Capitulo 8

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Apenas faltaban 5 minutos para salir y estaba recogiendo mis cuadernos cuando vi como un chico se acercaba a mi.

-Hola soy Izan y como ayer faltó el profesor pensé que quizás estos apuntes puedan servirte para sus clases.- Izan sacó de su mochila unos apuntes perfectamente encuadernados.

-No hacia falta, pero muchas gracias Izan, soy Aria.- Ambos estrechamos nuestras manos y justo el timbré sonó.

-Te veo luego Aria.- Izan se despidió de mi y salió de la clase junto a un grupo de chicos.

Guardé los apuntes y salí también para ir directamente al aula de arte.
Por el camino me encontré con Irina y sus dos amigas que pasaron por mi lado riendo como si nada.

Después de todo habría pensado bien después de lo que ocurrió ayer y simplemente seguía con sus vidas.
Giré la esquina viendo en la puerta del aula a Liam.

-Hola Aria, estaba esperándote para entrar.- Liam llevaba una camiseta negra junto a unos pantalones en verde oscuro con algunos bolsillos.

No pude evitar fijarme en algunos de los tatuajes que cubrían sus brazos.

-No sabia que tenias tatuajes.- Este levantó sus brazos y girándolos me enseñó algunos que no podía ver por su posición.

-Hay tatuajes que no se ven por la ropa pero casi estoy tatuado al completo.- Me quedé impresionada cuando levantó su camiseta dejando a la vista su abdomen tonificado completamente tatuado.

Levanté mi mano pero antes de llegar a su abdomen me detuve ya que sería muy directa por mi parte.

-Puedes tocarme no te preocupes Aria.- Al hablarme bajé la mano rápidamente y aparté la vista de su torso desnudo.

-Perdona es solo que nunca había visto tantos tatuajes.- Liam sonrió para después de bajar su camiseta y abrió directamente la puerta del aula.

-Buenos días chicos, los lienzos están en la clase de al lado justo en el cuarto pequeño.- Después de darle las gracias al profesor López por facilitarnos los lienzos, salimos del aula y entramos en el aula donde nos había indicado.

Liam se adelantó para abrir el cuarto donde estaban guardados, pensaba esperarlo pero al escuchar algo caer me acerqué alarmada al cuarto.

Al entrar la luz estaba apaga y unas cajas cayeron haciendo que tuviera que pegar mi espalda a lo que creía que era la pared.
Llevé mis manos hacia atrás palpando unas piernas y supe que estaba pegada al cuerpo de Liam.

Ambos respirábamos agitados y por mucho que intenté moverme las cajas me lo impedían.
La respiración de Liam llegó a la piel de mi cuello produciéndome un cosquilleo extraño.

Sus manos atraparon mi cintura haciendo algo de fuerza para pegar aún mas mi cuerpo al suyo.

-No te muevas Aria.- Hice caso a sus palabras fijándome que justo enfrente, la estantería antes mi casi estaba por caerse.

Mis manos que antes tocaban sus piernas pasaron al frente, hice el amago de agacharme para retirar algunas cajas, pero entonces un roce en mi espalda hizo que me levantara de inmediato.

-Deja que yo quite las cajas.- Liam había puesto su mano en mi espalda que fue llevando poco a poco a mi nuca a medida que me incorporaba.

Por un momento un calor extraño invadió mi cuerpo, lo sentí como conocido.
No me moví ya que la estantería se tambalea y no quería que por un mal movimiento cayera encima de nosotros.

-No te muevas Aria, pasaré yo primero y tu harás lo mismo detrás de mi.- Habló tan cerca de mi cuello que la piel del mismo se erizó y solo pude mover la cabeza haciendo gesto de haberlo entendido.

LIAM  - "¿Aún querrás conocerme?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora