Leandro | saber de él |maratón 1/2
—¡Kay, para!Ella ríe y acelera, me tengo que agarrar de dónde puedo porque mi cuerpo se balancea a todos lados por la velocidad a la que Kayla maneja su auto, a pesar de tener el cinturón de seguridad. Despega por unos segundos la vista de la ruta y me cago entero cuándo lo hace, ella me sonríe malévola mientras sube y baja las cejas dándole golpecitos al volante.
—Mira esto.
Agarra con las dos manos el volante y acelera a fondo, es ahí dónde empiezo a orarle a cualquier Dios que exista porque Kayla jamás agarra el volante con las dos manos y cuándo lo hace, hay que preocuparse porque esta pendeja tiene un pedo en la cabeza para manejar.
—¡Basta, amor!—grito, pero mi grito ni siquiera yo lo escucho—¡Kayla, la puta que lo parió!
Su Ferrari negro va a toda velocidad ya que la ruta está vacía. Cuándo Kayla se rescata de la barbaridad que está haciendo baja la velocidad.
A veces la caga mucho que sea una Ferrari porque tiene autos de lujo para tirar al techo y si arruina uno, agarra otro y lo hace suyo, nunca cuida bien un auto porque no lo valora y no lo valora porque le cuesta $0 pesos tener un Ferrari gracias a que ella es integrante heredera de la familia. Nunca va a entender lo que cuesta tener un auto así realmente.
—Que maricón sos, aburrido.
Yo no soy su novio para andar cómo retrasado mental a toda velocidad en los autos, yo soy jugador de fútbol no piloto de automovilismo.
—No podés manejar así, Kay. No seas tan boluda, te pones en riesgo vos y pones en riesgo al resto también, te vas a cagar matando por andar cómo loquita en los autos.
Ella hace un gesto para que me despreocupe mientras relaja su cuerpo y vuelve a manejar con una mano.
—Ahora que vas a una velocidad medianamente normal, por que seguís excediendo el límite permitido de la vel...
—Ay sisi, cállate un rato viejo choto—me interrumpe ella.
La miro con cara de culo y ella me golpea suavemente el hombro.
—Mentira, no te enojes. Sos un viejo choto lindo—me guiña un ojo.
Y ni siquiera soy tan viejo, pero a su lado tranquilamente puedo ser el tío o el padrino. A veces me da vergüenza saber que estoy con alguien tan menor, no me avergüenzo de ella pero si lamentablemente de la edad que tiene.
—¿Que decías?
Suspiro y tomo coraje para preguntarle lo que quiero saber. Espero y entienda, que no se enoje o lo tome a mal.
—Tengo mucha curiosidad, muchas dudas. Necesito saber de él, de tu novio, saber su historia, cuánto llevan juntos, cómo se conocieron, todo.
Veo como su cuerpo se tensa y aprieta con fuerza la mano con la que lleva el volante.
—¿De verdad querés saber esas cosas? Yo creo que no es necesario, va a empeorar muchas cosas que ahora están bien.
—Para mi sí, sí es necesario.
La veo suspirar y con su mano libre agarra el mate que le doy.
—Preguntame y yo respondo si tanto querés saber. Lo que sí no te enojes por algo que capaz podes escuchar, vos estás pidiendo que te cuente, hacete cargo de lo que pedís después eh.
Asiento con la cabeza al escucharla, tengo tantas preguntas que no sé ni por dónde empezar. Todavía nos quedan varias horas de viaje para llegar a Roma, le propuse a Kay viajar en auto particular para el partido que tengo mañana, porque teníamos ganas de hacer un viajecito solos, así que aproveché.
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A escondidas; Leandro Paredes.
FanficLeandro la ama a pesar de que sabe que siempre va a ser su segunda opción. Esta es la historia dónde Leandro está totalmente enamorado de Kayla, pero ella tiene novio.