Las niñas se quedaron dormidas a las nueve de la noche, justo después de que Tord volviera del trabajo. Después de eso, Tord pasó una hora tratando de hacer que el aspecto lamentable del departamento se viera semi-presentable y al final, se dio por vencido considerándolo como una causa perdida y se dio una ducha rápida. Poniéndose unos viejos shorts azules, Tord se estaba secando a sí mismo cuando alguien llamó despacio en la puerta.
Descalzo, Tord fue en puntillas hasta la puerta y la abrió, la mirada fuerte de Ridgewell se dirigió inmediatamente en su pecho desnudo, sus pezones, su ombligo, antes de quedarse en los shorts que caían bajo en sus caderas. Tord se aclaró la garganta silenciosamente y Ridgewell miró su cara, en la penumbra de la habitación era difícil de leer su expresión, apretó un dedo en sus labios y señaló a la cama de las chicas. Ridgewell asintió secamente y Tord le tomó la mano, tiró de él dentro cerrando la puerta. Luego guió a Ridgewell hacia su habitación.
Era la única habitación en el departamento, cuando recién se habían mudado, Tord tenía la intención de convertirla en el cuarto de las niñas pero era fría y húmeda, por lo que había terminado por tomarla él mismo. La habitación también era pequeña y carente de cualquier mueble, además de una cama y un escritorio angosto. Tord se habría sentido más avergonzado si Ridgewell estuviera en realidad mirando a su alrededor, pero no parecía interesado en su entorno mientras él con cuidado cerró la puerta y miró a Tord a la tenue luz de la lámpara.
Ridgewell comenzó silenciosamente a desvestirse, el corazón de Tord latía más rápido y de hecho podía oír su propia respiración, desigual y temblorosa, el se quedó quieto observando su piel cálida, su polla dura y pesada en sus calzoncillos. Por fin, Ridgewell estaba desnudo, luciendo completamente inconsciente de sí, él se acercó a la cama, se sentó y se dio unas cuantas palmaditas en su regazo, la tensión saliendo de él en oleadas. Su erección permanecía larga y gruesa contra una mata de bello oscuro en su ingle.
Tord apartó la mirada, se deslizó fuera de sus shorts y caminó hacia Ridgewell… Dudó por unos segundos, Ridgewell tomó su brazo y lo tironeó a su regazo, el resto era una mezcla de calientes besos, toques, y tanta piel, Tord nunca se había sentido tan fuera del control por el deseo, incapaz de pensar, sin poder hacer otra cosa que sentir y desear.
Cuando finalmente se dejó caer contra la polla de Ridgewell, el profundo alivio fue abrumador, el gimió. La plenitud, la intimidad era enloquecedora y aterradora por su intensidad, Ridgewell gruñó, tirando de Tord más fuerte contra él, sus pechos rosaban entre ellos, Tord se movió. Fue tan excitante ver los ojos de Ridgewell entrecerrarse, la forma en que su cabeza se sostenía con su espalda arqueada lo hizo abrir sus piernas un poco más, ajustando su postura mientras tomaba tan profunda y dulce la longitud caliente de su maestro, que le quemaba de adentro hacia afuera.
Miró hacia abajo en medio de sus cuerpos, fascinado por el movimiento de sus propias caderas mientras continuaban girando en su lugar, vio las manos de Ridgewell grandes, cálidas y fuertes en sus caderas dirigir el movimiento como él lo quería, guiando a Tord montándolo mientras la propia polla de este se quedó sin ser tocada entre ellos, estaba enrojecida y gruesa, la humedad reluciente y deslizándose por su eje. Los pulgares de Ridgewell acariciaron sin pensar las caderas de su contrario, su lengua trazando una franja húmeda en su cuello mientras su polla extendía a Tord tan condenadamente bien.
Tragándose sus gemidos, Tord empujó hacia abajo para aumentar la presión y tomarlo completamente, la sensación del estómago duro de Ridgewell deslizándose contra la carne dolorida de su polla hizo a Tord gemir, y él se aferró de los hombros de Ridgewell un poco más apretado mientras abandonaba las rotaciones con su pelvis y comenzaba a deslizarse hacia arriba y abajo en la polla de su maestro, tan duro y rápido, con ganas de más, más profundo y más.
Tampoco podía respirar bien y ambos necesitaban todo más duro y más rápido, pronto Ridgewell estaba golpeando sus caderas para encontrarse con Tord en cada embestida, y Tord jadeaba cada vez que Ridgewell golpeaba su próstata, sintiendo que tocaba las estrellas. Ridgewell gruñía, sus músculos trabajaban mientras él levantaba a Tord y lo bajaba sobre su polla, su fuerza era tan excitante y el noruego lo quería, lo quería tanto.
Ridgewell se corrió primero y Tord lo siguió poco después, sacudiéndose su camino a través del orgasmo y hundiendo sus dientes en el hombro de Ridgewell para amortiguar sus gemidos. Tord solamente era vagamente consciente de Ridgewell levantándolo y poniéndolo sobre su espalda, sus párpados estaban pesados, su cuerpo temblando por el placer. Justo antes de que se quedara dormido, se dio cuenta de que no se habían dicho ni una palabra el uno al otro desde que Ridgewell entró en el departamento.
Téngame paciencia ando enfermito JAJA
Pero que buen capítulo hubo sepsoCualquier error en la ortografía o nombres pueden avisarme para corregirlos.
–F r a n
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Retorcido [TomTord]
Random"Cualquiera haría lo que fuera si estuviera en mi lugar cuidando de dos niñas, sin nada de ayuda, no hay por que juzgar sin conocer." Contenido maduro Hombre×Hombre Los nombres mencionados aquí no hacen referencia a ninguna persona real Historia ad...