A escondidas; Leandro Paredes.

14; ¿tanto te gusta?

Leandro | ¿tanto te gusta?

(Advertencia: Contenido explicito+18, lenguaje vulgar)

Enredo mis dedos en su pelo y tiro con fuerza de el mientras con agilidad devoro su cuello a mi antojo; chupo, succiono y muerdo sin miramientos, queriendo marcar cada centímetro de su piel.

Ella no puede hacer más que aferrarse a mi
cuello. Tapo con una de mis manos su boca por que está siendo un poco ruidosa y estamos en el balcón de la habitación.

—Sh, amor—la callo mientras mordisqueo el lóbulo de su oreja—Vamos adentro, antes de que alguien nos vea.

Camina conmigo hasta dentro de la habitación y se deja caer sobre la cama sin ningún cuidado.

—Ahora sí, dale, desnúdate para mí—ordeno.

Acata a mi orden de inmediato. Se pone de
pie y comienza a deslizar los tirantes de su
vestido, baja el cierre y lo desliza lentamente por su cuerpo. Sólo se deja la tanga y se gira de espaldas a mí mientras desabrocha su corpiño. Sin poder evitarlo froto mi erección por encima de los pantalones y me lamo los labios inconscientemente.

—¿Te gusta esto?

Asiente, en tanto se gira a mirarme.

—Se dice sí, mi amor—corrijo—Decilo.

Y sé que mi voz autoritaria la pone más
caliente todavía por eso la uso.

—Sí, mi amor.

Sonrío al estar satisfecho. Recorro su cuerpo de pies a cabeza con mi mirada.

—Atate el pelo. No quiero que nada me tape la visión de tu linda carita cuándo me chupes la pija.

Saca una de sus moños para el pelo del
cajón de la mesita de noche y se lo ata en una colita.

—Tan linda—murmuro y acaricio su mejilla—Vení acá.

A paso lento, se posiciona frente a mi.

—De rodillas.

Puedo notar cómo a cada orden su cuerpo se tensa pero hace lo que le pido.

—Es todo tuyo, amor.

Desabrocha mis pantalones y libera mi pija del bóxer. Mi potente erección salta. La rodea firmemente con su mano para llevarla a su boca, chupa mi longitud completa unas cuántas veces, para después concentrarse en la punta, trazando círculos constantes con su lengua. Mis gemidos se intensifican cuándo introduce mi glande a su boca y succiona de él pequeñas gotas de liquido pre seminal.

—¿Como podes chupar la pija tan bien teniendo esa carita de inocente?

Suelta una muy chiquita risa y continúa con su tarea. Engulle mi pija entera, una y otra vez, apoyándose de su mano derecha para masturbarme al mismo tiempo, mientras que con su mano libre acaricia y estimula mis testículos. Mi pija se clava en su garganta de una manera agónica y placentera que es imposible no soltar gemidos. Sus primeras veces las arcadas no se hicieron esperar, pero poco a poco logra su cometido: tener mi pija entera dentro de su boca. Con su pulgar, presiona suavemente sobre el perineo. Siento los músculos de la zona tensarse al instante, los gemidos y gruñidos mios van en aumento, puteando pero de placer. Agarro firmemente su cabeza con ambas manos, mientras impulso mis caderas en movimientos frenéticos y descoordinados. Esa es su señal para acelerar el ritmo de su boca, de su lengua y de sus manos. No para, ni yo suelto su agarre. No aguanto más y termino llenando su boca de mi semen. La miro fascinado, me pongo de pie y la agarro de los brazos para ayudarla a levantarse. Sus rodillas estan rojas y maltratadas. Su carita también la tiene un poco roja, su boca un poco hinchada y los ojos llorosos, su mentón y cuello estan bañados en saliva.