Un joven león se encontraba caminado hacia rumbo desconocido con cautela y demasiado nerviosismo, después de unos minutos de seguir caminando el león entro a una cueva no sin antes mirar a su alrededor para ver si alguien no lo había seguido.
Este se adentro un poco más a la cueva, un pelaje color amarillo con marchas color marrón oscuro llamo su atención hay estaba su Fuli.
- ¡fuli! - dijo kion mientras la miraba feliz de verla, está solo sonrió mientras miraba a kion un poco preocupada, kion noto este cambio en la actitud de su amiga haciendo que se preocupara por ella - fuli...¿estás bien? - pregunto preocupado.
- si...creo..- dijo mientras miraba al león con una sonrisa nerviosa - me eh estado sintiendo mal hacia unos días, temo que sea eso...- añadió la chita con preocupación.
- ¿eso?
Pregunto ingenuo sin saber de lo que estaba hablando su "amiga" está señaló su vientre con una de sus patas por lo que el león entendió por completo el mensaje y que era ese "eso" que tenía fuli, kion miró a fuli mientras algunas lágrimas salían de sus ojos por la noticia aún que fuli se veía un poco más preocupada que el.
- ¿encerio? - exclamó con asombro mientras miraba a la chita presente, está solo asíntio y no dijo nada temía que rechazase el echo o más bien lo que temía que fuera en esos momentos - Estoy...¡Feliz!, Digo en realidad no se cómo reaccionar siento miedo y felicidad al mismo tiempo pero si no es y estás enferma... deberíamos ir dónde rafiki para que te revise - propuso, esto sorprendió a fuli la cual solo sonrió y coloco su cabeza bajo la del león quien acepto este gesto y comenzó a acariciar su cabeza con la de su Novia.
Kion y fuli habían tenido una relación de 5 años, todo había permanecido en secreto por parte de los dos y de todas sus cosas, fuli era una chita una felina de diferente especie mientras que kion era un león un felino de diferente especie, sería una relación un poco escándalosa y muy poco aceptada por muchos, por lo tanto era mejor que todo estuviera en secreto.
Los dos jóvenes salieron de aquella cueva sin miedo de que alguien los viera, ambos caminaban a la par con una sonrisa en sus rostros, pasaron unos cuantos minutos hasta llegar al árbol de rafiki. Kion lo llamo varias veces hasta obtener respuesta del mandril.
- jóvenes que los trae por aquí - pregunto el mandril feliz por ver a los dos más importantes de la guardia o al menos para el.
- bueno..me eh estado sintiendo mal últimamente..es decir mareos y dolores de cabeza ocasionales no pensé que sería algo grave pero se volvieron más constantes y bueno le conté a kion y decidimos venir contigo para ver su me puedes revisar o algo así - dijo fuli sonando un poco preocupada y avergonzada al mismo tiempo, rafiki solo asíntio y propuso que entrarán en su árbol.
Ambos felinos entraron al árbol del mandril y se sentaron en una de las esquinas esperando a rafiki.
- bien, joven fuli quiero que vengas conmigo, kion quédate aqui y espera a que termine de revisarla - dijo rafiki, fuli asíntio y se dirijo al lado de el mientras que kion solo se quedó mirando como los dos se alejaba dejándolo solo.
Pasaron unos minutos y no había respuesta de los dos, kion se encontraba pensando y mirando las pinturas que habían en el interior del árbol, una llamo por completo su atención.
Era un pequeño cachorro de león junto a dos reyes y una pequeña leona, se podría decir que era el y su hermana pero en realidad eran reyes de otra época que fueron pintados en ese mismo árbol por los antepasados del mandril, kion siguió caminado de un lado para otro un poco preocupado por la salud de fuli.
Algunos minutos más pasaron haciendo que el león comenzara a desesperarce por no poder saber nada de su novia.
- bien ya sabemos que tiene fuli - dijo el mandril mientras aparecía junto a fuli en el lugar, está estaba con una ligera sonrisa en su rostro ya que no quería expresarse tan abiertamente como quería. Kion solo miró con confusión a los presentes - fuli está embarazada mi querido líder - dijo el mandril con una sonrisa.