35. Un cuento mal contado.

68 7 0
                                    

Se sentía tan asqueroso sentir como sus labios se seguían sujetando a los míos. ¿Por qué me estaba sucediendo esto de nuevo?. ¿Por qué nadie me ayudaba aun cuando me veían que esto no lo deseaba?. Odiaba todo, estaba arta.

Mi mano rebotó en el cuello de Justin al tiempo que sentí su mano colándose bajo mi falda., mis uñas rasgaron su cuello, pero esto no le importó y seguía sometiéndome a su gusto.

Aquella noche en la que grité ayuda, cuando sentía ese cuerpo presionando sobre el mío, escuchar esa respiración agitada y desesperada. ¿Porque sentía la misma sensación de ese momento?. ¿Por qué de nuevo estaba pasando esto?.

Mi mano derecha se coló por mi abdomen yendo a chocar contra su cara, lo hale de su cabello pero eso no duró ni un segundo cuando su mano se apresuró a bajar mi brazo volviéndola a ubicar bajo su pecho donde no tenía posibilidad de escapar.

¿Por qué nadie hacía nada??, ¿por qué nadie me ayudaba?.

Mis manos se apresuraron a arañar parte de su pecho y abdomen, pero esto no estaba funcionando. Pronto sentí cuando sus dedos intentaron volver a colarse bajo mi falda., ahí fue cuando....

Sentí como una fuerza quitaba al chico de encima de mi. Corrí mi cuerpo lejos de él volviéndome a sentar y pegándome a la esquina de aquel sofá.

—¡QUE TE PASA!!. ¡QUE HACES!!!. —Grito Justin a aquella persona que había terminado aquella pesadilla. No fue mi hermana, tampoco Diego., fue la persona que menos me esperaba.

—¡QUE MIERDA LE PASA A USTED., IDOTA!!!. ¡CREE QUE NO ME DI CUENTA DE LO QUE LE ESTABA HACIENDO!. —Grito Alexia haciendo que todos dirigiesen su atención hacia nosotros.

—¿¡Haciendo que!!?, solo nos estábamos besando. —Respondió Justin mientras la mirada de Alexia seguía intimidándolo.

—¿Que paso?... —Susurraban las personas.

—Es verdad solo se estaban besando. —Dijo una de las chicas de tacones rojos.

Al sentir toda la atención sobre nosotros mi primera reacción fue levantarme casi tirándome del sofá y corriendo a cualquier parte que me alejara de las miradas de estas personas. ¡Esto había sido mi culpa!!., yo en ningún momento debí haber venido. Mis lagrimas no demoraron en caer por mi rostro a la vez que trataba de ocultarme tras mi cabello mientras sentía como la mayoría de personas me volteaban a mirar queriendo saber lo sucedido, a lo que se dio el escándalo en la sala entre Justin y Alexia...
Cerré la puerta de baño el cual parecía más una sala que eso. Ya me había acostumbrado a entrar en una habitación de pánico, sentarme en el suelo y sostener la puerta con el peso de mi cuerpo.

—¡A SI!!!. Y ENTONCES. —IDIOTA.

Aún podía escuchar como Alexia respondía las estúpidas excusas de Justin, poniéndolo en ridículo pero esto no bastando para él. Nunca me espere que apareciese ella. ¿Donde carajos estaba Karla?, ¿por qué no vino??. Sostuve mis rodillas presionándolas sobre mi pecho, aún recalcando aquel momento en mi cabeza, pude volver a resentir su boca comiéndome la boca de una manera asquerosa y aquella presión de su mano en mi cara que tanto me lastimó. ¿Por qué tenían que hacerlo de esa manera?. ¿Por qué tenía que ser obligada?.

—Toc, toc. —Justo sonó la puerta haciéndome recortar el aire en mis pulmones.

—Alison. —Todo está bien, puedes salir. —

Era la voz de Alexia.

—Te llevaré a tu casa. Todo estará bien., te lo prometo.

Mi cuerpo se impregno más al suelo, ni siquiera sabia donde estaba mi celular., tal vez ese estúpido se había quedado con él.

El maldito miedo de vivir en una mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora