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Samuel siempre se había preguntado, cómo sería cuando Ruben recuperase sus recuerdos. Numerosos escenarios jugaban en su mente y las respuestas a cada conversación que tenían. Pero la realidad era completamente diferente.
Nada le había preparado para esto.

Mientras Guillermo le sermoneaba sobre seguir sus reglas, sus ojos morados estaban posados en su esposo. Ruben se había sentado sin decir una palabra y Guillermo había asumido que solo era uno de los comportamientos inconscientes y habituales de este.

Samuel se levantó y fue directamente a su habitación y pensando en lo que se suponía que debía hacer, ahora que "él" había vuelto.
Estaba bastante seguro de que había recuperado sus recuerdos, a menos que se hubiese imaginado lo que había pasado abajo y todo estuviese en su cabeza.
Pero ver como el rostro de Ruben se había transformado por completo, como si finalmente supiera lo que estaba sucediendo a su alrededor. Samuel mentiría si dijese que no estaba intimidado por ello.

Estaba en su habitación, analizando demasiado todo lo que había sucedido durante el viaje en auto. Ruben había estado en silencio todo el camino a casa.

Luego los escuchó. Los pasos acercándose al dormitorio y abriendo la puerta.
Un sudor frío le recorrió el cuello, cuando sintió su presencia detrás de él. Sabía que estaba parado allí.

Y si Ruben quería el divorcio?
Samuel sentía que le rompería el corazón por completo, pero era una posibilidad que no podía negar.
Por mucho que amaba al inocente, cariñoso y dulce Ruben Doblas, sabía que la versión real de él era un hombre muy diferente. Un hombre de alto nivel social, rico y sumamente poderoso. Samuel ni siquiera se podía comparar con eso.
Guillermo le había casado con Ruben como una retorcida venganza y si no fuese por eso, sería simplemente otro empleado de esa mansión.
Entonces, si Ruben le decía que quería el divorcio, se lo daría. Pero primero le diría sus sentimientos. Que lo amaba de todo corazón y estaba listo para aceptar al hombre que era. El dinero no le importaba. Solo lo quería a salvo y amado. Se lo debía al viejo Ruben del que se había enamorado.

De repente, el azabache deseó haberse puesto algo mejor. Al Ruben que conocía no le importaba lo que se pusiese, pero no estaba tan seguro de este.
También debía detener ese tipo de pensamientos. No había dos personas. Solo un Ruben Doblas.
Este había cerrado la puerta detrás de sí.

-Samuel-le llamó mirándole directamente.

-Ruben-dijo Samuel devolviéndole la mirada.

Este sonrió con complicidad, mientras se acercaba lentamente, analizando al azabache. Su comportamiento gritaba control.

-Sabes? Estaba soltero cuando tuve el accidente. Ahora desperté y resulta que estoy casado-se rió entre dientes el más alto-Es jodidamente gracioso. Cuánto tiempo ha pasado?

-Perdiste la memoria hace un año, pero nos casamos hace cuatro meses-le respondió Samuel.

Este era el momento en el que decía."Sí, pero ni siquiera recuerdo haberme casado contigo. Así que déjame sacar los papeles del divorcio".

Ruben asintió con la cabeza ante su respuesta.

-Me gustaría agradecerte por todo lo que has hecho por mí. El matrimonio, la tortura, el plan de escape. Nada de eso estaba incluido en el contrato de niñero cuando lo firmaste, verdad?... O tú y Guillermo ya hicieron las paces?

The Boy & The Bear ❈RubegettaAU❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora