#41. Me gustas más de lo que vos pensas. ♡

73 5 2
                                    

POV's Erika.

Cierro mis ojos he imagino un lugar mejor que este mundo para ti y para mi, donde seamos capaces de caminar sin miedo, donde seamos capaces de nunca mirar hacia atrás donde lo único que hemos dejado ha sido dolor.

Sueño con un amanecer, con un sol nuevo, con ver tu sonrisa en cada amanecer , tener tus manos acariciándome al despertar y tener esa carita coqueta y risueña encima de mi para poderla besar. Sueño contigo, sueño con tenerte aquí conmigo.

—Toc, Toc, TOC.

¿Está vez quien podría ser?. Desde el día de ayer no abría esa maldita puerta.

—Siga!!!, la puerta está sin llave!!. 

Ya sabía que Diego necesitaba alguna explicación de porque tenía la cara golpeada, aunque ya tuviese idea de eso.
Pero...no quitaría el antebrazo de mi cara., no quería que me viera golpeada otra vez.

—Erika.

Al mismo tiempo que escuchaba salir mi nombre de esa melodiosa voz sentí cuando ella se sentó a mi lado. Alison.

Mierda. No quería que me viera la puta cara golpeada y desastrosa. Baje el antebrazo de mi cara tan despacio como pude para luego enfrentarme a ese tipo de Esmeraldas por ojos. 

Sus cabellos resbalaban por su cara, sus pecas se veían más pronunciadas por aquellas mejillas rosadas y esos labios húmedos y rojos. Pero...., su mirada se veía triste, achicopalada, nostálgica. ¿Ha pasado algo?.

—Erika. ¿Por qué ese idiota te ha golpeado así?.  —pude notar como esas esmeraldas se llenaban de agua. No vayas a llorar.

Me senté sobre la cama, colando mis brazos sobre ella., arrinconando su delicado rostro hacia mi pecho.

—No vayas a llorar mi amor. Ese idiota se merecía que le rompiese la cara. Jamás debió tocarte.

Su rostro se despegó para mirarme directamente a los míos. —El tampoco debió tocarte.

— ¿como te enteraste?. —¿El te contó?.

Pronto vi su cabeza afirmando junto con esas largas pestañas de muñeca que parpadeaban muy lentamente.

—Hizo llegar unos regalos al apartamento., Fui a devolvérselos. Y..., el muy idiota pensó que podría comprarme con esas estúpidas cosas que estaban en la caja. —Quiso..., hacer un trato conmigo sobre...¡pero bueno!!. Me enfadé al sentir que estaba insinuando comprarme de alguna forma y cuando fui a salir me detuvo diciendo que los golpes se los habías provocado tú y no solo eso si no que tú también habías salido lastimada. —¡Me asuste!!, No te pude imaginar  lastimada, ¡No por mi culpa y mucho menos por un Idiota!!!. Erika. Yo lo lamento, yo nunca quise

— ¡¡Tu me gusta!!!. —Explotó aquella frase en mi boca interrumpiendo la preocupación de Alison. —Bueno, es mucho más que eso. —Suspire peinando mi cabello hacia atrás. —No me importa lo que tenga que hacer con tal de verte feliz., No me importa que tenga que romperle la cara a otro idiota que se intente pasar de listo contigo. No me importa Alison. Yo solo quiero protegerte, protegerte de todo del que quiera o intente hacerte daño. Yo, yo.... Te amo. No puedo encontrar algo mejor que describa esto, pero creo que me he enamorado.

Sus labios permanecían entre abiertos a la misma vez que esas pupilas dilatadas brillaban con tanta determinación que de cierta manera me hacían sentir nerviosa, ella me hacía sentir nerviosa, ansiosa y desesperada por tomar su labios entre los míos y morderlos. No recuerdo nunca haberme sentido así, solo Alison podía darme ese tipo de sensación de nerviosismo y al mismo tiempo un deseo insoportable de tomarla en mis manos.

El maldito miedo de vivir en una mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora