A escondidas; Leandro Paredes.

28; celosa

Leandro | celosa

—¿Que? No, nada que ver.

Me da bronca que esté tan despreocupada siendo que supuestamente tiene un retraso, alguno de los dos está mintiendo.

—¿Entonces por qué te mandó esto?

Ella alza y baja los hombros—Yy, eso habría que preguntarselo a él.

—¿Encima te haces la chistosa, Kayla? ¿Sos joda?

—Yo no me estoy haciendo nada, vos estás muy alterado me parece.

¿Le parece? ¿O quizás será que sí lo estoy?

¿Cómo mierda no me voy a alterar si me estoy enterando que mi novia tiene un retraso en su menstruación y conmigo siempre se cuidó?

—Cálmate, de acá te escucho cómo tenés la respiración—dice como si nada.

La veo agarrar el ramo de flores y meterlo a un tacho de basura junto a todo lo que tiene la caja dentro y rompe en pedazos la tarjeta.

—Explícame cómo querés que me calme, explícamelo.

Me estoy empezando a alterar de verdad.

—Ay Leandro, relájate, ¿qué te pasa?

¿Encima lo pregunta? ¿Que le pasa a esta pendeja?

—¿Cómo que me pasa? ¡Me pasa que mi novia tiene probabilidades de estár embarazada y conmigo siempre se cuidó entonces prácticamente podés estár esperando un hijo de Lorenzo, eso me pasa!

Ella rueda los ojos y hace un gesto para que me calle.

—Deja de hablar boludeces, nada que ver.

—¿Nada que ver? ¿Me estás cargando, Kayla?

—No, no te estoy cargando.

Ella empieza a caminar a no sé dónde mierda y yo la sigo, se mete a una oficina y se sienta en la silla al frente de una computadora, yo la miro indignado desde la puerta.

—Explícame—pido tratando de no alterarme más.

—¿Pero que querés que te explique?—alarga la última e y hace montoncito.

Yo no sé si está pendeja está fingiendo demencia o realmente no sabe lo grave que es esto, grave por que si está embarazada claramente no es mío.

—¡Explícame cómo es eso de que tenés un retraso, Kayla! ¡Por que conmigo te cuidaste en todo momento y vos eras la más exigente en eso!

Ella suspira y gira en la silla giratoria repetidas veces para después darme la espalda y quedarse mirando los grandes ventanales con vista a gran parte de la ciudad de Turín.

—Es que no hay nada que explicar por que no hay tal retraso, Leandro.

Me voy a volver loco en cualquier momento y esta otra que no me explica.

—¿Y entonces cómo él dice que sí? Que tiene tu app de no sé que poronga.

—Que se yo, capaz por que Lorenzo tiene mi cuenta vieja, yo hace cinco meses me hice otro perfíl a escondidas justamente para que él no vea mis cosas personales y él quedó con la vieja seguro, pero no tengo ningún retraso por que ya me bajó.

El alma me vuelve al cuerpo al escucharla, tenia el corazón en la boca, pero igual me queda un gusto amargo en la boca.

—¿Vos no te cuidabas con Lorenzo, no?

—Sí, siempre tome las pastillas...pero las últimas tres veces no.

Respiro hondo y me aguanto la bronca, yo cuidandome para y por ella y ella cogiendose al otro sin preservativo, sin nada.