Fuli.
Después de la caminata regresamos a la guarida, no habíamos podido avanzar mucho debido a mis mareos, los cuales me lograban poner un tanto mal, debido a que eran repentinos y que bueno...la agarraban desprevenida.
Aun que ahora estábamos en otro tema, los chicos al parecer terminaron el patrullaje, pero habían agarrado sus rumbos eso, por lo que me dijo cierto mandril que estaba justo es esta sala.
- ¿Debería preocuparme? - preguntén era una de las revisiones de Rafiki, jamás me había fijado en todos los detalles que me daba, además de hasta cierto punto darme miedo de lo que conlleva traer a una criatura al mundo, bueno...
Aunque otra pregunta llega a mi mente ¿Desde cuándo kion se volvió tan protector? Ya me lo había demostrado antes pero...
- todo irá bien - comento, suspiré ante aquellas palabras, kion suspiro aliviado de forma fuerte.
- entonces ¿todo está normal?- pregunto, rafiki solo asintió antes de reír.
-como me dijiste, ella solo tuvo un mareo, malestares normales en estas etapas joven príncipe. - recalcó, ya le había dicho, pero no me hizo caso. - no deberías preocuparte tanto, otra cosa es que tenga dolor fuerte, ocurra algún tipo de sangrado o se desmaye, pero por ahora todo está en orden kion.- le explicó.
Me quedé mirando la conversación de esos dos, hasta cierto punto era lo que siempre hacia en dichas revisiones, no opinaba mucho que digamos, tampoco era como que me gustars, mientras mis cachorros estén bien no tengo de que preocuparme a demás de kion y los chicos.
Por lo que se, anga está saliendo con ono, algo que hacen en "secreto" aún que ¿Se podría decir que es un secreto cuando es tan obvio? A ambos se le nota el amor.
- fuli. - escuché, levanté mi cabeza y mire a kion, ¿Cómo demonios rafiki puede desaparecer tan rápido? - ¿Te sientes mal? - pregunto.
- ya te dije que no. - le respondí, el sonrió y de acostó conmigo. - ¿Cuando le diremos a tus padres? - le pregunté. Lo oí suspirar antes de guiar su mirada hacia mi.
- no quiero que por culpa de este secreto te alteres y terminé en lo peor - me señaló, sabía lo delicado que era, cualquier cosa podría dañarme y dañar al cachorro. - por lo tanto lo mejor es decirles cuando nascan, no podríamos ocultar que el cachorro es un híbrido, puede parecer un león después de todo. - se rió.
Solo sonreí de forma preocupada, estaba segura de que sería un impacto muy grande en la familia real, quizás logren aceptarnos, la señora nala es muy comprensiva, soy alguien de su agrado por lo tanto ahí tenemos un punto.
Pero Simba...de el no estoy nada segura, puede ser que kovu y Kiara sean los siguientes reyes en unos meses, pero Simba sigue teniendo mucha autoridad en este reino y cualquier cosa que a él no le agrade, el pueblo lo sabra.
Un pequeño dolor de cabeza empezó a aparecer, es abrumador, mire s kion y recosté mi rostro de su melena, era suave y esponjosa.
Flashback.
- ¡no te burles! - exigio el león a su amiga guepardo, estaba entrando en la etapa adulta, le habían salido uno que otros mechones de melena, debía aceptar que se le veía super raro y nada...bonito.
- no es mi culpa que te veas muy poco...- sin más miro de arriba a abajo al príncipe - agraciado - soltó una gran carcajada mientras miraba la cara de fastidio del león adolecente.
- aún que este poco "agraciado" la melena crecerá más y me veré más bonito...- trato de ser optimista, pero debía aceptar que estaba en uno de sus momentos humildes más bajos en toda la historia de su vida.