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Los golpes se volvieron incesantes y Ruben continuó insistiendo para que el contrario abriese la puerta. Seguía intentando girar la perilla, mientras con voz suave llamaba a su esposo desde el otro lado.

-Samu, por favor abre la puerta...

Samuel se sintió mal por la forma en la que Ruben le sostuvo en la cama.
Empezó a tener flashes de su padre, de aquellos tipos haciéndole cosas y la forma en que se sentía impotente en esos momentos.
Experimentó de nuevo el pavor con solo la idea de que Ruben se estaba volviendo como ellos.

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El azabache evitó a Ruben durante dos días seguidos y no comio en el comedor porque no quería enfrentarse a los demás miembros de la familia Doblas.
Ruben trataba de hablar con el cada vez que tenía oportunidad. Pero cada vez que estaba cerca, Samuel se sentía intimidado como si fuera a atraparle y tratar de imponerle algo, por lo que huía en otra dirección.
Cuando se cruzo con Guillermo en los pasillos, noto que este tenía una expresión de autosuficiencia en el rostro, como si esperase que esto sucediera.

Samuel en el fondo se negaba a creer, que Ruben se parecía en algo a esos tipos y a su padre.
El último siempre había sido malvado y el nunca había visto esa negatividad cuando estaba con Ruben. El era callado, pero inteligente y compasivo. Había momentos en los que no se daba cuenta de lo que estaba haciendo o de lo que significaban ciertos gestos. Era posible que esa noche se emocionara demasiado con lo que hacían y no supiera cómo reaccionar correctamente.

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En la tercera noche, Samuel se cansó de aquel juego del gato y el ratón. Iba a darle a Ruben la oportunidad de explicar su comportamiento.

Fue hasta la habitación del más alto y abrío la puerta lentamente. Lo encontró sentado en el piso, con las piernas pegadas al pecho, balanceándose hacia adelante y hacia atrás.
Tan pronto como Ruben vió al azabache, se puso de pié. Había un evidente dolor en sus ojos verde esmeralda.

-Samu... Lo siento...-murmuro con ojos tristes y Samuel trato de no conmoverse por sus lágrimas.

-Ruben hablemos de esto-le dijo con firmeza el azabache.

Asegurándose de mantener la distancia, Samuel entro de lleno a la habitación. Ruben estaba de pie en el centro, con un pijama de gatos y su cabello echo un desastre. No hizo ningún movimiento para tocar al azabache, así que este supo que estaba a salvo.
Samuel cerró la puerta.

-Hice algo mal?-preguntó el más alto.

-Casi me obligas a hacerlo!-le dijo irritado Samuel-Por qué estabas así, Ruben? No me gusta sentirme indefenso cuando estamos en la cama. No es así como funciona.

-Perdon, no sé mucho al respecto...-contesto el contrario mirándole con una expresión desconsolada-Yo no... Recuerdo cómo hacerlo.

-Estabas siendo muy rudo y me sentí sofocado cuando empujaste mi cara contra la almohada-le dijo Samuel limpiando las lágrimas que empezaban a nublar su visión-Yo era... Soy una víctima de violaciones. No sé si eres consciente de esto, pero no me gusta el sexo duro. Tenía mucho miedo...-su ritmo cardíaco se aceleró-Eso me hiciste sentir. Eres más fuerte que yo y no quiero que me trates así. Entiendes lo que te estoy diciendo, Ruben?

El más alto asintió con la cabeza, mirando a Samuel con un sentimiento de culpabilidad.

-Perdon Samu. Es solo que... El vídeo...

-Cuál vídeo?-preguntó el azabache.

Ruben caminó hacia la computadora portátil que estaba en su mesa y la encendió. Samuel lo miró mientras hacía clic en un ícono en el escritorio y apareció un video.
La habitación se llenó de fuertes gemidos y gruñidos masculinos.

The Boy & The Bear ❈RubegettaAU❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora