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Él amaneció un poco confundido, pero no tardó mucho en recordar la noche anterior. Buscó a Justina pero no estaba en la cama, en cambio encontró una notita en la mesita de luz.

Buen día Enzurri
me fui a trabajar, manejate como en tu casa. Te dejé una llave en la mesada, no la pierdas que es el único repuesto q tengo
escribimeee
-morocha

Sonrió. La experiencia hizo que chequeara las redes sociales y algunos medios de noticias para ver si alguien los había visto, pero por suerte no. Se fijó el calendario de entrenamiento y ese día tocaba a la tarde, tenía tiempo.

Se fue a bañar, escuchando música desde su teléfono. Le hubiese gustado tener ropa limpia, la que tenía la noche anterior tenía manchas de fernet y olor a humo del boliche. Sonrió ante las manchas. Qué piba, pensó.

Bajó a desayunar, y tomó su teléfono.

Enzurri
buen día morochaa
todo biennn?

Justi

Enzoooo
cómo estás? Desayunaste?
bien, un poco moretoneada, hijo de puta


Enzurri
jajajsjsjk bien q anoche te gustó
sisi comí
eu q onda, estás bien con lo q paso?

Justi
tarado
sisi, m hubiese gustado estar un poco menos en pedo jajaj

Enzurri
jaja igual mejor no?
asi es más fácil fingir demensia

Justi
jaja de 1

¿Fingir demencia?

A Justina le daban bronca dos cosas: primero, dejarse coger por uno que no sabía escribir, segundo, que él pretendiera hacer de cuenta que no había pasado nada. No es que estuviese enamorada, pero para ella había significado algo. Si hubiese tenido ganas de sacarse la calentura, lo podría haber hecho con cualquiera. ¿Para qué poner en juego su amistad?, se sentía una tarada, no sabía por qué esperaba algo más. Enzo tenía novia. Era obvio que para él no iba a significar nada.

-Apa, que carita. –Elías se le acercó, ellos a penas se habían saludado, después del encuentro con Enzo, las cosas estaban un poco tensas.

-Tuve una noche de mierda. –Mintió. La noche no era el problema. Pero no iba a explicarle todos sus problemas a un compañero de trabajo.

-¿Qué onda?, ¿todo mal con el futbolista? –A Justina le dio bronca saber que el ojiverde estaba disfrutando de la situación.

-Che, todo bien, pero ¿qué te metes? –Andaba con pocas pulgas.

-Bue, perdón por preocuparme por una amiga. –La morocha suspiró.

-Perdón. La verdad que me pelee con un amigo y ando de mal humor.

-Te entiendo. Perdón por joderte. Si queres después tomamos unos mates, pero ahora está listo el set. Andá que te están esperando. –Indicó, y se dispuso a seguir trabajando.

Necesitaba desesperadamente ver a Eugenia para desahogarse, estaba triste, enojada, y todas las sensaciones del medio, pero su amiga estaba en el Congo, literalmente, había ido a trabajar allá. No le quedaba otra que volver a viejos hábitos, iba a trabajar y evadir todo lo que le estaba pasando.

Enzo pensó que la respuesta había sido medio cortante, sabía que estaba siendo un poco hostil, pero con todo el lío de Valentina, no se iba a arriesgar a hacerla enojar con algo. No le importaba si a su novia le jodía que esté con otra, pero si le preocupaba que reaccione alejándolo de su hija. No era momento de tener nada, aunque le hubiese gustado intentar algo con Justi, porque realmente la quería y le atraía, tenía que concentrarse en Olivia, y en recuperar la titularidad en el equipo. Se fue de la casa de su amiga con un gusto amargo en la boca. Capaz hubiese sido mejor que no pase nada entre ellos, pero ya estaba hecho, se habían dejado llevar, y para Enzo solo quedaba esperar que puedan seguir siendo amigos.

Un juego peligroso. | Julián Álvarez, Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora