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Cachete M
Hola Justi, ya te puse en mi lista
Mañana tenemos libre desde las 17h
Escribime cuando llegues al predio
bss

Justi
jajajaj cacheeee
pareces mi mamá diciéndome hola y chau en los mjes
gracias gordooo, nos vemos
tq

Cachete M
jaja Kari tambien dice que escribo como un viejo
bss

Justina no pudo evitar reírse, le causaba que Gonzalo mandara besos al final de cada mensaje, literalmente su mamá era más canchera por Whatsapp.

Justina y Gonzalo eran amigos desde hace bastante; Karina, la novia de Cachete, tenía una marca de ropa para la que la morocha había modelado, fue uno de sus primeros trabajos. Estuvieron varios meses juntas, teniéndose mucha paciencia. Justina no tenía mucha experiencia haciendo fotos aún, y el emprendimiento de Kari estaba arrancando así que era todo caótico, se seguían riendo cuando recordaban las tardes que pasaron tomando mate esperando que lleguen las prendas que la emprendedora había pedido, o la cantidad de fotos que habían sacado que no servían porque Justina se había parado mal, cubriendo detalles de la prenda, o mandándose alguna cagada similar.

Cuando terminaron con la campaña, hicieron una juntadita para celebrarlo, y ahí lo conoció a Gonzalo. Se cagaron de risa entre los tres cuando Justina le contó a la pareja aquella primera vez que los vio en persona, estando con Lucas, desde ahí pegaron confianza y si bien no se veían seguido, eran muy cercanos.

-Nooo, jodeme que Luquitas era tu novio. –Se rió Cachete aquella tarde en la quinta. Sostenía en la mano un fernet preparado en una botella de Coca-Cola cortada, tenía los lentes de sol puestos, que cubrían sus ojos que estaban chinos como consecuencia de la mezcla de alcohol y risas. El calor era sofocante, pero el futbolista se mantenía fresco sentado en el borde de la pileta con los pies en el agua. Karina y Justina estaban metidas en el agua, igual de tentadas.

-Síii, no puedo creer que te acuerdes de Lucas. –se rió la modelo.

-¿Cómo no me voy a acordar? –contestó Gonzalo, e hizo una pausa para tomar un sorbo de la bebida, antes de pasársela a su novia. – era un personaje ese... -negó con la cabeza, aún con una sonrisa en la cara-, hace poco lo echaron a la mierda de River.

-¿Quéee? –Justina no lo podía creer, miraba anonadada mientras agarraba la botella que Kari le acababa de pasar y tomaba un sorbo.

-Sí, le hicieron alguna gauchada para que se pueda ir a Ferro, pero se las vivía mandado el loco.

-¿Pero qué hizo para que lo echen? –La rubia le preguntó a su novio.

-Lo mandaron al banco contra Defensa y justicia, en teoría iba a jugar de titular, viste. Pero parece que el partido estaba medio picado y el Muñeco no lo quiso poner desde el principio, y el loco se re calentó. Empezó a romper todo el vestuario, se terminó cagando a piñas con un utilero...se las re mandó. –Los tres se reían, a Justina no le sorprendía la actitud para nada.- No saben cómo estaba Gallardo, volaba de bronca.

Ahora, nadie de la familia de Karina podía acompañarla al evento en AFA, por lo que se le ocurrió invitar a su amiga. Justina no supo qué hacer, porque ya había ignorado las invitaciones tanto de Enzo como de Julián, y le daba cosa aparecer por ahí, pero también sentía que si le llegaba una tercera invitación sería una señal del universo, y le servía para dejar atrás su hábito de evadir los problemas, había entendido que los tenía que enfrentar, y que mejor cosa que hacerlo en su país natal, con los dos juntos. Terminó por acceder y se subió un avión sin querer sobrepensar demasiado las cosas.

Un juego peligroso. | Julián Álvarez, Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora