❈7❈

623 109 43
                                    

Samuel sabía que no tenía mucho tiempo. 
Un día después de aquel incidente, empaco sus pocas pertenecías rápidamente, en la oscuridad de la noche. La ropa que había estado usando en la casa fue comprada por la familia, así que decidió no llevarla consigo.
Ni siquiera había vivido el tiempo suficiente allí para recibir su primer cheque de pago. Pero eso estaba bien para el azabache, porque su objetivo principal era sobrevivir a aquella locura. La familia Doblas estaba jodidamente loca y el ya no quería ser parte de ello.

Guillermo sabía que lo que había sucedido con Mónica fue un asesinato, pero había optado por permanecer en silencio. Estaba protegiendo a alguien y haciendo esto estaba arrastrando a Samuel con él. Como si todo aquello fuese una especie de conspiración familiar retorcida.

Alojarse en esa propiedad durante casi dos semanas le había enseñado al azabache sobre la mayoría de las salidas que tenía la mansión. Y las escaleras del cuarto de servicio eran la forma más fácil de salir de allí.
El único impedimento era el cómo iba a caminar por el patio sin que le vieran. La otra parte sería convencer a los guardias de que le dejasen pasar. Era eso o caminar por el bosque y encontrar un camino.
De cualquier manera, era un desafío.

Pero no iba a volver al punto tonto de pensar que este era el mejor trabajo que había tenido. Era cierto que este había sido demasiado bueno para ser verdad. Pero también venía con una trampa. Siempre había una trampa.

Samuel se miró en el espejo, viendo su cabello azabache que ni siquiera tuvo tiempo de peinar. Luego arreglo un poco su rop , ató los cordones de sus zapatos y estuvo listo para irse. Pero sus pies no avanzaron, como si el miedo le hubiera congelado en el lugar.

A dónde iría? Qué le esperaba en el futuro? Seria lo suficientemente fuerte?
Queria decirse a si mismo que si. Que superaría esto como había hecho con otras situaciones.

Abrío la puerta de su habitación y la cerró detrás de el lentamente, asegurándose de no hacer ni el más mínimo sonido. Caminó de puntillas por el pasillo hasta el primer piso y luego se dirigió a la cocina. No tenía mucho dinero, pero al menos le vendría bien algo de comida de camino a ninguna parte.
Encontro jamón y queso en la nevera, así que se hizo un sándwich rápido que envolvió en una envoltura de nailon. También echó unas Coca-Colas en la mochila. Luego, asalto la despensa, agarrando paquetes de maní salado, pretzels y papas fritas.
Se sentía culpable por robar esa comida, pero no sabía cuánto tiempo iba a estar viviendo en las calles sin trabajo y sin ningún lugar a donde ir y no había ninguna posibilidad de que volviera a la casa de su padre. Preferiría quedarse sin hogar, que volver con ese monstruo.

❈*❈*❈

-Vení aca desgraciado. Hay alguien que le gustaría saludarte. Se un buen chico y cuida de el, de acuerdo?

Su padre arrastraba las palabras cuando irrumpió en su habitación aquella noche. A su lado se encontraba un tipo extraño mirándole lascivamente y mientras escuchaba el sonido de su cinturón moviéndose.

-Tienes solo una hora, hasle lo que quieras. Pero a pesar de su imagen dura, el puede quedar embarazado, asi que no acabes dentro-le dijo su padre al tipo y Samuel supo lo que vendría después-No quiero otro engendro en esta casa.

-Pap...

-Tu quedate quieto y terminara pronto.

Aquella noche, no importo cuanto Samuel lloro y suplico, su progenitor no intentó siquiera detener su sufrimiento.
Así paso durante meses. Siguieron llegando extraños a esa casa. Y a aquel hombre no le importaba lo que el sintiese. Ni siquiera era un ser vivo para el. Recibiendo a todos esos tipos cuando les diera la gana.

The Boy & The Bear ❈RubegettaAU❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora