Después de llegar a casa y aparcar el coche con dificultad por lluvia, caminé hasta la entrada de mi hogar no sin antes permanecer lo que para mi fueron segundos bajo la lluvia.
El sonido de las miles de gotas cayendo sobre césped, el aroma a tierra mojada y la oscuridad de la noche me envolvieron como un manto; cerré los ojos a la vez que cogía aire y lo soltaba.
Quizás llevaba 5 o 20 minutos debajo de la lluvia pero que importaba, me sentía tranquila hasta que aquella presencia me erizó la piel; saqué las llaves y entre en casa.
Sabia que hacer en estos casos y como de costumbre fui dejando a mi paso mis pertenencias hasta llegar al salón, donde me acomodé en mi sofá esperando a verlo.-No esta bien que cojas frio Aria.- Aún su voz me producía un cosquilleo en mi estómago que me estremecía.
-Sabes que la lluvia es mi debilidad.- Sus pasos a mis espaldas se aproximaron hasta llegar a mi.
No tardé en sentir el calor de sus manos que envolvió mi cuerpo rápidamente.
Estaba acostumbrada a su tacto, cada noche al salir de trabajar tenía su visita puntual, se había vuelto costumbre y no tenía fuerzas para negarme; o simplemente no quería afrontar aquello tan horrible que le hice y por mucho daño que me hiciera, una parte de mi aún lo amaba.-La mía eres tu pequeña.- No tardó en acomodarse a mi lado.
Liam había madurado en mi mente los mismo años que había pasado desde aquella noche.
Desde hace 10 años siempre había venido a cada a mi lado fuera donde fuera, era el mayor de mis confidentes; mis miedo, inseguridades, aficiones y planes de futuro...
Lo sabia todo de mi, incluso me conocía mejor que yo misma, quizás porque estaba en mi mente, porque aún 10 años después de la noche que yo lo acabe con su vida no acepé que ya no estuviera.-Siempre lo fui...- Dije a la vez que tocaba su suave rostro con manos.
Aquella obsesión en mi había conseguí que su tacto, sus besos, sus caricias... fueran mas que reales.
-¿Y si te dijera que podemos estar juntos?- Aquella pregunta lanzada al aire me impacto.
-Sabes que...- El miedo en mi se hacia presente a medida que intentaba hablar.
-No Aria, "Sabes que esto no es real" , ¿Es lo que tratabas de decirme?- Aparté la mirada enseguida.
-Quiero saber cual es tu respuesta pequeña, si todo volviera a ser...- Me levanté con rabia del sofá, apartándome unos metros de donde Liam estaba sentado.
-ESTO NO ES REAL LIAM, NO PUEDE SERLO, YO...yo...- Las lágrimas y el nudo en mi garganta me cortaron la voz por un momento pero ahora más que nunca tenía que hablar, decirlo en alto, quizás así asumiría lo que hice.
-Yo te maté Liam, y cada día he sentido el odio hacia mi y el remordimiento y dolor de haber sido yo quién te clavará aquel cuchillo, juro que no se como afrontar que ya no estes aquí; cada día mi mente esta más en decadencia y lo siento, siento como se corroe, como rechina y duele...me estoy volviendo loca pensando que ya no te tendré a mi lado de nuevo...- Habían dejado fluir lo que tantos años habían sido solo pensamientos.
Liam quedó unos minutos sentado, mirando directamente mis ojos haciéndome sentir "pequeña".
Se incorporó y caminó hasta mi, donde desprendiéndose de su camiseta y colocándose de espaldas, me enseñó lo que sería su cicatriz, la que yo le causé.-Dime que esto no es real Aria.- Dio medio vuelta, agarró mis manos llevándolas a su pecho donde las cicatrices de la pistola.
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LIAM - "¿Aún querrás conocerme?"
Teen FictionMi vida, un completo caos. Una madre ausente por su trabajo y un padre familiar y cariñoso que desapareció. ¿Qué más puedo pedir para mi vida? La llegada de un tormento, un hombre. Un hombre encapuchado que está decidió a atormentarme hasta saciar s...