The Boy & The Bear ❈RubegettaAU❈

❈1❈

Aproximadamente diez minutos después de entrar a la mansión, Samuel estaba sentado en una oficina impresionante, frente a un hombre albino con rasgos asiáticos, que lucía un fino traje blanco. Este estaba tras un gran escritorio de madera preciosa, dándole un aspecto algo intimidante.

Tan pronto como entro más allá de las enormes puertas, al azabache le quedó bastante claro que los dueños del lugar, eran gente rica, más allá de su imaginación y el trabajar para ellos sería como un sueño hecho realidad.
La gran casa era algo magnífico, por decir menos. Una mansión digna de ser llamada "Castillo", con un césped cuidadosamente recortado, una enorme fuente esculpida en forma de sirena y una casa en el lago al otro lado de la propiedad principal.

Según el mayordomo que acompaño al azabache a la oficina del señor Doblas, Samuel cumplía con todos los requisitos aparetes para el trabajo. Solo debería demostrar sus habilidades como niñero. Y esto no era algo que preocupase al azabache. Era bueno con los niños, de hecho, solía cuidar a algunos para obtener dinero extra y se le daba bastante bien. Así que no tenía ninguna duda de que allí también podría hacerlo.

-Sr. De Luque-se dirigió a él, aquel hombre albino, sacándole de sus pensamientos-Estaría bien si te digo solo Sam?

-Sí, está bien. No hay ningún problema.

Si Guillermo Doblas le hubiese dicho que que trabajaba en películas de Hollywood, Samuel no se atrevería a estar en desacuerdo. Todo en aquel hombre parecía un sueño. Desde su cabello fino de color blanco y sus ojos verde profundos. Era alto y aquel traje blanco ceñido que vestía, resaltaba bien su cuerpo.

-Genial-el albino le dirigió una fina sonrisa-Leí personalmente tu currículum y mencionaste que eres bastante bueno manejando niños.

-Así es-respondío Samuel afirmativamente-Habían algunos niños en mi vecindario, así que tengo experiencia en lo que a ellos respecta. Los niños me agradan, por lo que no tendrá que preocuparse por su hijo o hija. También soy bueno para involucrarlos en juegos de mesa y al aire libre, creo que eso no sería un problema aquí.

La sonrisa de Guillermo no vaciló mientras le veía con una mirada curiosa en su rostro.

-Bueno eso es un alivio, pero me gustaría aclarar que no estoy casado y no tengo hijos. Es mi hermano a quien necesito que cuides y no es exactamente lo que yo llamaría un niño. El es...-Guillermo miró a lo lejos, tratando de encontrar la palabra correcta-Es difícil y diferente.

-Entiendo-dijo Samuel interpretando que se refería a algún tipo de necesidad especial. Pero qué tan malo podría ser ese trabajo?

-Eres bueno con los niños que hacen rabietas y se niegan a comer?

Samuel le dedico mi sonrisa más confiada al albino. Si el hermano de Guillermo era un adolescente desagradable y desobediente, estaba bastante seguro de que podría enseñarle a mantenerse en línea. Pellizcar a niños malcriados cuando sus padres no miraban nunca fue un problema, así que este niño rico, no sería otro.

-Por supuesto. No digo que sea fácil al principio, pero puedo asegurarle que su hermano y yo seremos buenos amigos en poco tiempo.

Con sus palabras estaba tratando de obtener ese trabajo con toda su fuerza, esperando no sonar demasiado desesperado y por lo que parecería, suponía que Guillermo le creía.

-Sam, estás contratado. 

Eso había sido fácil...

-Genial! Muchas gracias, de verdad. Me gustaría conocer a su hermano-dijo sin poder evitar la emoción de su voz.

-Todo a su debido tiempo-aclaro Guillermo y le acercó un documento-Tenemos la regla de que todas las personas que empleamos firmen un contrato. Establece que mantendrás este puesto durante al menos un año, pero antes de eso, estarás trabajando un mes de prueba. Durante el que te monitorearemos y tendremos el poder de despedirte si se considera oportuno. Es solo porque hemos tenido algunas niñeras antes que no trataron a mi hermano con el respeto que se merece y nos vimos obligados a tomar las medidas adecuadas. Puedes revisar todo el documento y tomarte tu tiempo para leerlo...