CAPÍTULO 5: Sihyeon

1 0 0
                                    


-Aisha, ya es hora de empezar a prepararte -me comunicó un señor del equipo de producción.

Miro a Sihyeon, quien está sentada delante de mí.

-Anda ves. Ahora nos vemos -me dice.

Me levanto de la silla, me despido de mis amigas y empiezo a seguirlo. En el pasillo veo fotografías de diferentes grupos de k-pop que habían pasado por ahí antes que yo. El que consigue captar mi atención es el de TXT, el cual lleva un nuevo recuerdo a mi mente.

Era principios de junio, las temperaturas empezaban a subir en Corea. Yo iba paseando por las calles de Seúl, utilizando mi móvil a modo de GPS a fin de encontrar la casa de un familiar. Mi madre me había encargado cuidar de su perrito ya que se iba de viaje por una semana entera.

-Aquí tienes el trasportín. Deberías meterlo dentro para poder ir a comprarle ahora comida, se me ha acabado y me tengo que ir en un máximo de cinco minutos si no quiero perder el autobús -lo puse en el suelo y lo abrí para que Chami, el perro, pudiera entrar. -Toma algo de dinero y ves al 7 eleven que está enfrente de la Big Hit Entertainment -recibí el dinero.-No le des nada para comer que no sea comida para perro y si pudieras darle una ducha un día de estos sería genial.

Mi tío estaba tan estresado por el viaje que todo el proceso de recoger a Chami había sido tan rápido que de repente me encontré a mí misma con un perro desconocido y adorable en la calle, pero también un tanto confusa.

-¿Mi tío vive enfrente de donde trabaja BTS? -suspiré. -En fin, Chami, vamos a comprarte comida.

Chami era un Beagle de un año y medio de edad, por lo que llevarlo en el trasportín era bastante incómodo y pesado. Lo tuve que volver a sacar y llevarlo con la correa hasta la tienda.

-Chami, ahora te vas a tener que volver a meter.

Era muy obediente y eso me relajaba. Me dirigí directamente hacia el pasillo de comida para mascotas.

-¿Qué marca de pienso te gusta, Chami? ¿Debería comprarte también paté? -le pregunté sin esperar una respuesta.

-Deberías coger una adecuada para mi edad y tamaño.

Y así fue como conocí a Soobin de TXT. A pesar de sorprenderme haciéndome pensar que era el perro el que hablaba, me pareció un chico encantador. Ambos llevábamos mascarilla, pero, al haber debutado casi al mismo tiempo, nos reconocimos perfectamente a pesar de que esa fuera la primera vez que nos veíamos. Se ofreció a llevarme el trasportín hasta la entrada mientras yo pagaba por los productos caninos.

-Muchas gracias Soobin -dije mientras abría el trasportín y le volvía a poner la correa al animalejo.

-No es nada. Me alegro de haber sido de ayuda.

Hubo un momento de silencio, ambos teníamos vergüenza. Yo sentía unas ganas enormes de pedirle salir, pero dudé. Formulé en mi cabeza miles de formas de pedírselo a la vez que me autoconvencía de que se negaría y que era mejor olvidarlo.

-Esto... -dijo para enunciar su pregunta- ¿te gustaría que fuéramos a cenar?

Y así fue como, después de dos meses, al fin volvía a tener una cita. Al parecer me equivocaba.

-¿En serio vas a tener una cita con Soobin de TXT? -me preguntó Sihyeon mientras las demás estaban demasiado ocupadas saludando y mimando a Chami. -Eso es increíble. ¿Cuándo habéis quedado?

-Esta noche.

Fue corriendo a por su bolso y me sacó de casa.

-Unnie, espera. Tengo que cuidar de la mascota de mi tío.

-No hay tiempo para eso, nos vamos a la peluquería. Además, está bien acompañado.

Tenía razón. Tras la sesión de peluquería, en la que me habían alisado el cabello y dejado precioso, volvimos a casa. Sihyeon abrió mi armario en busca del modelo perfecto. Al encontrarlo, me lo mostró para que le diera mi aprobación. Yo hubiera preferido algo más oscuro y discreto, pero opté por confiar en su gusto.

-Genial. Ahora vamos a ver que hacemos con tus uñas -dijo.

Entonces ella simplemente me hizo la manicura más linda que nunca me había hecho nadie.

-Wow, unnie. Muchas gracias, son muy bonitas.

-Divinas -añadió.

Reímos.

-¿A qué hora tienes que salir de casa?

-Pues dentro de una hora debería ir llamando a un taxi si quiero llegar puntual.

-Vamos bien. Solo me falta maquillarte.

Al cabo de 53 minutos interminables, estaba lista para salir. Llevaba un top blanco y una falda larga y holgada del mismo color. Mi maquillaje y accesorios eran de una tonalidad dorada muy delicada. Mi cabello estaba perfectamente peinado. Sihyeon aprovechó que mi cita era bastante más alta que yo para prestarme sus hermosos tacones de seis centímetros.

-No me veía tan guapa desde que grabamos el videoclip de Bon Bon Chocolat -confesé mirándome al espejo.

-Querrás decir preciosa.

-Sí, preciosa.

La abracé.

-Oh Dios mío, creo que voy a llorar -dijo E.U desde la puerta de la habitación, desde donde estaba observándome junto con las demás chicas.

-¿Estás segura de querer ir a la cena? Una cosa es un polvo por despecho y otra es iniciar una relación tirita. Recuerda: no necesitas a ningún chico -dijo Yiren.

-Estoy segura. Simplemente quiero pasarlo bien.

-Okay. Llamaré a un taxi.

-Gracias. Gracias a ti también Sihyeon, te debo una.

Mia se me acercó y me ayudó a poner mi largo abrigo marrón.

-Toma, para que no pases frío con ese hermoso, pero fresco conjunto.

-No te preocupes, también llevo medias. En fin, deseadme suerte.

Estaba tan ansiosa que bajé a esperar mi transporte fuera de casa. Sihyeon me acompañó. No tardó mucho en llegar.

-Espero que vaya bien, pero si pasa algo solo tienes que llamarme, ¿okay?

-Okay.

Me subí a mi carroza y me despedí desde dentro agitando mi mano con ansias. Me sentía igual que cuando tuve mi primera cita con Mingi. Sentía que iba a ser una gran noche.

El sueño de AishaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora