Kayla | ¿cuánto más, Kayla?
Volvimos a Mónaco porque los días libres se terminaron y la Fórmula 1 está de vuelta, eso significa que volvemos a la rutina.
Hoy por suerte no hubo fecha y sólo estuvimos en el autódromo entrenando un poco y ultimando detalles para pasado mañana que se reanuda todo.
Lorenzo organizo él mismo una cena en un lindo restaurante para pasar el día, así que acá estamos.
—Voy al baño, Lo—aviso cuándo mi panza me pide por favor que vaya al baño.
—Bueno cielo, te espero. No tardes sí, máximo cinco minutos ahí—me sonríe.
Me levanto de la mesa para dirigirme al baño del restaurante, el cuál queda muy lejos para mi gusto. Cuándo por fin llego lo primero que hago son mis necesidades, al terminar me lavo las manos y me peino un poco con mi mano por que hoy mi pelo está horrible, cuándo tanteo el bolsillo de mi pantalón buscando mi celular para ver si tengo alguna notificación no lo encuentro.
Reviso si no lo dejé encima del inodoro o por ahí pero no está, vuelvo al lavamanos y tampoco está, busco en los bolsillos de mi pantalón y tampoco está. ¿Dónde dejé el celular de mierda ese?La cartera la dejé en la mesa y no tengo más lugares dónde revisar por que de la mesa me vine al baño y acá definitivamente no está. El foco de mi cabeza se prende y casi me da un paro cardíaco al darme cuenta de la pelotudes que me mandé; dejé el celular en la mesa. Viéndolo de afuera no se ve grave, pero si es grave, es muy grave. Dejé mi celular sobre la mesa donde está solo Lorenzo, prácticamente le estoy dando de comer con la mano a un cocodrilo.
Trato de no entrar en pánico y salgo del baño casi corriendo para volver a la mesa, atravieso casi todo el restaurante y a lo lejos veo la que era mi mesa, la cuál ahora está vacía, sin Lorenzo, sin mi cartera y sin mi celular.
Dios mio, ¿cuándo va a ser el día en que me mandes una buena?
Un carraspeo a mis espaldas me hace girar encontrándome con un trabajador del restaurante el cuál me mira apenado.
—Disculpe señorita Ferrari, me pidió su novio que por favor le avisara que él la estará esperando en su auto el cuál está aparcado en el estacionamiento de nuestro establecimiento.
Algo pasó y ese algo es que seguramente Lorenzo cómo el psicópata que es me revisó el celular.
—Esta bien, muchas gracias por avisarme.
Doy medía vuelta y salgo del restaurante dirigiéndome al estacionamiento dónde desde acá veo mi auto prendido. Suspiro y agarro valor de no se dónde para rodear el auto y subirme de copiloto poniendo mi mejor sonrisa preparándome para negar todo. Lorenzo no me mira, solo tiene sus manos apretando con fuerza el volante de mi propio auto mientras mira a un punto fijo con su mandíbula apretada, gesto de enojo en él.
—¿Que pasó?—pregunto haciéndome la tonta.
Lo veo abrir las fosas nasales y aspirar con fuerza mientras niega con la cabeza repetidas veces pero sin decir nada.
—Lo, ¿que pasa?
Sé muy bien lo que pasa, sé perfectamente lo que pasa.
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A escondidas; Leandro Paredes.
FanficLeandro la ama a pesar de que sabe que siempre va a ser su segunda opción. Esta es la historia dónde Leandro está totalmente enamorado de Kayla, pero ella tiene novio.