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Ruben no habló mucho más con su abuelo después de eso y la habitación volvió a un cómodo silencio. El de cabello blanco se levantó y fue hasta un aparador de donde sacó un vinilo y encendió un gramófono antiguo.
Música suave salió del viejo reproductor, acompañada de un gruñido.
Un gato negro que Samuel no había notado antes, estaba parado tras el, mirándole con superioridad desde ahí. Inmediatamente el azabache salio del lugar y volvío a su habitación, dándoles privacidad a los otros dos.
Después de todo, el no tenía ningún derecho a indagar en la historia familiar de los Doblas. Su principal objetivo era sobrevivir y salir vivo de esa casa y para eso necesitaba encontrar otra salida que no fuese por el bosque.

Toda la familia se había ido a la fiesta, salvo Ruben y su abuelo Merlon. Una oportunidad como esta no se presentaría de nuevo pronto.
Primero Samuel fue a la cocina y trató de cortar desesperadamente, la tobillera de su pie con un cuchillo. Cosa que no funcionó. Quitarse el rastreador de la pierna no iba a suceder. Necesitaba encontrar otra forma.

Luego de eso, fua a asegurarse de que Ruben estuviese dormido esta vez, para que no le siguiera. Al verlo llegar, Ruben se cepilló los dientes y se puso el pijama. Esta solía ser su rutina nocturna antes de acostarse.
No se sentía tímido al quitarse la ropa interior frente a Samuel. El azabache solo miraba hacia otro lado por decencia común y para que Ruben no apreciara, como aveces, se lo comía con los ojos. Cosa que este habría notado si hubiese estado en pleno estado de sus facultades.

Samuel colocó dos pastillas y un vaso de agua en la mesita de noche. Por lo general, Ruben las tomaba después de las comidas. Luego trató de darle una en la boca, pero el contrario volvío su rostro hacia el otro lado, negándose a tomarlas.

-Ruben quieres mejorar, no? Si no tomas tus medicamentos, nunca recordarás nada-el azabache saco una porción considerable de brownies de miel frente a Ruben. Los dulces siempre parecían funcionar para incitarlo a tomar su medicación-Hice esto para ti.

-Brownie-dijo Ruben y extendió la mano para tomarlo, pero Samuel lo aparto de su alcance.

-Tendrás el brownie cuando te tomes las pastillas. Esas son las reglas, Ruben-le recordo el azabache.

Ruben resopló, empujando las pastillas en su boca con fuerza y ​​tragandolas sin siquiera tocar el vaso de agua, para luego agarrar el trozo de brownie que comenzó a masticar, mirándo al azabache de la misma manera inusual en el.
Samuel tuvo que limpiarle la boca más tarde con una toalla debido a las migajas.
Una vez que Ruben terminó y se sintió cómodo en su cama, Samuel decidío hacerle una pregunta que le estaba molestando.

-Ruben, te escuché hablar con tu abuelo. Me preguntaba si empezaste a recordar algo-le dijo Samuel buscando alguna reacción.

Ruben tenía un oso de felpa en las manos, que apretaba con sus dedos largos y elegantes, mientras sus ojos permanecían bajos y la tenue luz de la habitación resaltaba sus pupilas.

-Estas casado?-pregunto el azabache.

Ruben negó con la cabeza.

-No.

Rápidamente Samuel acuno el rostro de Ruben entre sus suaves manos, obligándole a hacer contacto visual con el.  a pregunta que realmente quería hacerle era "Estás fingiendo perder la memoria?". Pero eso no fue lo que dijo.

-Entonces quién es "ella"?-pregunto insistentemente-De quién hablaban?

Ruben no respondió y Samuel dejo de hacerle preguntas, hasta que escucho algo más.

-Mi madre.

-Como que tu madre? La recuerdas?-pregunto Samuel.

Ruben no respondió de nuevo y comenzó a respirar con dificultad, sus dedos sujetaban con más fuerza el oso de felpa. Samuel puso sus manos sobre sus hombros intentando carmarlo.

The Boy & The Bear ❈RubegettaAU❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora