Capitulo 29

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De nuevo en la habitación sola.
Hades me dijo que debía de seguir con su trabajo y después de despedirnos, tomamos caminos separados.

Mi móvil no paró de sonar, Izan, Marco, Tomas y Dani habían estado llamando desde la hora de comer.
No estaba preparada para hablar con nadie sobre lo ocurrido; hablaría con ellos cuando saliera del hospital para que estuvieran tranquilos viendo que me encontraba "bien".

Mi hora de reconocimiento había llegado, me encontraba sentada en el borde la cama mirando mis pies desnudos muy atenta.
Una enfermera abrió la puerta sin hacer el amago de llamar y tras ellas Hades apareció con una bata y una libreta entre sus manos.

-Bueno sr....- Había manteniendo la mira atenta a su libreta hasta que estuvo cerca de mi.

-Aria.- Dije con una leve sonrisa en mi rostro.

-Me alegro verte de nuevo Aria.- Dijo mirándome por encima de sus gafas.

-Me encuentro bien Hades, ¿crees que pueda volver a casa?- Pregunté para confirmar que hoy mismo saldría de aquellas cuatro paredes blancas.

-Cuando compruebe que estas totalmente sana y vea que no me confundo, yo mismo te llevaré a la salida.- El reconocimiento fue ameno ya que hablamos durante el tiempo que duró.

Llevábamos una hora haciendo varios ejercicios para saber si no tenía alguna lesión y como bien me dijo Hades después, no se había confundido y estaba totalmente estable para salir.

-Aria, quiero que me hables un poco de como te encuentras mentalmente ¿de acuerdo?- Sabia que ese era el último paso del reconocimiento.

-Hades...yo....-Simplemente recordar a Sebastian me produjo un nudo en todo mi cuerpo.

Enseguida me faltó el aire y detrás de ello el llanto hasta llegar a las hiperventilaciones.
Me aferré a mi cabello para que, por el dolor, las imágenes desaparecieran pero fue en vano.

-Escúchame Aria quiero...- Hades se había agachado a mi altura y mantenía una de sus manos en mi espalda.

Me resultó extraño ver como la enfermera no hacia nada al igual que Hades.

-¡¡¡NO ME DIGAS QUE ME TRANQUILICE MALDIT* SEA!!!- Grité.

-Quiero que grites, que patalees, que insultes... lo que haga falta si logras sacar ese dolor que llevas contigo.- Apenas podía verlo por las lagrimas en mis ojos.

Sebastian, ¿por qué te fuiste?

-¡¡¡TE DEJÉ MORIR, NO HICE NADA, NO PUDE SACARTE DE LA CASA A TIEMPO, SI TAN SOLO HUBIERA LLEGADO ANTES...te extraño tanto Sebastian...- Pegué mi frente al suelo debido a los espasmos de mi pecho por la falta de aire.

-Doctor deberíamos...- La enfermera a mi lado trato de tocarme, pero Hades se lo impidió.

-Deja que salga todo Aria...deja que tu culpa salga, que no te devore más... él ya no está aquí pero tu si...- Hades apartó mi pelo.

No pude ver nada mas que las manchas negras que se había formado ante mi; mis manos apenas respondían sino fuera por esa sensación de estar paralizadas, mi cabeza daba vueltas y vuelas en aquella sangre que machaba todo, mis gritos, la expresión de Sebastian al verme...sus besos, sus abrazos, su risa, sus caricias...

Y grité.... Grite tan alto como mi garganta me dejo, sentí como algo se rompía dentro de mi hasta quedar reducido a cenizas...

-Toda esta bien, ahora lo esta...- La presión en mi pecho había disminuido.

Cogí grandes bocanas de aire para llenar el espacio vacío en mi pecho hasta sentirme saciada.

-Carmen, trae algo de comer y de beber.- Le habló Hades a la chica que por su rostro había derramado algunas lágrimas.

-Enseguida estaré aquí.- El sonido de la puerta en su ida me hizo abrir los ojos.

Aún mantenía mi frente en el suelo, no estaba segura de si podría levantarme.

-Yo te ayudo, vamos a la cama.- Hades me agarró por cintura levantándome sin mucho esfuerzo.

-Intenta mantenerte de pie.- Hice caso a sus palabras y agarrándome a sus brazos pude lograrlo.

-Ves, todo esta bien.- Aún sin soltarme me llevo hasta el borde de la cama, ayudándome a subirme.

-Hades yo intente...- Este agarró mis manos y levantó mi cabeza.

-Tu hiciste todo lo que estuvo en tus manos Aria, fuiste muy valiente y tu culpa, es algo que solo tu misma puedes quitarte, por ello, déjame decirte que jamás había visto a alguien tan fuerte como tu y estoy seguro de que podrás con esto y con todo.- Hades limpió mis lagrimas y sentándose a mi lado me cubrió por una de las mantas de la cama.

Después de que Carmen, la enfermera, trajera la comida, comí junto a Hades que se encargo de que no quedara nada en el plato.

-Aria a las 20:00 vendré a por ti, te dije que si te encontrabas bien yo mismo te llevaría a la puerta.-

-Hades.- Miraba mis manos recordando la sangre que las manchó una vez.

-¿Si?-

-Hay una cosa que...me esta matando.- Miré sus ojos que había cambiado por mis palabras.

No dijo nada, se sentó a mi lado de nuevo y permaneció en silencio esperando que hablara.

-Estoy volviéndome loca, todos piensas que ese hombre que arrestaron es el asesino pero yo vi otra cosa.- Hades se despojó de sus gafas para mirarme mejor.

-¿Que viste Aria?-

-A un hombre, vestido de negro y encapuchado; lleva mucho tiempo acosandome día y noche...-

-Aria eso es muy importante como no has...- Le detuve.

-Porque solo estaba en mi cabeza, a pesar del daño y las marcas que dejaba en mi piel, pero anoche, le herí...en uno de sus brazos al cubrirse de mi cuchillo.- Hades no contuvo su sorpresa al escucharme.

Hablé con él durante algunas horas, explicando cada encuentro desde la primera vez que vi aquel hombre.
Le detalle a la perfección como era, como vestía, sus movimientos, su voz...lo que me hizo...

-Es mucha información...- Dijo cuando acabe de hablar.

-¿Y sabes por qué se que es real?- No podría seguir engañándome a mi misma.

-¿Por qué?-

-Porque en realidad, no tiré todas las pastillas que me recetaron, vacíe el recipiente donde estaban incluso tiré las que tenía en mis manos, pero no pude hacerlo...cuando vi que había tirado demasiadas me detuve, había quedado a lo mejor 15 o 20 pastillas y me las he estado tomando desde entonces...- Ni si quiera Casey sabe que me automedico.

-Son pastillas muy fuertes Aria, sin una receta o un médico...-

-Lose, pero pensaba que era lo único que podría mantenerme cuerda y me engañe todo este tiempo, ese hombre se que es real Hades y necesito encontrarlo.- Miré sus ojos, por su expresión vi que el debate interno era necesario y esperé a que pensara todo bien.

-No te estoy pidiendo que me ayudes, solo que me dejes salir de aquí y buscar al que mato a mi amigo Hades.- Necesitaba hacerle entender que no había otra manera.

Nadie me creería fuera sino tenia las pruebas suficientes.

-La policía no me ayudará, tienen al sospechoso que buscaban, alguien que estaba en el lugar y el momento equivocado, pero si estas enterado del caso y de los asesinatos sabrás que él no fue.- Hades se levantó de mi lado y anotó algo en su libreta para luego arrancar la hoja y entregármela.

-Aria, te ayudaré a encontrarlo, no sabes todo lo que ocurre y se oculta en un hospital como este, no quiero seguir mirando a un lado. Ahora tienes que irte, no perdamos mas tiempo.- El papel contenía su número de teléfono y dirección.

-Muchas gracias por todo, si aun no estas seguro de lo que te estoy diciendo, comprueba la herida que mató a mi amigo, era la más reciente y de alguna manera se podrá saber la diferencia de tiempo entre heridas, yo vi como le enterró el cuchillo, si tu lo compruebas será un motivo mas para saber que el asesino es el hombre encapuchado.-

LIAM  - "¿Aún querrás conocerme?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora