormido pero con menos fiebre.
Quackity desde que llegaron a casa no se separo ni un minuto de Roier, llevando todo tipo de cosas que quisiera ver o hacer Roier.
Incluso le dio la pizarra mágica para que escribiera y no fuerce su garganta y se puso a ver caricaturas con el, el único momento que se separo fue para ponerse algo liviano y no transmitirle más calor del que debe.
Luzu por otro lado dejo de lado sus obligaciones como alcalde y se dedicó a alimentar a su familia y mantener la casa limpia y ventilida.
Roier solo tenía una pequeña mueca que demostraba lo mal que se sentía, solo que cuando se sentía muy mal empezá a buscar más mimos y Quackity lo empezaba a revisar para ver cuál medicamento darle.
Ya en la noche Roier escribió en su pizarra mágica "Odio estar enfermo cuando ustedes se están llevando bien sin peleas, hoy hubiera sido un gran día para ir a explorar"
-oh bebé, no te preocupes te llevaremos cuando te cures a un hermoso lago en bosque lleno de patitos-
Dijo Luzu besando la mejilla de su hijo junto con un abracito lleno de amor provocando una sonrisa en Roier, Quackity se quedó un poco callado, sabía que lastimaba a su hijo pero no podía evitarlo, era como si Big Q lo susurrara al oído recordándole todo su dolor y lo cegarra, así que cuando se separo y lo miraron esperando una respuesta fingió una sonrisa
-si te llevaremos-
Con eso Quackity empezó a cantar esa canción que solía cantarle de bebé.
-Que horas son No lo se Las campanas don din dan Repicando lo dirán Que horas son Yo no se Cuando oigas dan don din Es que son las 6 al fin En la torre el tecolote Ya se despertó El cuclillo del reloj respondió cu cuuú Que horas son Son las Las campanas dan din don Te lo dicen en canción. Buenas noches hasta mañana Que Juan Pestañas ya va a llegar El viejito de los sueños Bonitos cuentos te contará, Buenas noches hasta mañana Que Juan Pestañas ya va a venir Ponte tu pijama Metete a la cama Porque ya es la hora de dormir.-.
En ese punto Roier ya estába dormido pero Luzu seguía prestándole atención mirándolo fijamente cómo acariciaba la nariz y frente de Roier, hasta terminar la canción con una sonrisa embriaga se amor y maternidad.
-muy bonita la canción-
Quackity al estar en su propio mundo contésto sin odio solo con profunda paz entre susurros
-mi abuela solía cantarnosla a mis primos y a mi, es de Cri Cri-
Después de unos minutos cuando Quackity vio que estaba su hijo en sueño profundo regreso a su lugar mira so a Luzu mirándolo con frialdad suavizada.
-ve a dormir yo lo cuidare-
-no, es mi hijo también y me quedaré los días en vela que sean necesarios para que esté sano de nuevo-
Ambos pasaron la noche solo protegiendo el sueño de su hijo, bajando sus fiebres dándole su medicina arrullandolo.
En la mañana lo despertaron con una ataque de besitos y un desayuno liviano, junto con una pequeña pelea por qué tome sus medicinas.
Roier deseo ese día que todos sus días fueran iguales, por desgracia los sueños no se cumplen y los adultos son egoístas.
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