LIAM - "¿Aún querrás conocerme?"

Capitulo 15

Llegué a casa y como de costumbre saludé a mi pequeño y ambos comimos en la cocina.
Me sobró algo de tiempo y decidí darme una ducha ya que me hacía falta.

El agua caliente relajó mi cuerpo y mi mente; mis pensamientos se centraron en aquel hombre de negro que me acosaba.
Yo vi mis moretones y por más que intentaba convencerme de que no era real, ya que solo lo había visto yo; sabia que no era mi mente jugándome malas pasadas.
Después de aclararme salí de la ducha y me vestí en el baño ya que había traído mi ropa.

Al salir del baño me detuve enfrente de la mesilla donde había dejado mi móvil, quería llamar a mi madre; quería saber como estaba y hablar con ella.

No es la primera vez que se iba unos días por trabajo y que no me llamaba, pero no debía de acostumbrarme a su completa ausencia.
Cogí el teléfono para llamarla pero una idea pasó por mi cabeza.

Quizás era una especie de paranoia pero, pensaba que si la llamaba desde mi móvil no me lo cojearía ya que sabría que seria yo.
Aún guardaba mi antiguo movil con mi respectivo número antiguo, hacia mucho que no lo usaba y recuerdo que mamá lo borro cuando me cambié de número.

Busqué entre mis cajones de la cómoda y di con él, pude encenderlo ya que aún mantenía algo de batería.
Marqué el número de mi madre y esperé a que cogiera.

-Buenos días, ¿quien llama?- La voz de un hombre se escuchó al otro lado.

Quizás era alguno de sus socios o algún empleado.

-Buenos días, veras busco a la sr.García, soy una de sus socias, ¿con quien tengo el gusto de hablar.- Mi primer apellido era Zahire por mi padre y mi segundo apellido García por mi madre.

-Con su pareja, nos encontramos de vacaciones unos días y no está disponible, puede contactar con ella la semana que viene.- No era verdad.

No, no, no...
Esto era una maldita broma.

-Perdone ¿podría dejarle un mensaje de mi?- La ira me cegaba, me había mentido y seguramente no era la primera vez.

-Si, por su puesto.- Si quería tratarme de esta manera yo la trataría igual.

-O perdone, que descortés por mi parte ¿Sr....?- Quería saber quien era el hombre por el que mi madre desaparecía por semanas.

-Mena, Francisco Mena.-

La respiración se me cortó cuando escuché su nombre.
Este hombre era quien aportó una gran inversión a la empresa de mi madre cuando apenas estaba empezando.
Mi padre discutió mucho con mi madre reclamándole que pasaba mucho tiempo con ese hombre en la empresa.

Y ahora entendía el porque, mi madre le fue infiel a mi padre y el se entero de ello, por ese motivo y por muchos otros se fue de casa, dejó a su hija al cargo de una madre que apenas se preocupa por ella, por una traición.

-Perdone, ¿sigue ahi?...-

Colgué de inmediato y lancé con furia el móvil contra la pared rompiéndolo.
Comencé a llorar por toda la impotencia que estaba sintiendo, sus largos viajes ahora tenían explicación.
Me agazapé en el suelo agarrando mis rodillas; no quería moverme, estaba rota por mi padre, por mi...

Un año y medio desde que se fue y todo por una maldita infidelidad.

Pude pasar cerca de una hora y media llorando en el suelo de mi habitación hasta que el timbre de casa sonó.
No me levanté, no quería que nadie me viera con los ojos rojos e hinchados.