El maldito miedo de vivir en una mentira.

38. Son of a bitch.

POV's Erika.

—¡No!, vamos de nuevo. ¡Voy a reiniciar la canción!!. ¿Listos?. — comente mientras estaba practicando una coreografía con un grupo al que me había unido hace poco.

—¡Vamos con eso!!!— Dijo emocionado Daniel.

—¡vamos!!!. 1, 2, 3, 4. Vuelta....

De repente vi la pantalla de mi celular iluminarse el cual había dejado a vista. No dude en salirme de la practica para responder la llamada entrante.

—¿Que paso?. —De nuevo hablo Daniel.

—No se detengan por mi, chicos. Debo resolver algo primero. —Dije a las 4 personas que me seguían observando.

—¡OK!!. Vamos chicos que debemos tener esto para hoy!!!.

Llamada entrante de Diego.

—¡Erika!!!. Por que mierda no contestabas???.
—¡Estaba en practica!, pero dime ¿que paso?.
—Mira el video que te envíe al chat. En verdad no pensé que llegara tan lejos.
—¿Que video??.

Justo.... Lo que no me esperaba ver a Alison en ese sofá y el idiota de Justin metiendo su manos donde no debe.

Volví a por mi mochila y salí. Ya sabia que esto lo debi haber hecho ayer. Apenas vi a Alison con sus ojos cansados y tristes., justo cuando escuche su voz quebrada, justo cuando sentí su corazón latir mas rápido que el mio al abrazarme. Pude ver sus lagrimas aunque ella las contuviera. Me hartaba y odiaba esos minutos en los que perdí conduciendo., si no hubiese perdido esos minutos tal vez hubiese llegado cuando Alison estaba a punto de ser besada por ese idiota. ¿Por qué la tubo que tocar?. ¿Por qué nadie estuvo ahí para ella?. Bueno para eso estaba yo., iba a dejarle claro a ese idiota con quien no se debía meter.

Abrí la puerta del carro tirando mi mochila adentro., de algo me había servido participar en las conversaciones de mi hermano y sus amigos para saber exactamente cual era el lugar que mas persuadía Justin y en el que trabajaba. No se exactamente lo que le iba a decir pero una sola cosa si le quedaría clara.

Y justo cuando llegue al tal edificio de 18 pisos y tal como escuche tantas veces ese numero de su boca me cole entre el ascensor subiendo al dichoso.

— Buenas tardes señorita, ¿en que le puedo ayudar?.

—Buenas tardes, vengo a hablar con Justin.

La chica de recepción de traje gris y paño rojo en su cuello (uniforme). Se adelanto a tomar el teléfono

—Am. Se refiere al señor Justin Murder. —Repitió. —¿Tiene cita?.

Suspire de lo enojada que estaba y de lo urgida que estaba en dejarle claro que ese tipo de mierda le iba a costar muy caro.

—Si no tiene cita no puede pasar señorita.

—Llámelo por favor y dígale que soy Erika. Que debo hablar con urgencia.

—¡Pero señorita!!, él no la puede atender sin cita. Debe tene...—¡Señorita no puede pasar asi!!!, ¡SEGURIDAD!!!.

Pronto habia corrida a cualquiera de las oficinas. Ese idiota no se podía esconder.

—¡SI, SI. Ahí esta señores!!!

—¡JUSTIN!!. Y justo vi su cara a la vez que este abría la puerta de su oficina.

—¡Disculpe señor, trate de detenerla pero la señorit..!!

—¡¡Déjela Srta Camargo!!!. —Ordeno levantando su mano. Yo, yo hablaré con ella.