El sueño de Aisha

CAPÍTULO 20: Lee Know

Seguí al misterioso chico un par de metros, sin quitar la vista de aquel que aún seguía cantando. Lee Know se detuvo, casi nos chocamos.

-¿Todo bien? -me preguntó con una pequeña sonrisa.

-Sí. Disculpa. Es solo que me encanta como canta ese chico.

-Oh, Seungmin. No pierdas el tiempo con él, está saliendo con una fan española. ¿Cómo se llamaba? ¿Sonia? ¿Silvana? Es igual. Antes te vi hablando con Hyunjin.

-Sí. Es cierto.

-Tampoco pierdas el tiempo con él. Es gay. No sé si lo sabías.

-Algo he oído al respecto.

No entendía a dónde quería llegar.

-¿Me viste bailar verdad?

-Sí, con Hyunjin y el otro chico. El de la voz grave.

-Félix. Tampoco pierdas el tiempo con él.

-¿Gay o novia?

-Acosadora amiga de la novia de Seungmin.

No sabía cómo reaccionar, era un chico un tanto peculiar. Opté por simplemente pedir que fuera al grano.

-Después del baile os seguí con la mirada y creo que pudiste ver a Han y Hyunjin. Antes de quedarse con él habló contigo. ¿Te ha dicho algo de cómo se sentía Han?

Resultó que aquel chico rarito simplemente estaba preocupado por su compañero.

-Estaba algo triste, pero ya está bien.

-¿De verdad? ¿Hyunjin te dijo eso?

En ese momento, aquel chico de la hermosa voz, Seungmin, terminó su actuación y se bajó de la tarima. Lo miré un par de segundos mientras caminaba, después mi mirada se dirigió hacia Han, quien estaba cerca de ahí. Nos estaba mirando. Tenía una mirada triste, como si le estuviese quitando lo que más quiere en el mundo. Parecía un cachorrito hambriento y yo no quería alimentar sus celos.

-Sí -contesté. -Debo volver con mi acompañante ahora si me disculpas.

-Por supuesto.

Nos hicimos una reverencia y nos separamos. Me había parecido un momento realmente extraño. ¿Si tan preocupado estaba por qué no fue simplemente a preguntárselo directamente?

Al final de la fiesta empecé a sentirme algo mareada. Me extrañó porque no había tomado más que una copa de alcohol, la cual ni siquiera estaba demasiado cargada. Avisé a Lisa y me acompañó a casa.

-¿Quieres que me quede contigo? -me preguntó.

-No hace falta. Debes de querer ir a casa.

-Sinceramente, prefiero estar contigo que en casa.

Lisa me estaba tratando con mucho cariño. De nuevo, no pude decirle que no. Le ofrecí la habitación de Mía para que durmiese más cómoda. Me metí en la cama después de darme una ducha y ponerme el pijama, me quedé un rato usando el teléfono. Tenía un mensaje de Lisa, me estaba deseando las buenas noches. "Qué mona", pensé. Tras contestar a su mensaje, pagué el teléfono, me acomodé para intentar dormir y me acordé de la vez que estuvimos Lucas y yo en mi cama. Recordé lo que pasó y recordé que me pidió que me tomara una "píldora del día después". Yo me negué. Es una pastilla que tenía muchos efectos secundarios y mi ciclo estaba por terminar, por lo que la consideré absolutamente innecesaria. Abrí los ojos y me apresuré a coger mi teléfono de nuevo. Abrí una aplicación, mi calendario menstrual. Tenía una semana de retraso.