Capítulo 20: La quiero de vuelta.

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Ono se sonrojo por lo dicho y solo se apego más a su pareja, ella sonrió y siguió abrazándolo durante varios minutos, ninguno de los dos se quería apartar pues estaban muy cómodos estando así.

- oye anga - llamo Ono mirando a la águila - ¿como crees que sean los críos de fuli? - preguntó mientras sonreía - pues los cheetah son muy idénticos tanto machos como hembras, así que en lo único que podrían ser diferentes quizás sea en la forma del rostro y color de ojos, así como lo demás, la voz y eso.

La águila pensó por un instante, antes de mirar nuevamente a Ono.

- pues no lo sé, quien sabe.. el cachorro podría nacer o muy idéntico al padre o muy idéntico a la madre - se explicó - además aún no hemos terminado nuestra investigación y yo sé cómo son los gustos de fuli, ella es una cheetah interespecie, básicamente el crío no sabremos como vendrá hasta que Nasca.

Ono miro por unos segundos a su pareja otra vez - el padre del cachorro el kion - soltó, anga mostró una expresión neutral y solo miro a Ono.

- ¿ah si? - dijo ella incrédula mientras miraba atenta a su pareja. Este asintió y solo se quedó en silencio mientras la abrazaba, aquello que había soltado era una bomba que ella se había tomado aparentemente de forma muy rara.. - vaya y ¿como sabes? - preguntó.

- creo que es el, ¿recuerdas que te dije que el me había dicho que era alguien muy cercano a nosotros? - está solo asintió afirmando lo dicho - pues esa indirecta estuvo rondando por mi mente durante varios días a tras hasta ahora. Y es el, estoy seguro de ello. Las miradas, las sonrisas, todo aquello que no habíamos notado le da mucho sentido a todo.

Anga solo miro a Ono y pensó por unos instantes antes de contestar.

- umm tiene sentido - contesto, antes de acurrucarse más con él y sonreír de forma placentera - dejemos eso de lado y disfrutemos de nuestro tiempo juntos - sonrió antes de volver a cerrar los ojos.

Ono solo sonrió y se limitó a hacer lo mismo, el tiempo con ella siempre era valioso.

...

Narrador.

Yoshiro se encontraba merodeando en los prados norte, con aparente angustia y algo de enojó en su rostro.

- freya.. - gruño antes de mirar atento al suelo. Se acostó con remordimiento en el pasto seco del lugar, cerro los ojos por unos instantes, escucho cada cosa, le agradaba el silencio y la paz..

- veo que disfrutas de estar solo - se escucho, yoshiro se levantó rápidamente y miro a dirección de la voz, era kion.

- oh, es usted - se volvió a acostar sin tomarle importancia a la presencia del mayor.

- de alguna manera creo que no debí que fuli te cuidará de bebé - se rió el mayor y el menor solo sonrió algo cohibido.

- la señorita fuli no era mala cuidadora - cuestionó el león más joven mientras miraba atento al cielo - incluso, creo que ella fue una de las mejores cuidadora aún que perdía la paciencia muy fácil.

El mayor solo sonrió al escuchar aquello y se acostó al lado del joven.

- la verdad es que fuli siempre fui así - dijo kion mientras sonreía - sabes yoshiro, cuando tenía tu edad yo vine a este mismo prado juntos a fuli - esto llamo la atención del joven quien sólo pensó.

- ¿y? ¿Que con eso?

Trato de sonar lo menos grosero, aún que sonara grosero era la manera en la que contestaba básicamente.

- y creo que, fue buena idea, recuerdas cuando jugabas con ella y tu madre en el lodo - recordó al joven quien sólo pensó por unos instantes antes de contestar.

•embarazo inesperado•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora