Retorcido [TomTord]

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–No lo entiendo. –Dijo Matt, una semana después, mirándolo desde el otro lado de la mesa de la cafetería del campus. –¿Por qué está siendo tan pendejo contigo? Quiero decir, él siempre es un pendejo, pero últimamente ha sido un súper pendejo cuando se trata de ti. –Tord reprimió un suspiro, Matt tenía razón. Ridgewell le había estado tratando como una mierda toda la semana, no es que eso fuese una completa sorpresa. –En serio ¿mataste a su gato o dejaste un pollo ensangrentado en su puerta o algo? –Tord negó con la cabeza. –Tiene que haber alguna explicación, se está poniendo ridículo. La gente está comenzando a hablar. –La taza de café de Tord se detuvo a medio camino a su boca.

–¿A hablar?

–No importa. –Matt hizo una mueca, viéndose un poco incómodo. –Sólo algunos rumores estúpidos.

–¿Qué rumores, Matt? –Matt tomó un sorbo de su café.

–Algunos piensan que es sospechoso que Ridgewell no te diera una nota reprobatoria a mitad de período. –Tord dejó de respirar.

–¿Qué?

–Algunos dicen que lo has chantajeado para que te dé una calificación aprobatoria, te dije que era estúpido. –Tord se relajó, recostándose en su silla.

–Sí… estúpido.

–En realidad, es un poco extraño ¿no crees? Pensé que te haría fallar de seguro pero no lo hizo, y ahora él es un idiota total contigo. Todo esto es raro. –Matt le dirigió una mirada sondeándolo. –¿Estás seguro de que no estás ocultando algo de mí? –Tord sintió una punzada de culpabilidad, tomó un sorbo de su café y miró a su taza.

–Puede ser.

–Muy bien, suéltalo. –Dijo Matt, fijando sus ojos en él, Tord comenzó trazando el borde de la taza con el dedo, siguiendo su forma.

–Yo... ¿Recuerdas el consejo que me diste? ¿Sobre Ridgewell? –Matt se rió entre dientes.

–¿Te refieres a coquetear?

–Ridgewell no me dio una calificación aprobatoria porque él se apiadó de mí, Matt. –Las cejas de Matt se fruncieron, luego su boca se abrio.

–De ninguna manera ¿En realidad seguiste mi consejo? –Tord hizo una mueca.

–No exactamente. –Él miró el sándwich en el plato y tiró del queso que salía por los bordes. –Hice más que coquetear. –Un sonido metálico le hizo mirar hacia arriba, Matt había dejado caer su tenedor y ahora estaba mirándolo con los ojos muy abiertos.

–Estás bromeando.

–Ojalá. –Matt miró a su alrededor y luego acercó su silla.

–Entonces ¿qué te hizo hacer?

–¿Qué crees? No un trabajo de mano de seguro.

–Santa mierda ¿Le hiciste una mamada? –Tord asintió secamente. Matt dejó escapar una breve carcajada.

–Wow, nunca pensé que realmente coquetearías con él, mucho menos... Entonces ¿cómo fue? Quiero decir, ¿te dio asco? –Tomó un sorbo de café. Tord estaba tentado a decir que sí, habría hecho todo más sencillo pero no podía obligarse a sí mismo a mentir.

–No. –Dijo Tord. –Estuvo bien. Incluso la primera vez. –Matt se atragantó con el café y empezó a toser.

–¿La primera vez? –Dijo cuándo la tos, finalmente cedió. –¿Quieres decir que lo hiciste más de una vez? ¿Todavía te obliga a hacerlo por una calificación? –Tord se preguntó si prostituirse a sí mismo por una nota era mejor que prostituirse a sí mismo por dinero, no estaba seguro.