-15

456 49 10
                                    

Tord estaba caminando a su última clase del día cuando vio a Ridgewell caminar hacia el lado contrario, sus pasos vacilaron por un momento antes de que él desviara la mirada y continuara caminando, determinado a ignorarlo, excepto que Ridgewell no se lo permitió. Él agarró el brazo de Tord mientras se estaban pasando uno al otro.

–Una palabra, señor Larsson. –Tord se humedeció los labios, su corazón estaba acelerado. Miró directamente frente a él.

–No creo que tengamos nada de qué hablar, Profesor. –El agarre de su mano se apretó.

–Una palabra. –Tord miró a su alrededor.

–Déjame ir, estás llamando la atención. –Ridgewell quitó la mano y espeto.

–Sígueme.

–Tengo una clase en unos pocos minutos.

–Te voy a escribir una nota. –Ridgewell dijo por encima del hombro antes de alejarse.

–Eso es abuso de poder. –Tord se quejó, pero lo siguió. Ridgewell lo guió hasta un salón de clases al final del pasillo, estaba vacío. Tord cerró la puerta.

–Mira, esto es… –Ridgewell lo estrelló contra la pared y aplastó sus labios juntos, maldita sea, no esto otra vez. Pero él ya estaba devolviendo el beso y jadeando en la boca de Ridgewell. El beso fue desordenado y necesitado, Ridgewell lo presionaba contra él como si estuviera tratando de empotrarlo en la pared, Tord se quejó cuando el beso terminó tan repentinamente como había empezado. Ridgewell enterró su cara contra la garganta de Tord, aspirando profundamente, su cuerpo estaba tenso como infierno.

–Quiero follarte. –Ridgewell chupó con fuerza a un lado de su cuello, sus manos amasando el culo de Tord y empujando sus pollas juntas. –Necesito follarte de nuevo. –Tord cerró los ojos, tratando de pensar, tratando de recordar cómo respirar porque no parecía como si estuviera recibiendo oxígeno en su cerebro y toda su sangre parecía haber sido drenada hacia su polla y su cabeza estaba felizmente vacía. No podía, ni por su propia vida, recordar por qué era una tan mala idea.

–¿Por qué Tord estaría aquí… Oh.

Tord se congeló. Ridgewell se quedó muy quieto, con los labios todavía en el cuello de Tord. Luego ambos voltearon sus cabezas, Matt estaba en la entreabierta puerta, con la boca abierta.

–Él no está aquí. –Dijo en voz alta, dio un paso atrás y cerró la puerta. Con su rostro caliente, Tord suspiró.

–Yo debería irme. –Pero él no se movió. Ridgewell apoyó su frente contra la pared al lado de la cabeza de Tord, sus manos estaban todavía agarrando las caderas de Tord, sus pulgares sobre la piel desnuda de su bajo estómago.

–Esto es todo tu culpa. –El dijo, su voz fue breve. Tord resopló, hundió su mano en el pelo de Ridgewell y tiró.

–¿Cómo es esto culpa mía?

–No deberías haber decidido terminar pronto. –Dijo Ridgewell irritado, coloco codiciosos besos húmedos en el cuello de Tord. –Si no hubieras hecho eso, te habría follado unas cuantas veces más hasta que se tornara lo suficientemente aburrido.

–Encantador… –Dijo Tord secamente o más bien, lo intentó, pero su voz salió un poco entrecortada. Ridgewell levantó la cabeza de su cuello, sus pupilas estaban completamente dilatadas mientras su mirada alternaba entre los ojos y la boca de Tord.

–Voy a ir a tu casa esta noche y vamos follar. –Eso no fue una pregunta. Tord se humedeció los labios.

–¿Ya te olvidaste de las gemelas? –Respuesta equivocada, debería haberse negado rotundamente. Ridgewell se quedó mirando sus labios, sus pulgares acariciando el vientre desnudo de Tord.

–¿No se supone que los niños deben irse a dormir temprano?

–Yo… No puedo dejarlas solas ¿Qué pasa si se despiertan?

–Seremos silenciosos. –Tord no estaba seguro de poder ser silencioso. No cuando él ya tenía que tragarse sus gemidos sólo por tener las manos de Ridgewell sobre su estómago.

–Pero…

–Voy a ir esta noche. –Dijo Ridgewell firmeza. –Y vamos a follar. –Comenzó a inclinarse para besar a Tord otra vez, pero se detuvo, miró hacia otro lado y salió de la habitación. Tord golpeó su cabeza contra el muro y tuvo que esperar un tiempo hasta que su excitación se desvaneció y él pudo pensar y moverse de nuevo.




[. . .]




–Es usted muy amable de dignarnos con su presencia, señor Larsson. –La profesora Honey dijo cuando entró en el salón de clases. –Sólo veinte minutos tarde.

–Lo siento, profesora. –Dijo Tord, tratando de no retorcerse bajo su aguda mirada. A la Profesora Honey nunca le había agradado particularmente, pero en su clase era en realidad uno de los mejores, por lo que por lo general no tenía razón para criticarlo… Hasta ahora.

–¿Tiene usted alguna explicación, Larsson? –Tord se frotó la parte de atrás de su cuello.

–De hecho, sí. El Profesor Ridgewell tenía una tarea urgente para mí, el me dijo que le pidiera disculpas a usted en su nombre… Él es la razón por la que llego tarde. –Las cejas de la mujer se elevaron.

–¿El profesor Ridgewell?

–Sí. –Dijo Tord, tratando duro de no reírse. No podía imaginar a Ridgewell disculpándose por nada, y mucho menos con esta mujer. –Lo siento mucho por mi tardanza, pero si usted tiene un problema con ello, usted debería dirigirlo hacia el profesor Ridgewell. –Como el infierno que lo haría, la Profesora honey todavía parecía desconcertada, pero asintió con la cabeza.

–Muy bien. Siéntese, Larsson. –Tord se dirigió a su asiento habitual junto a Matt.

–Una tarea urgente ¿eh? –Matt murmuró tan pronto como Tord tomó su asiento. –¿Cómo chuparle la polla? –Tord sintió que se sonrojaba.

–Vamos…

–Mira. –Dijo Matt silenciosamente, mirándolo intensamente. –No estoy juzgando pero tú no deberías haber mentido. Se terminó, mi culo… –Tord hizo una mueca.

–Realmente pensé que todo había terminado, lo juro y lo está.

–¿Pero? –Suspirando, Tord murmuró.

–Soy un poco realmente malo en pensar con mi cabeza cuando pone su lengua en mi boca. –Matt lo miró fijamente durante un rato antes de sacudir la cabeza lentamente.

–Esto es tan raro, hombre… Quiero decir, este no es ni siquiera un tipo cualquiera del que estamos hablando. Es Ridgewell… ¡Ridgewell!

–Lo sé, sé que es raro y estúpido, y totalmente loco y sin sentido… El es todo lo que yo no quiero, pero al mismo tiempo... Mierda, está jodiendo mi mente.

–Pero todavía lo quieres.

–Sí. –Dijo Tord.

–Así que, ¿qué vas a hacer al respecto?

–Él cree que si cogemos un par de veces más, estamos obligados a que se vuelva aburrido. –Tord se reclinó en su silla, pasándose una mano por la cara.

–Será mejor que esté en lo correcto.

Será lo mejor…
































Mi wattpad está en inglés muy mal, y si en la siguiente parte hay sepso.

Cualquier error de ortografía o en los nombres pueden decirme para corregirlos.
–F  r a n.

Retorcido [TomTord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora