El maldito miedo de vivir en una mentira.

#51. Un nuevo comienzo.

POV'S Alison.

Una vez mas recurría a mi impulsividad en algún caso tenia que ser útil.

Amarraba mis pies sobre el otro, mis manos transcurrían el sudor sobre mis jeans, mi respiración era feroz al igual que los impulsos en mi corazón. Pronto llegaría una persona a sentarse frente de mi, comenzaría la interrogación. Tome la elección de que Erika me esperara afuera, estaba decidida a hablar con detalle quizás me acobardaría al hacerlo frente de ella., pero con esta persona desconocida sería solamente incomodo.

Pronto llego una mujer alta, de anteojos y entaconada., pero no venia sola, mi hermana estaba detrás de esta con sus brazos enrollados sobre su cintura no demorando en detallar sus verdes ojos en los míos, se notaba agotada, desbastada y hasta confundida. ¿Qué era esto Karla?.

Todo termino en menos de lo que pensé. Karla termino siendo la protagonista contando todo a su paso, yo estaba nerviosa y de mi propio nerviosismo había fabricado un mapa conceptual en mi cabeza para que no se me pasara ningún detalle, pero por suerte estaba ella.

"Hubieron preguntas incómodas pero fue mejor desahogarme a tragarme todo esto yo sola".

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No es fácil, pero siempre es mejor no cargar con todo el peso tu solo, en el cuestionario siempre hubieron preguntas incómodas pero al fin y al cabo hay que soltar para sanar. Y tampoco puedo asegurarles que la justicia se tome a mano esto porque realmente no es así.

#Un nuevo comienzo.

La frustrante guerra en la que estaba sola., había terminado. Ya no era yo contra mi misma, pero aún sentía miedo. Tristemente tuve que aprender a vivir sintiéndolo, por lo menos tenía contribuciones para acabar esta guerra o por lo menos para asegurarme no gritar por ayuda solamente en mi cabeza. Aún existen esas ganas de llorar, de echarme para atrás y pasar al tribunal conmigo misma y señalarme sin tener una oportunidad de defenderme. Aveces olvidar como respirar pero solucionarlo con un baño de agua tibia sentada en el suelo o en lo mejor recostada en el suelo.

Cuando fui a ser cuestionada, no era la única que tuvo que esperar en esa sala fría y escuchar la celadora decir a cada una que llegaba << Se dice buenas tardes>>. Cuando estaba más que segura que esas pobres niñas solo estaban afrontando el gran muro de terror al revivir un momento que fue su fin del mundo. Entraban y salían una tras otra, unas que miraban el suelo y otras lloraban. Esto no era nuevo., el abuso ya se había convertido en una costumbre., pero siempre puede haber un nuevo comienzo y ser mucho mejor.

Mi padre nunca aceptó lo que soy y de por si no es su obligación yo solo pido respeto. Mi madre ignoro y prefiero seguir como siempre, como si nunca hubiese escuchado aquellas palabras salir de mi boca. Pero alguien si se aferró a mi mano, la persona quien estaba más cerca de mi y la persona menos esperada, mi hermana que en algún momento pensé que esto nunca le importaría ni lo que pasase conmigo. Finalmente termine contándole mi mayor miedo al igual que ella lo hizo conmigo. Juntas íbamos a tener un nuevo comienzo y esta vez iba ser mucho mejor.

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— ¿Estas segura que quieres llevar dos maletas?, ¿no  son muchas Karla?, apenas vamos a estar cuatro días no un mes.

— Hay que estar preparadas. Nunca se sabe lo que pueda pasar. — Dijo sonriente mientras sus manos seguían arrastrando el enorme peso al baúl del auto, de mi madre por supuesto.

— ¿Te irás en en el auto con Erika?. — Preguntó risueña.

— Supongo que ya está esperándonos con Diego.