-18

542 49 20
                                    

Las siguientes semanas pasaron volando en un borrón. Todas las noches, Ridgewell venía y se pasaban horas en la cama, teniendo sexo hasta que quedaban completamente agotados y se quedaban dormidos enredados entre sí, a veces corrían uno al otro en los pasillos o Tord iba a la oficina de Ridgewell y se sentaba a horcajadas en su regazo y ellos era una locura. Era desquiciante, Tord no podía mantener sus manos fuera de él; era como si no pudiera controlar su cuerpo en absoluto. Se sentía extrañado por su propio comportamiento insaciable, él nunca se había comportado así antes.

Esta cosa fue de hecho empeorando, no importaba cuántas veces follaran, no importaba cuántos orgasmos tuvieran, constantemente quería más, más y más de Thomas, pero no podía conseguir suficiente. Thomas… Esa era otra cosa que molestaba a Tord, últimamente se había atrapado a sí mismo pensando en Ridgewell como Thomas con demasiada frecuencia para su gusto. Y para empeorar las cosas, Tord no estaba tan seguro de que fuera solo sexo lo que él quería, le gustaba besar a Ridgewell, demasiado, pero la parte después del sexo era lo peor. Ridgewell besaría su cara y cuello suavemente con pereza, y Tord se sentiría bien y cálido… Al igual que él se estaba sintiendo en este momento mientras Ridgewell acariciaba la parte posterior de su cuello.

–Dios, ya sal. –Tord gimió contra la almohada, su voz aún estaba ronca después de la mamada que él le había dado a Ridgewell más temprano. –Tengo el turno nocturno esta noche, necesito estar en el trabajo en menos de dos horas, y toma años llegar allí. –Hizo una mueca ante la idea.

Odiaba los turnos de noche, odiaba cuando era enviado a trabajar en el restaurante al otro extremo de la ciudad, y odiaba dejar a las gemelas con la señora Hawkins por la noche. Ridgewell no se movió, su gran cuerpo todavía continuo tumbado sobre la espalda de Tord, el era demasiado pesado y estaba poniéndose difícil respirar, pero Tord encontró que no le importaba tanto.

–Tengo que ponerme en marcha, también. –Dijo Ridgewell contra su cuello, besándolo allí. –Tengo cientos de tareas que corregir.

–¿Corregiste la mía ya?

–Sí.

–¿Y? –El estómago de Tord se tensó mientras esperaba la respuesta de Ridgewell, había puesto tanto esfuerzo en ella.

–Fue aceptable. –Dijo Ridgewell –C. –Tord exhaló.

–Oh. –Los labios de Ridgewell se detuvieron contra su nuca. Luego rodó a Tord y se apoyó en los codos por encima de él, sus ojos oscuros estudiando la cara de Tord.

–¿Estás... molesto?

–No. –Dijo Tord ligeramente con una risa suave, evitando su mirada. –Yo solo... yo sólo quería hacerlo mejor para callar a las personas que difunden rumores acerca de nosotros.

–Si tuvieras una mejor calificación, sólo lo empeoraría.

–Puede ser… pero yo realmente quería hacerlo mejor. –Ridgewell le agarró la barbilla con los dedos y obligó a Tord a mirarlo. Tenía una extraña expresión en su rostro: irritación mezclada con algo más.

–Lo hiciste mejor. –Dijo con voz ronca. –Yo esperaba algo peor. –Tord resopló, sacudiendo la cabeza.

–Gracias supongo. –Ridgewell se le quedó mirando con la misma mirada vagamente irritada, antes de inclinarse y besarlo. Tord no estaba del todo seguro de cómo habían pasado de besarse a que Ridgewell estuviera tratando de empujar su polla dentro de él, de nuevo. –Tienes que estar bromeándome. –Dijo Tord, con algo así como una medio risa/ medio gemido. –Estoy adolorido.

–Una vez más. –Dijo Ridgewell, logrando sonar resignado y desesperado al mismo tiempo. –Voy a ser suave.

–Eso es lo que dijiste la última vez. –Dijo Tord, pero la verdad sea dicha, no le importaba en absoluto. Estaba dolorido, pero Dios, él lo deseaba.

Retorcido [TomTord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora