37. Guerra de troya.

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POV's de Alison
Me atraganté al escuchar ese grito de Karla justo cuando mi mano estaba en la mejilla de Erika, justo cuando nos estábamos besando. ¿Porque tenía que ser ahora?.
Karla llevaba sus brazos cruzados y su boca casi tocaba el suelo de lo sorprendida que estaba.

—¿Que haces?. ¿Que haces Alison?.

Me sujete a solo estar sentada sobre la cama mientras Erika seguía detrás de mi con sus piernas recogidas y sus codos sobre sus rodillas.

— ¡No!. No. —Dijo meneando su cabeza tan pronto como salió de la habitación.

Relamí mis labios buscando la mirada de Erika. Tan pronto para verla con sus mejillas coloradas. Esto no podía ser más vergonzoso.

—Lo siento. —sonreí.

—No. No, amm...— Quieres le expliqué. Hablamos con ella o.. —Habló apresurada.

—No. —Sonreí por alguna razón.

Me arrodillé sobre la cama y en un breve movimiento le di un beso suave en la dulzura de sus labios, apenas duró unos segundo pero eso bastó.

—No te preocupes. Esto no debe ser tan malo al final del todo.

Erika no demoro en ponerse sus zapatos para luego acompañarla a la salida.

—Me escribes. Ya tienes mi número, espero que estes bien. — ¡Igual!, pienso estar
Muy pendiente si necesitas ayuda.por favor no dudes en llamarme. —Sus palabras terminaron con un beso en la frente.

Ella me hacía sentir que todo estaría bien.

Me recosté sobre la puerta de mi hermana a punto de girar la perilla.

—¡Te digo que lo vi!!!. Yo las vi estaba..

Pronto entre y esta estaba con el celular en su oreja.
—Karla. Yo te puedo..., explicar todo.

Karla despego el teléfono de su oreja a la vez que colgó.

—Ahí está tu teléfono en la mesa., Alexia me lo paso anoche. —aquel gesto lo acompañó con señalando con su boca.

Eche un vistazo al celular que reposaba en la mesa, para de nuevo ir donde Karla.
—Yo...

¿Por donde debía empezar?. Esto era muy complicado.

—Yo...., —¿Que viste?. —Pregunte rendida.

La mirada desagradable de Karla se pronunció con mas frecuencia.
—Algo que no me agrado para nada. —Redondeo sus ojos.

Mordí los bordes de mis labios. ¿Que debía decirle?.

—¿En verdad eres así?. ¡Digo!!..., yo se que es normal pero, pero., ¡¡Carajo Alison no lo esperaba de ti!!!. — Aunque ya tenía mis dudas.

Seguía casi pegada a la puerta de su habitación mientras está aún me miraba con esos impregnates ojos.

¡Ahhh!!, me sentía tan estúpida al estar tartamudeando sin poder decir ni una palabra completa.

Karla al escuchar tanto tartamudeo se levantó de su cama y a pocos segundo ya estaba frente de mi., su mano apoyada sobre aquella mesa donde estaba mi teléfono y sus ojos mas que nunca flechados a los míos. Esa mirada de analítica, de juez en un tribunal, me provocaba nauseas.

—No le vayas a contar a papá. —Logré pronunciar ante esos ojos felinos con mirada matadora.

—¡Ha!!, ¡¡véala pues, tan descarada como siempre!!. —Predomino una sonrisa en su cara. — como si ellos no se fueran a dar cuenta tarde o temprano.

El maldito miedo de vivir en una mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora