Retorcido [TomTord]

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–Relájate, hombre. –Dijo Matt, dejándose caer en el asiento que estaba a su lado.

–¿Qué quieres decir? –Tord dijo, mirando alrededor del aula para luego mirar a sus manos.

–Te ves demasiado tenso ¿Estás nervioso por las calificaciones? ¿No hablaste con Ridgewell y lo convenciste de que te diera otra oportunidad?

–Si, lo hice, no me reprobó, me acabo de enterar que me dio una D. –Había sido un gran alivio. Tord no creía nunca haber estado tan feliz por recibir una D.

–Felicidades. –Dijo Matt con una sonrisa leve, dándole palmaditas en la espalda. –Todavía me sorprende que lograrás  convencerlo. –Tord cuidadosamente evitó los ojos de su amigo pelirrojo.

–Hablando del rey de Roma. –Matt murmuró. El silencio instantáneo que cayó sobre la clase era casi divertido, casi. Tord echó un vistazo a la alta figura de Ridgewell antes de dejar caer su mirada.

–Las calificaciones de mitad de período fueron ingresadas. –Dijo Ridgewell, sin rodeos. –Informé las notas de treinta y ocho estudiantes cuyas calificaciones fueron menores a C, los informes fueron enviados a la Oficina del Secretario, quien las distribuyó entre ustedes. –Hizo una pausa. –Si tienen alguna duda, adelante. –Silencio, un tipo levantó la mano.

–¿Sí, señor Taylor? –Dijo Ridgewell, caminando hacia el estudiante. Tord no miró.

–No lo entiendo. –Taylor dijo. –¡Tengo una F y al parecer eso es todo! ¿Ni siquiera puedo mejorar mi nota? En todas las demás clases, las calificaciones de mitad de período no afectan nuestro promedio del todo. Existen, más o menos, para decirnos dónde estamos en la clase, y si tenemos o no que trabajar más, pero al parecer, no en su clase ¡yo no lo entiendo! –Tord se encogió.

–Pobre chico... –Matt murmuró, hubo una pausa.

–Sr. Taylor. –Ridgewell dijo por fin, su voz peligrosamente suave. –¿Leyó el plan de estudios?

–Bueno... sí, seguro. –Taylor parecía todo menos alguien seguro.

–Si usted leyera el plan de estudios, sabría que en mi clase sí afectan sus calificaciones finales. En otras palabras, si usted recibe una calificación de mitad de período desaprobada, usted no conseguirá una nota final aprobatoria. No hay excepciones.

–¡Pero no es justo! –Dijo Taylor. –¡Así no es como se hacen las cosas en las otras clases!

–Así es como se hacen las cosas en mi clase. –De ser posible, la voz de Ridgewell se hizo aún más suave. –Yo no pasaré a un estudiante que tenga un récord de asistencia horrible para la mitad del periodo y falló en entregar sus tareas o se demoró. Si usted leyera el plan de estudios, como yo les indique el primer día del ciclo, usted no estaría en esta situación. Puede dar las gracias sólo a sí mismo ¿Tiene otras preguntas? ¿Preguntas inteligentes?

–No… –Taylor se quejó.

–Ahora ¿Alguien más quiere perder mi tiempo con preguntas sin sentido de las que se supone que deben saber las respuestas? –El silencio era casi sobrenatural. Nadie se atrevió ni siquiera a respirar. –Bien. –Ridgewell volvió a su escritorio.

–Vaya... –Susurró Matt, apenas audible. –¿Qué se le metió por el culo y murió ahí? –Probablemente la frustración de que no pudiera reprobarme, pensó Tord.

Su piel se erizó. Miró hacia arriba y encontró a Ridgewell dándole una mirada de tal odio que hizo que se sienta algo de escalofríos. Tord levantó la barbilla y le miró a los ojos con firmeza. En serio, ¿cuál era el problema del tipo? No era como si él hubiera obligado a poner su polla en la boca de su estudiante. El pensamiento el recuerdo hizo a Tord sonrojarse y removerse en su asiento incómodo.